NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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NOTICIARIO DE ANÁLISIS Y COMPRENSIÓN noticiasdeteziutlan@hotmail.com
LUNES 5 AGOSTO 2019
¡Qué preciosidad leer y saber escribir! Estudiando nos damos
cuenta de varias cosas: qué dice, qué pasa, cómo fue
Yo no sabía juntar las letras; ya sé escribir mi nombre con
letras mayúsculas
Aprendimos también las cuentas; del plástico, lo que tarda
en pudrirse; el vidrio, para qué sirve…sobre la basura
Son
Juanita Méndez, Juana Ofelia Muñoz y Julia Cacique, mujeres de más de 80 años,
a quienes, entre otros, el Rector Alfonso Esparza Ortiz entregó reconocimientos
por haber concluido el Programa de Alfabetización 2019.
Es
media mañana y los cerros asoman tímidamente entre vaporosas nubes que surcan el
cielo. En la explanada de la escuela primaria de la junta auxiliar de Santa
Cruz Cuautomatitla, del municipio de Tochimilco, se ha reunido la comunidad.
Hay alegría. Como en muchas otras, allí se ha manifestado la vocación social de
la universidad pública y sus bondades con la formación integral y humanista de
sus estudiantes, los alfabetizadores, quienes portan la leyenda “Aprendí
enseñando”.
Allí
el rector Alfonso Esparza entregó reconocimientos a los alfabetizadores y
alfabetizados y anunció la construcción de un nuevo Kali: centro comunitario
cuyas actividades se rigen por cuatro líneas de trabajo: Educación para la
vida, Salud y bienestar comunitario, Economía social y Ciencia, arte y cultura.
Para reforzar la iniciativa de las escuelas comunitarias que atienden a niñas,
niños y adolescentes que no asisten a la escuela regular e incluir al resto de
los pobladores, se abrió el primer Kali en Cerro del Marqués, en la ciudad de
Puebla, en 2017.
A
través del nuevo Kali que se edificará frente a la presidencia auxiliar de
Santa Cruz Cuautomatitla, el primero fuera de la capital poblana, la BUAP
tendrá una presencia permanente en beneficio de los pobladores, dijo el Rector,
quien con ello garantizó el retorno de los estudiantes alfabetizadores a esa
comunidad que los acogió durante siete semanas para “aprender enseñando”.
Esparza
Ortiz recordó que la Campaña de Alfabetización 2019 atendió a 23 poblaciones de
los municipios de Honey, Zacatlán, Tochimilco y Pahuatlán: 243 personas
aprendieron a leer y escribir y 189 más participaron de otras actividades como
los cursos de regularización escolar, con la participación de casi 100
estudiantes de preparatoria, en su mayoría, pero también algunos de
licenciatura.
Y es
que en este año, por primera ocasión, el Programa de Alfabetización multiplicó
sus beneficios con la labor simultánea de las brigadas de trabajo comunitario.
En total, informó el Rector de la BUAP, se impartieron 357 talleres, en
beneficio de 4 mil 131 personas.
Por
ello, externó su reconocimiento y gratitud a los estudiantes y a la maestra
Mirta Figueroa Fernández, directora del Centro Universitario de Participación
Social (CUPS) de la BUAP, “por su incansable entusiasmo para conducir estos
esfuerzos”.
En
medio de expresiones emotivas, lo mismo el júbilo que las lágrimas, dio a
conocer que en los últimos 13 años, el CUPS ha alfabetizado a 6 mil 662
personas y más de 10 mil se han beneficiado con los conocimiento impartidos en
talleres de lectura, divulgación de la ciencia, arte y cocina, en los cuales
han participado mujeres y hombres de todas las edades.
“Mi
gratitud a los alfabetizadores por su gran valía y corazón. Gracias a ellos
muchos adultos pueden acceder al conocimiento. Han cambiado la vida de muchas
personas, pues con su labor generan nuevos horizontes”, afirmó el Rector
Alfonso Esparza, quien se comprometió a seguir impulsando la vocación social de
la Universidad, con programas que la BUAP pone al servicio de las poblaciones
más vulnerables.
En
ese poblado, subrayó el interés de la Institución en la formación integral y
humanista de los estudiantes y su compromiso con la calidad académica, para que
sus egresados sean profesionistas con ética y conciencia de ser beneficiarios
de la educación pública.
Ante
la mirada oculta del volcán Popocatépetl, en una mañana nublada y de vientos
ligeros, en mantas y cartulinas colocadas en la escuela primaria quedó
constancia del paso de los alfabetizadores: “No mentir / no copiar / no empujar
/ no hacer desorden / dejar la basura en su lugar / no pelear / respetar entre
nosotros…Así también, huellas, manos, nombres y más nombres con el trazo
titubeante de sus escribientes, quienes en comunión con los alfabetizadores
emprendieron la aventura de compartir experiencias, saberes y sentires.