NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
INFORMA
NOTICIARIO DE ANÁLISIS Y COMPRENSIÓN noticiasdeteziutlan@hotmail.com
LUNES 29 ABRIL 2019
SALUD SEXUAL
Como
su nombre lo indica, el síndrome de excitación sexual permanente es un estado
de estimulación constante de los genitales. También se le llama desorden de
excitación genital persistente o enfermedad de Weiss. A diferencia de lo que te
podrías imaginar, no tiene que ver con el deseo sexual y es una condición que
se presenta de manera espontánea, persistente y en los lugares menos esperados.
Es más común en las mujeres, aunque los hombres también lo pueden sufrir, y es
un problema que apenas en el 2013 fue reconocido como tal en la literatura
médica.
Una
mujer estadounidense reportó que podía tener 300 orgasmos en un día. Aunque
puede sonar como el sueño de cualquier persona a quien le encanta el sexo, en
realidad es una pesadilla para quienes lo sufren. El síndrome de excitación
sexual permanente es una condición que afecta principalmente a las mujeres y
que hace que se presente la excitación genital sin ningún estímulo sexual.
Además, no siempre termina en un orgasmo, pero cuando se llega a ese punto, tampoco
se siente alivio. Se describió por primera vez en 2001.
Quienes
sufren del síndrome de excitación sexual permanente (en el mundo se han
registrado menos de 1.000 casos, pero se cree que hay muchos más sin
documentar), suelen sentir vergüenza y no disfrutan la condición, que puede
presentarse en situaciones tan inesperadas como en el trabajo o en la fila de
un supermercado. De hecho, se conocen casos de depresión relacionados al
síndrome, y más de un suicidio.
Pero
¿qué causa esta excitación espontánea y persistente? Aún no se conoce la
respuesta exacta. Sin embargo, se cree que puede tener causas vasculares,
neurológicas, o ser el producto de algún efecto secundario causado por un
medicamento. Una teoría es que se trata de una irregularidad en los nervios
sensoriales, que son los que transmiten las sensaciones al sistema nervioso
central. Se ha observado que es más frecuente en las mujeres posmenopáusicas,
sobre todo las que han recibido tratamiento con hormonas. Curiosamente, un
estudio holandés ha vinculado al síndrome de excitación sexual permanente con
el síndrome de las piernas inquietas.
Las
personas que sufren de este síndrome de excitación sexual persistente,
experimentan, tal como sucede durante las relaciones sexuales, aumento en la
frecuencia cardíaca, respiración acelerada, contracción de la musculatura de la
pelvis, y en general, todo lo que el cuerpo experimenta cuando se prepara para
el orgasmo.
Curiosamente,
el hecho de vivir permanentemente en un estado de excitación sexual involuntaria,
hace que las mujeres que lo viven no tengan ningún interés en las relaciones
sexuales e incluso, se quejan de que la penetración puede ser dolorosa. Por
eso, los especialistas han clasificado a este síndrome dentro de la categoría
de disfunción sexual.
También
han dicho los especialistas, que padecer del síndrome de excitación sexual
permanente no es lo mismo que ser multiorgásmica o tener una lívido o deseo
sexual elevado.
Sin
duda alguna, se necesita investigar más a fondo cuál puede ser la causa de esta
estimulación sexual constante para poder expandir los tratamientos y lograr la
cura. En cuanto al tratamiento, si se debe a un medicamento, desde luego, se
debe descontinuar. Por otro lado, en este momento, hay algunas medicinas que
pueden ayudar. Entre ellas están: Depakote, Celexa, Neurontin, Clonopin,
Tofranil, Prozac, Paxil, Zyprexa, Ativan (que podrían tener diferentes nombres
en diferentes países). Existe también el Trazodone, pero este puede causar
priapismo (erección prolongada dolorosa) en algunos hombres. También se usan
los anestésicos locales y el hielo. Todas estas medicinas y recomendaciones
requieren la supervisión médica. Esperemos que la ciencia nos permita ampliar
nuestro conocimiento acerca de este problema en un futuro próximo.
Imagen
© Thinkstock / Elizabeth Shoemaker