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MIERCOLES 3 OCTUBRE 2018
“Presentan el libro “El 68 en Puebla y su Universidad”, de
la historiadora Gloria Tirado Villegas”
Al
señalar que el movimiento estudiantil de 1968 ha sido el más estudiado del
siglo XX y un parteaguas en los sucesos del país, el Rector Alfonso Esparza
Ortiz subrayó que los jóvenes siempre han sido los protagonistas de la
historia: “Son parte de la historia de México y son el motor de la sociedad”.
Como
protagonista, “el joven es aquel que como estudiante no se esconde: denuncia,
critica, señala y forma parte la historia. Si bien aquello sucedió hace 50
años, hoy es una batalla que se enarbola en la Institución”, afirmó.
En la
presentación del libro El 68 en Puebla y su Universidad, de la doctora Gloria
Tirado Villegas, investigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades
(ICSyH), reconoció la importancia de esta obra que recopila diferentes puntos
de vista y fuentes, para tener una interpretación que se nutre con el paso del
tiempo.
Una
de las grandes virtudes del libro –precisó- es presentar un retrato de la
juventud de esos días y de los estudiantes, los grandes protagonistas del
movimiento. Por ello, “el 2 de octubre es un día para honrar”.
Durante
su disertación, acompañado de la autora y del académico Marco Antonio Cerdio
Roussell, el Rector Esparza consideró que un ingrediente adicional es su
enfoque para escudriñar el movimiento que surgió en la BUAP, cuando entonces
era una universidad pequeña, que ya enfrentaba el impacto del crecimiento en la
matrícula y problemas económicos. Asimismo, situar a los jóvenes en los
espacios universitarios en los que llevaban a cabo sus actividades, las
lecturas que predominaban entre ellos, sus intereses, expectativas y su opinión
sobre los acontecimientos de aquellos días. También analiza la rivalidad entre
los llamados “FUA’s” y los “Carolinos”, así como la influencia de las olimpiadas.
Este
movimiento, añadió Esparza Ortiz, se produjo como resultado de diversas
circunstancias, entre ellas un mundo acechado por la Guerra Fría, la Primavera
de Praga, el mayo francés y otras luchas estudiantiles en Estados Unidos,
Polonia, Chile o Gran Bretaña, así como la polarización ideológica y el
surgimiento de diferentes corrientes en un mismo grupo político.
Igualmente,
el libro recopila los lamentables sucesos de San Miguel Canoa y la
participación de personalidades emblemáticas de la historia universitaria, como
Óscar Walles Morales, Luis Rivera Terrazas, Isauro Gónzález Méndez, Manuel
Beltrán, Manuel Guzmán, Joel Arriaga y Manuel Lara y Parra.
Ante
estudiantes, directores y funcionarios universitarios, reunidos en el Aula
Virtual del Complejo Cultural Universitario, la doctora Gloria Tirado Villegas
comentó que El 68 en Puebla y su Universidad está escrito desde una mirada
general y forma parte de los proyectos financiados por la Vicerrectoría de
Investigación y Estudios de Posgrado de la Institución.
“Lo
escribí pensando en los jóvenes que recrean la ciudad, para que conozcan su
capital en aquellos años en los que se esperaba con ansia las olimpiadas, la
inauguración del Estadio Cuauhtémoc y donde el Carolino era el corazón de la
Universidad”. Estos son algunos de los hechos citados en el libro y que, sin
duda, marcaron a los poblanos, aseguró la autora.
Por
su parte, Marco Antonio Cerdio Roussell, académico de la Facultad de Filosofía
y Letras, consideró que esta obra responde a la recopilación de distintos
matices con visión local, a la par de recuperar espacios y estilos de vida de
aquella época y mostrar la solidaridad de los jóvenes con distintos conflictos,
con la lucha local en una ciudad extremadamente conservadora.
“Me
hizo regresar a las narraciones de mis padres y ver que el movimiento del 68
también repercutió en el interior del país. México fue otro después del mes de
octubre del 68”, finalizó.
“Honrar
a los mártires de Tlatelolco con el fruto de la semilla que sembraron”
Hace
medio siglo, un numeroso sector de estudiantes mexicanos se sumó a un
movimiento global que anhelaba un mundo más justo. Tras una serie de
manifestaciones, la jornada del 2 de octubre de 1968 culminó con la masacre de
Tlatelolco. A 50 años de este acontecimiento que marcó la historia reciente del
país, el Rector Alfonso Esparza Ortiz rindió homenaje a su memoria: “Hoy, a
través del fruto de la semilla que sembraron estos estudiantes, honramos este
movimiento que nació para exigir espacios de diálogo, oportunidades y nuevos
horizontes”.
Antes
de la presentación del citado libro, el Rector de la BUAP presidió una ceremonia
conmemorativa en la Preparatoria 2 de Octubre de 1968. Allí afirmó que la
matanza de estudiantes universitarios es un hecho “que no puede ni debe
olvidarse”. Ante estudiantes, académicos y administrativos cuestionó si la
sociedad hoy en día es capaz de honrar dicho movimiento. No tanto con huelgas,
marchas y manifestaciones, como era entonces, “sino a través del fruto de su
semilla”.
Acompañado
del director de la preparatoria, José Rosas Ibarra, el Rector Alfonso Esparza
colocó una ofrenda floral en memoria de los mártires de Tlatelolco: “Jóvenes
que enarbolaron la bandera de la libertad para exigir la liberación de presos
políticos, la supresión del delito de disolución social y el cuerpo de
granaderos, así como castigo a los servidores públicos que actuaron con
violencia en contra de los alumnos”. La semana de actividades conmemorativas
que realiza la preparatoria “es un justo homenaje a los participantes de dicho
movimiento”, comentó.
Agregó
que permiten a las nuevas generaciones conocer y valorar los hechos del pasado
que cimentaron y fortalecieron la universidad pública. Medio siglo después,
cuando es compresible que las nuevas generaciones ignoren muchos aspectos del
movimiento del 68, es importante que eventos como este “nos refresquen la
memoria, tanto por su reminiscencia histórica, como por la perspectiva que
ofrece a la juventud”.
“Son
como un reconocimiento que tienen la finalidad de incentivar en los estudiantes
la apropiación crítica y analítica de los hechos históricos, que les permita comprender
su impacto en nuestros días”, concluyó.
Finalmente,
el Rector Esparza indicó que el carácter de esos universitarios “nos recuerda
el compromiso de formar hombres y mujeres que deben trabajar en la construcción
de una sociedad con justicia, equidad, democracia, pluralidad y prosperidad. Es
decir, lograr que cada día el conocimiento se utilice para el bien de la
sociedad”.