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JUEVES 7 DICIEMBRE 2017
DOCTORA
ALIZA
PUBLICADO
EN CORAZÓN, VIDA SALUDABLE
“Nuevos lineamientos sobre la presión arterial normal y la
hipertensión”
Sin
descanso, segundo a segundo, el corazón bombea la sangre que circula por el
cuerpo. Impulsada por el corazón, la sangre ejerce presión sobre las paredes de
las arterias. La medida de esa fuerza es
lo que se conoce como tensión o presión arterial. Lo ideal es mantenerla dentro
de los límites normales con un estilo de vida saludable, porque cuando se
excede por encima de esos límites (hipertensión), o por debajo (hipotensión),
puede tener consecuencias negativas para tu salud y tu calidad de vida. Aquí
encontrarás un pequeño resumen sobre la presión arterial, los nuevos
lineamientos sobre los parámetros normales y anormales y los síntomas que
indican que anda fuera de control.
Cada
vez que vas al médico, habrás notado que invariablemente te pesan, toman tu
temperatura y tu presión arterial. Y lo mismo hacen con todos los que van a la
consulta. Eso te da una idea de lo
importante que es este dato para evaluar la salud del paciente, cualquiera que
sea su edad. La presión o tensión arterial, es la fuerza que la sangre ejerce
contra las paredes de las arterias cuando el corazón la bombea. Para medirla,
el doctor o la enfermera usan un aparato que se llama esfigmomanómetro o
tensiómetro, una especie de manguito que se coloca en el antebrazo cuando estás
relajado. A través de ese aparato, se
hace la lectura o se toma de la presión.
Esta cuenta con dos números:
El
número más alto, o superior, representa la presión de la sangre en las arterias
cuando el corazón la bombea (cuando el músculo del corazón se contrae) y es lo
que se conoce como presión sistólica.
El
número más bajo, o inferior, mide la presión en las arterias entre un latido y
otro, o sea, cuando el músculo del corazón se encuentra en reposo. Esta es la presión diastólica.
La
presión arterial: cómo se interpretan los números
La
presión arterial o tensión sanguínea se mide en milímetros de mercurio (mm Hg)
con el número que identifica la presión sistólica arriba y el de la presión
diastólica abajo (por ejemplo, 120/80 mm Hg). Se considera que la presión está
dentro de los niveles normales cuando la cifra de la presión sistólica es menos
de 120 mm Hg y la presión diastólica es menos de 80 mm Hg.
La
siguiente tabla enseña los nuevos lineamientos (noviembre del 2017) sobre la
presión arterial normal en el adulto según las especificaciones de la
Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) y la Academia
Americana de Cardiología (American College of Cardiology). También enseña los
números que indican un mayor riesgo de tener problemas de salud.
Valores
de la presión arterial en los adultos (en mm Hg o milímetros de mercurio)
Categoría
|
Sistólica
(número de arriba) |
Diastólica
(número de abajo) |
|
Normal
|
Menos
de 120
|
y
|
Menos
de 80
|
Pre hipertensión o presión elevada
|
Entre
120 y 129
|
y
|
Menos
de 80
|
Presión arterial alta
|
|||
Fase 1
|
Entre
130 y 139
|
o
|
Entre
80 y 89
|
Fase 2
|
140
o más
|
o
|
90
o más
|
Si la
presión sistólica está arriba de los 180 y/o la presión diastólica está arriba
de los 120, se considera una crisis hipertensiva y hay que ver al médico
inmediatamente.
Debes
tener en cuenta que la presión arterial, aunque sea normal, no es igual a todas
horas. Disminuye cuando duermes y aumenta cuando te despiertas (por eso es
frecuente que los ataques cardíacos se presenten en la mañana, por
ejemplo). Durante el día puede aumentar
con el ejercicio, o cuando te sientes ansioso o nervioso.
Por
esa razón, para tener una lectura confiable, debes relajarte durante unos
minutos antes de tomarla. Tampoco te debes tomar la presión cuando te sientas
con estrés, si has consumido cafeína o fumado en la última media hora, o has
hecho ejercicio recientemente. O, al menos sabrás que durante esos periodos tu
tensión arterial estará más elevada.
Con
la edad, la presión sistólica tiende a ir en aumento, mientras que después de
los 60 años, la presión diastólica por lo general comienza a bajar, debido a
que los vasos sanguíneos se endurecen.
Un
aviso: la pre hipertensión o presión elevada
Si
tus lecturas de la presión arterial son de 120/80 o superiores pero por debajo
de 130/80, tienes pre hipertensión. Esto significa que tienes muchas
posibilidades de padecer hipertensión o presión alta. En ese caso, debes
realizar todos los cambios posibles en tu estilo de vida para evitar llegar a
la siguiente etapa: la hipertensión.
Hipertensión
o presión arterial alta
La
presión alta puede dañar muchos órganos, como el cerebro, los ojos, el corazón
y los riñones, además de las arterias de todo el cuerpo. Si tienes hipertensión
sin diagnosticar o no la tratas adecuadamente, tienes más riesgos de tener un
ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular o sufrir insuficiencia renal.
