NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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MIÉRCOLES 31 JULIO 2019
FAUSTO HERNÁNDEZ
Hoy más que nunca la situación ha
generado un mayor descontento entre un sector amplio de la sociedad teziuteca y
de automovilistas foráneos que vienen a este municipio de visita o por cuestión
de trabajo, fueron puras habladurías de parte del presidente municipal, Carlos
Peredo Grau, despotrico hasta no más poder sobre el funcionamiento de los
aparatos medidores de tiempo para estacionarse en la vía pública al decir que
existía corrupción, entre los empleados del área y las autoridades municipales
de la anterior administración, sin morderse la lengua de lo que él heredo en
sus periodos anteriores como alcalde, por ello analizamos.
Los
primeros parquímetros fueron colocados en la administración del
recordado ex edil Miguel Ángel Toledano Montiel, a los pocos meses de haber
asumido el cargo de presidente municipal, las molestias no se hicieron esperar
de parte de conductores y dueños de vehículos, y la justificación fue para
regular el estacionamientos de los carros y combatir en cierta manera la
anarquía en el primer cuadro de la ciudad, siendo el apartado de lugares por
extensas horas y hasta días.
Fue en 2002, el primer director del
área de parquímetros designado por el alcalde Toledano, fue el finado Alberto
Cubas Fernández, y las quejas fueron disminuyendo en porcentajes, pero no
porque se hayan adaptado a depositar las correspondientes monedas al aparato o
por pagar la infracción al vencerse su tiempo establecido al no haber ingresado
dinero, sino porque cualquier ciudadano podía recuperar su placa sin pagar
nada, no por existir algún programa de
condonación en el Ayuntamiento, sino por la simple razón de que el compadre de
algún funcionario aunque no de un rango alto pidiera el favor se condonaba la
infracción, y fue aplicada la medida a conocidos y recomendados de familiares y
amigos de regidores, por ese motivo los ingresos eran pocos y aun así molestias
persistían.
Llegaron las campañas, Carlos
Peredo se lanzaba por segunda ocasión cobijado por las siglas del PRI, (pues en
su primer intento perdió ante Toledano), en 2004 prometió eliminar los
parquímetros criticando el sistema en el sentido que no traía ningún beneficio,
sin embargo tras ganar la elección local y asumir el cargo en febrero de 2005,
la sorpresa fue los quitó para colocar otros más modernos y de paso acrecentar
el número, lo que llevaron a efecto de manera paulatina, pues desde esos años
comenzó a presumir los buenos ingresos que generaban, y también los abusos, tan
es así que varias personas en esa época fueron detenidas y sus vehículos
enviados al corralón al retar o incluso enfrentar a los elementos de
parquímetros por lo que consideraron en su momento fue una arbitrariedad.
La directora de parquímetros en ese
periodo de gobierno que fue de 2005 a 2008,
fue la actual regidora de Educación, Patricia Flores Calixto.
Terminó el trienio de Carlos Peredo
y llegó al mando del Ayuntamiento, Jorge Camacho Foglia, y la inconformidad
siguió, “por aquí se les acaba el tiempo
y los están cazando para sancionarlos”, es lo que a diario se escucha desde
hace alrededor de 18 años, y en ese periodo no fue la excepción, aunado a que
funcionarios municipales ponían el mal ejemplo del desorden, por eso llovían
quejas hacia el departamento en mención a cargo de Mauro González Alarcón, a
quien señalaron que aumentó coincidentemente su patrimonio en esa época.
Posteriormente, llegó Peredo Grau,
por segunda ocasión en febrero de 2011 y en nada cambio la situación, primero
con Araceli Martínez González, quien estuvo casi año y medio al frente de la
dependencia local, fue sustituida por Arturo León Mora, quien fungió durante
unos meses y finalizó el periodo, Patricia Flores Calixto.
En 2014 llegó al poder, Antonio
Vázquez Hernández y las quejas no cambiaron en nada, incluso se acentuaron las
inconformidades, al no existir tolerancia con Silvia Cabrera Castillo, David
Hernández González, Nazario Martínez, entro otros que estuvieron al frente, ya
que hubo rotaciones, y eso fue tomado en cuenta para la campaña de Carlos
Peredo, quien prometió que las cosas cambiarían y vaya que cambió el sistema.
Luego de su toma de protesta de los
miembros del Cabildo el 15 de octubre del año anterior comenzaron a anunciar
que en breve entregarían las mil 300 placas de circulación retenidas en la
anterior administración, al considerar que hubo arbitrariedades, con el único
afán de obtener recursos, y así fue, en cuestión de días iniciaron el programa
de entrega gratuita de las láminas, las fotos que proyectaron son la evidencia
de su exhibicionismo como autoridades municipales.
El siguiente paso fue dar a conocer
el nuevo sistema de retirar los aparatos medidores de tiempo para poner en
marcha los parquímetros virtuales, de ahí que marcaron y enumeraron los
cajones, como usted lo sabe en calles en donde nunca se imaginaron que les
cobrarían por estacionarse, pues de cerca de 300 pasaron a poco más de 500 cajones y aun así se jactaron de que sería
mejor y que los abusos y la corrupción quedaban atrás, pero no es así.
Hubo un evento para anunciar el
programa denominado “Teziu Park”, para que los conductores paguen por medio de
la aplicación a través de su teléfono móvil o bien en los lugares de cobro
autorizados, y a partir del 28 de enero, fecha que entró en vigor se ha
acentuado el desconcierto de automovilistas locales y visitantes, primero
porque hubo errores en el sistema, y por no adaptarse, pero las infracciones
vinieron en cascada y todavía varios establecimientos abren después de las 9:00
horas y minutos antes ya andan infraccionando.
A lo anterior se le suma que de 7
paso a 10 pesos la tarifa por hora para estacionamiento, y en la Ley Municipal
de Ingresos publicada el 18 de diciembre en el Diario Oficial del Estado fue
aprobado que sólo aumentaría un peso, pero no fue así, el edil, Carlos Peredo
en su propia defensa dijo ante los medios de comunicación que existe
ignorancia, debido a que el Cabildo está facultado para hacer las
modificaciones, no obstante demostró su falta de compromiso y su burla hacia
los usuarios y ciudadanos en general, con el único afán de fortalecer los ingresos en las arcas municipales.