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2.4.18

¿SE PUEDE CURAR LA DIABETES TIPO 2 CON SÓLO PERDER PESO?

NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"   
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NOTICIARIO DE ANÁLISIS Y COMPRENSIÓN noticiasdeteziutlan@hotmail.com
LUNES 2 ABRIL 2018



“¿Se puede curar la diabetes tipo 2 con sólo perder peso?”

RESPUESTA de los Dres. Robert Rizza y Michael Jensen, Endocrinologos de la Mayo Clinic de Rochester en Minnesota, Estados Unidos:

Perder peso puede repercutir mucho sobre la diabetes. Si bien la pérdida de peso no cura todos los casos de diabetes tipo 2, algunas personas presentan dicha posibilidad cuando alcanzan un peso sano. A pesar de que la enfermedad no se cure completamente, perder peso puede permitir que la persona diabética tome menos medicamentos, además de que a menudo suele controlar o prevenir algunos de los problemas de salud propios de la diabetes.

Las personas diabéticas tienen mucha cantidad de glucosa en la sangre debido a algún problema con la hormona llamada insulina, que es secretada por el páncreas. El páncreas es una glándula que se localiza justo debajo del estómago. Cuando una persona come, el páncreas libera insulina en el torrente sanguíneo, permitiendo que la glucosa ingrese a las células y disminuyendo la cantidad de glucosa en la sangre.

En los diabéticos tipo 2, el páncreas no secreta suficiente insulina o el cuerpo no es capaz de utilizar bien la insulina. La glucosa, por tanto, no logra ingresar a las células sino que se acumula en la sangre.

Si bien la razón para el desarrollo de la diabetes tipo 2 todavía no se entiende bien, la gordura desempeña una función en ello. En las personas gordas, el cuerpo a veces necesita el doble o triple de insulina de lo que necesitaría con un peso sano; y en los diabéticos, la cantidad de insulina necesaria supera la que el páncreas es capaz de secretar. Al intentar secretar tanta cantidad de insulina, el páncreas se esfuerza más allá de sus capacidades y las células que producen la insulina empiezan a extinguirse. Eso empeora la situación porque el páncreas entonces cuenta con menos células para secretar la insulina. A esto se suman las investigaciones que también han demostrado que las células grasas de las personas obesas y de aquellas con más grasa abdominal liberan unas moléculas que pueden ser nocivas para el páncreas. Por lo tanto, cuanto más grasa abdominal tenga uno, mayor es el riesgo de sufrir daños en el páncreas.

Muchos de estos problemas disminuyen al perder peso. Cuando una persona pierde peso, el páncreas puede mantenerse más a la par con la necesidad de insulina del cuerpo. En algunos casos, perder peso es todo lo que se necesita para que la glucosa sanguínea recupere su nivel normal; y aún en el caso de que la glucosa sanguínea no recupere la normalidad, perder peso puede disminuir la necesidad de recibir insulina u otros medicamentos para controlar la diabetes. Por otro lado, perder peso también reduce el riesgo de sufrir otras complicaciones graves de la diabetes, tales como problemas cardíacos, enfermedad renal y daños nerviosos.

En lo referente a la diabetes, las ventajas de un peso sano también se mantienen con el transcurso del tiempo. Muchas personas equivocadamente creen que el riesgo de padecer diabetes aumenta de manera automática con la edad, mientras que en realidad el riesgo sube con el transcurso del tiempo solamente cuando se aumenta de peso y se disminuye la actividad con los años. En las personas que permanecen en buen estado físico, el riesgo de desarrollar diabetes se mantiene igual o apenas aumenta.

Es fundamental que quienes tienen antecedentes familiares de diabetes controlen su peso. Las investigaciones han demostrado que las personas con antecedentes familiares de diabetes tipo 2 son más vulnerables a desarrollar la enfermedad; pero mantener un peso sano disminuye la posibilidad de contraer diabetes en alrededor de 70 a 90 por ciento..

De manera general, el peso sano se define como un índice de masa corporal (IMC) de 25 o menos. A fin de alcanzarlo, no es necesario correr maratones ni hacer ejercicio durante varias horas diarias, sino mantenerse activo de forma regular. Si le interesa perder peso, solicite al médico un programa de ejercicios y dieta que coincida bien con sus necesidades.