¿Quiénes
tienen hipertensión? Como viste en la tabla anterior, las personas con valores
de presión sistólica entre 130 y 139 y/o presión diastólica entre 80 y 89
tienen lo que se denomina hipertensión de etapa 1. Cuando la presión sistólica
está por encima de 140 y/o la presión diastólica por arriba de 90, se trata de
hipertensión de etapa 2. ¿Cómo puedes saber si sufres de hipertensión? Es
difícil a menos que te hagas chequeos regulares, ya que en general, la presión
sanguínea elevada o presión arterial alta no causa síntomas, por eso muchos la
llaman el “asesino silencioso”. Cuando los síntomas aparecen, podrías sentir:
Dolores
de cabeza.
Mareos.
Cansancio.
Zumbido
en los oídos.
Si al
medir tu presión, los números son elevados en varias tomas, debes acudir al
médico cuanto antes. Si la hipertensión se detecta en el consultorio, quizás
durante una visita por otro motivo de salud, el médico te indicará otros
exámenes para determinar si la presión alta ha dañado algún órgano (ojos,
corazón, riñones, por ejemplo). Si los
exámenes demuestran que no has tenido hipertensión durante mucho tiempo, el
médico te pedirá que regreses al consultorio en dos ocasiones más como mínimo
para medir la presión antes de diagnosticarte hipertensión, ya que cualquiera
puede tener una lectura alta y aislada.
¿Y si
te diagnostican hipertensión? Es imprescindible comenzar cuanto antes un plan
para controlarla. Este por lo general incluye cambios en el estilo de vida
(dieta, ejercicios), pero muchas personas necesitan además, tomar medicamentos
para un control más eficaz.
Los
medicamentos antihipertensivos incluyen diuréticos, beta bloqueadores,
inhibidores de la ECA, bloqueadores
receptores de la angiotensina, bloqueadores de los canales de calcio y
bloqueadores alfa. Si por casualidad tienes diabetes, enfermedad en los riñones
o del corazón, el tratamiento con medicamentos es más intenso y agresivo para
evitar complicaciones más serias.
Recuerda
que es importante:
Comenzar
el tratamiento de la hipertensión lo antes posible para prevenir daño a órganos
importantes.
En personas
con diabetes, la presión arterial se debe mantener por debajo de los 130/85.
Las
personas con insuficiencia renal y/o enfermedad cardíaca, la presión arterial
debe mantenerse controlada al nivel más bajo posible.
Hipotensión
o presión arterial baja
En
muchas ocasiones la presión arterial baja se puede deber a que estés
deshidratado y puede no ser un asunto serio. En otros casos, podrías tener
síntomas que no pasan desapercibidos y necesitas tomar acción. De hecho, cuando
la hipotensión es severa, puede hacer que el oxígeno y los nutrientes que lleva
la sangre no lleguen a los órganos vitales y muy peligrosa.
La
presión arterial baja, además, puede ser una señal de otras condiciones de
salud más preocupantes, como enfermedades del corazón, problemas endócrinos o
desórdenes neurológicos, en especial en adultos mayores. Y es importante
establecer si hay un problema y tratarlo. A veces puede ser el efecto de una
medicina.
Los
síntomas más comunes de la hipotensión son:
Mareos.
Desmayos.
Visión
borrosa.
Respiración
rápida.
Dificultad
para concentrarse.
Sed.
Si no
tienes síntomas, la presión arterial baja no es un problema. Pero si tienes
alguna señal de alerta, debes llamar al médico o buscar ayuda rápidamente para
poder tomar medidas al respecto. El tratamiento para la presión arterial baja
dependerá de las causas.
A
veces, si la historia clínica no establece la causa, es necesario hacer una
serie de estudios. Electrocardiograma, análisis de sangre, ecocardiograma,
prueba de esfuerzo, la maniobra de Valsalva, la prueba de la mesa inclinada,
entre otros.
Por
ejemplo, el médico podría recomendarte lo siguiente:
Tomar
mucha agua y limitar el alcohol para evitar la deshidratación.
Llevar
una dieta sana (si te pide que aumentes el consumo de sodio o sal, hazlo con
precaución).
Usar
medias elásticas.
Comer
pequeñas comidas que contengan carbohidratos varias veces al día.
Evitar
cambios de posición rápidos.
En
ciertos casos, es necesario recetar medicamentos como la fludrocortisona.
El
llevar un estilo de vida sano podría ayudarte a mantener tu presión bajo
control. Por ejemplo:
Haz
ejercicios aeróbicos de manera regular.
Limita
tu consumo de sal y bebidas alcohólicas.
Lleva
una dieta rica en frutas y verduras y baja en grasas saturadas.
No
fumes.
Mantén
un peso sano.
Estos
son algunos datos generales acerca de la presión, alta y la presión baja. Si
tienes dudas al respecto o alguna señal de alerta, pide asesoramiento
profesional para que un especialista pueda indicarte el tratamiento adecuado en
tu caso particular.
Ultima
revisión: 2017
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