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21.2.17

LOS SI Y LOS NO EN TU DIETA PARA CONTROLAR EL SÍNDROME DEL INTESTINO IRRITABLE

NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"   
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NOTICIARIO DE ANÁLISIS Y COMPRENSIÓN noticiasdeteziutlan@hotmail.com
MARTES 21 FEBRERO 2017



DOCTORA ALIZA

PUBLICADO EN DIETA Y NUTRICIÓN, DIGESTIÓN

El síndrome del intestino (o colon) irritable, aunque no peligroso, puede ser muy molesto. Quienes sufren este síndrome darían lo que fuera por evitar sus incómodos síntomas. La buena noticia es que con algunos cambios en tu dieta, puedes ayudar a controlarlo. ¡Pruébalos!

Si padeces de inflamación (hinchazón) abdominal frecuente, gases, retortijones, cólicos, diarrea y/o estreñimiento, podrías ser de las personas que padece del Síndrome del Intestino Irritable (SII) o Síndrome del Colon Irritable (SCI).

Aunque a te avergüence este malestar, es bastante común. Se calcula que 1 de cada 5 personas lo padece, y el 75% son mujeres. Afortunadamente no es una enfermedad grave, pero estoy de acuerdo contigo en que sí puede ser bastante incómodo y por eso quiero compartir contigo algunas recomendaciones para que puedas controlar los molestos síntomas.

Aún no se sabe cuál es la causa exacta de este trastorno digestivo. Sin embargo, se sabe que el estado emocional y la dieta influyen mucho en él. Muchos médicos recomiendan procurar encontrar formas de controlar el estrés y la ansiedad, y hoy en Vida y Salud te damos algunos consejos para que hagas algunos cambios en tu dieta.

SI a las fibras

El incluir alimentos que contengan fibra en tu dieta es la clave para que tus intestinos funcionen bien, especialmente cuando padeces de estreñimiento. Los alimentos que incluyen fibra son los granos integrales (arroz, pan, pasta, cereales), las leguminosas (fríjoles, lentejas, garbanzos), las frutas y las verduras.

El único inconveniente que tiene la fibra es que puede causarte gases y distensión (hinchazón) del abdomen. ¿Te suena conocida esa sensación después de comer un plato de arroz con frijoles? Pues es justamente debido a la fibra. Para evitar esto lo mejor es que la vayas incorporando lentamente para que tu intestino se acostumbre a ella y no te cause malestar. Y si a pesar de esto te provoca gases y distensión estomacal, prueba entonces los suplementos de fibra soluble como el Metamucil, el Citrucel o el FiberCon.

NO a los irritantes

Las grasas, el café, la cafeína, el chocolate, los dulces, el alcohol y el cigarrillo… Todos estos alimentos y el tabaco pueden irritar tu intestino y aumentar la sensación de malestar. Algunos son de digestión pesada y pueden hacer que el intestino se contraiga causándote cólicos y malestar. Y otros, como los dulces, provocan estreñimiento.

NO a aumentar tu diarrea

El alcohol y las bebidas que contienen cafeína, estimulan tus intestinos y no son recomendables cuando tienes diarrea. Así como tampoco lo son la leche y los demás productos lácteos, o los edulcorantes (que endulzan) artificiales como sorbitol o xylitol, que se encuentran en algunos chicles o dulces sin azúcar.

NO a los gases

Si los gases y la distensión son tu problema, evita ciertos alimentos que los aumentan, como los granos, el brócoli, la coliflor y la calabaza, así como los refrescos con gas. Y aunque te cause gracia, también debes evitar el chicle o tomar bebidas usando una pajita o popote, pues podrías tragar mucho aire y eso aumenta tus gases.

SI a los líquidos

Los líquidos, y preferiblemente el agua, son ideales cuando padeces de estreñimiento, pues es absorbida por la fibra y permite que tu material fecal se mantenga suave. Y cuando tienes diarrea, el agua es importante para que no te deshidrates.

SI a organizar tus comidas

El comer a tiempo y varias veces al día es clave para aliviar los síntomas del intestino irritable. Cuando comes a tiempo ayudas a regular los movimientos de tu intestino. Y cuando haces 6 pequeñas comidas diarias en lugar de 3 comidas grandes, le ayudas a tu digestión.

Son 6 recomendaciones fáciles de poner en práctica para aliviar tu malestar. Síguelas y verás que pronto tu intestino no estará tan irritable. Si no mejoras, consulta con tu médico de cabecera o con un gastroenterólogo, el especialista en el área. Hay medicamentos que pueden ayudar.

Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2010.

Imagen © iStock / Antonio Diaz