NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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VIERNES 2 AGOSTO 2019
De
acuerdo con el Atlas de Riesgos Naturales del Municipio en Puebla existen más
de 17 mil 500 viviendas en zonas de riesgo, en las que habitan casi 60 mil
personas. Ante esta situación, estudiantes y docentes de la Facultad de
Arquitectura realizan una gestión preventiva para disminuir la vulnerabilidad y
el riesgo de asentamientos urbanos ubicados al borde de los ríos Alseseca y
Atoyac, ante posibles desastres.
María
de Lourdes Flores Lucero, profesora investigadora de esta unidad académica,
señaló que el objetivo es orientar a las personas que viven en estas zonas, a
través de diferentes proyectos urbanos y la realización de talleres
participativos en los que se busca sensibilizarlos y concientizarlos acerca del
riesgo al que están expuestos.
En la
actualidad prevalece la idea de entubar los ríos, o bien poner taludes de
concreto hidráulico; sin embargo, esto propicia que cuando llueve se
intensifique la velocidad del agua y se impida la absorción de la misma,
aumentando la posibilidad de provocar desastres, advirtió.
“Es
por eso que mediante acciones colaborativas entre los habitantes, funcionarios
públicos y la Universidad buscamos replantear las soluciones a esta
problemática, para pasar de una visión de resistencia y de control a una de
adaptación, que permita impulsar una sociedad resiliente ante situaciones de
riesgo”, expresó.
La
Hacienda, Clavijero, Encinar, Ixtla y Santa Bárbara Almoloya son algunas de las
colonias donde los universitarios trabajan con los habitantes en la
implementación de soluciones técnicas que se adapten mejor a los propios procesos
naturales de las zonas, como por ejemplo muros de aluvión, taludes con
vegetación y el mejoramiento de espacios verdes, entre otros.
También
se han realizado talleres para niños y niñas de primaria, a quienes mediante
dibujos, videos y pláticas se les enseña lo qué es el riesgo y lo que significa
estar en una situación de vulnerabilidad ante una posible inundación; esto con
el fin de influir en futuras generaciones para que tengan conciencia de su
situación de riesgo, de las acciones que pueden hacer para no incrementarlo y
para que no se establezcan en una zona de riesgo.
La
experta, quien es doctora en Gestión Urbana por la Universidad Politécnica de
Cataluña, España, mencionó que otra problemática es que las zonas de riesgo de
pequeña escala, como las cercanas a los ríos, están invisibilizadas en materia
de prevención, por lo que solamente son tomadas en cuenta cuando se presenta
alguna situación de desastre.
“Al
no ser prioritarias para la agenda pública no hay proyectos preventivos para
estas zonas, razón por la que nosotros nos damos a la tarea de trabajar con la
gente de forma gratuita, con el fin de enseñarles y ayudarlos a gestionar
procesos útiles para sus comunidades”.