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LUNES 31 OCTUBRE 2016
Con el propósito de ayudar a los
enfermos de Parkinson a no depender de terceras personas para comer, la
estudiante de Ingeniería en Mecatrónica de la Universidad Tecnológica de
Tecamachalco, Sandy Carrera Altamirano, desarrolló el dispositivo “Parkinson: neutralizando
el movimiento”.
La universitaria poblana, quien obtuvo
el Premio Nacional de la Juventud 2016 en Ciencia y Tecnología, explicó que
este ingenio surge de una necesidad que encontró en casa, ya que uno de sus
familiares padece de este mal.
De acuerdo con especialistas, la
enfermedad de Parkinson es un trastorno degenerativo del sistema nervioso
central que pertenece a un grupo de afecciones conocidas como trastornos del
movimiento, es crónica, progresiva y no tiene cura.
Algunas de las principales
consecuencias del daño en las neuronas son problemas con el movimiento,
temblores, rigidez en las extremidades o problemas de equilibrio. En ocasiones,
las personas pueden tener dificultad para caminar, hablar o completar algunas
tareas sencillas.
En el caso de Sandy, refirió que notó
que su familiar tenía un movimiento involuntario en la mano que le impedía por
sí solo llevar los alimentos del plato a la boca, y a partir de febrero de 2015
es que surgió la idea de crear este mecanismo que espera colocar en el mercado
para el beneficio de otros pacientes.
Este proyecto, explicó, funciona con
pila portátil o conectado a la corriente eléctrica y consiste en un pequeño
aparato en el que se adapta el cubierto que le permite a la persona que padece
Parkinson ingerir alimentos sin la ayuda de terceras personas, sin derramar el
contenido de la cuchara o cubierto.
Bajo la asesoría del ingeniero Fermín
Tenorio Cruz, la estudiante de Mecatrónica en la Universidad Tecnológica de
Tecamachalco ha desarrollado asimismo una serie de proyectos en beneficio de la
sociedad, por lo que su dispositivo está dirigido a la población vulnerable, en
este caso a quienes tienen discapacidades o enfermedades.
“Con la ayuda de componentes
electrónicos y algunos cálculos físicos y mecánicos pudimos generar la fuerza
que maneja la persona con mal de Parkinson, y de esta manera logramos
neutralizar el movimiento que genere de manera involuntaria y así puede comer
sin la ayuda de otras personas”, comentó.
Señaló que actualmente dicho aparato,
que podría tener un precio en el mercado de 3 mil 500 pesos, se encuentra en
trámite para obtener la patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad
Industrial (IMPI).
Posteriormente, dijo, prevé acercarlo
de forma gratuita a integrantes de grupos vulnerables a través de convenios con
instituciones de gobierno, unidades de rehabilitación u hospitales en México, y
después hacerlo llegar a mercados extranjeros.
La estudiante recordó que su invento le
valió para que el pasado 7 de octubre obtuviera el Segundo Lugar en el Séptimo
Foro de Ciencias y Civilización, organizado por la Asociación Vida y Ciencias
con sede en la Universidad Autónoma de Cerrito Entre Ríos en Argentina, donde
Sandy Carrera fue la única universitaria que representó a México ante siete
países.
“En Argentina mi prioridad era
demostrar lo que estamos haciendo en México en el área de ciencias y
tecnología; demostrarles que también estamos innovando”, dijo la alumna que en
un futuro se visualiza estudiando una maestría en la Universidad de California
en Berkeley, considerada como una de las mejores en el área de ingenierías.
Carrera Altamirano señaló que ahora
trabaja en un dispositivo GPS y Pulso Cardiaco que puede colocarse como una
pulsera. Las personas que padecen Parkinson tienden a inmovilizarse y en
consecuencia a caerse, con el localizador los familiares podrán ubicar dónde
está el enfermo y así poder auxiliarlo.
Respecto al proyecto “Pulso cardiaco,
el enfermo de Parkinson”, dijo que es monitoreado constantemente y en caso de
tener una alteración en el organismo, el dispositivo emitirá un sonido que
alertará a los familiares que algo está ocurriendo y con ello poder salvar la
vida del enfermo.