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VIERNES 23 NOVIEMBRE 2018
DOCTORA ALIZA
POSTED IN DIETA Y NUTRICIÓN
¿Crece el número de sus víctimas por obesidad, diabetes, problemas
cardiacos…?
A pesar de que por múltiples medios sabemos ya que los refrescos o sodas
no son buenos para la salud, en muchos lugares su consumo es realmente
difundido e importante. Lo primero que nos viene a la cabeza cuando pensamos en
sus efectos negativos es la gran cantidad de azúcar que contienen, pero ahora
estudios recientes sugieren que si los consumimos, no sólo hay que preocuparnos
por la diabetes o la obesidad sino también por nuestro corazón.
Los refrescos son parte de la dieta diaria de mucha gente, por ejemplo,
en América Latina, países como México, Colombia o Brasil, enfrentan problemas
de salud pública serios por el consumo de estos alimentos chatarra como el
sobrepeso, la obesidad y la diabetes.
La obesidad es la enfermedad crónica que crece con más rapidez en el
mundo y mata a casi 3 millones de adultos cada año. Según el Foro Económico
Mundial, la obesidad (y las enfermedades que la acompañan como la diabetes y
las afecciones cardiacas) ahora causan más muertes que el hambre y esto
representa grandes retos para los gobiernos, la economía mundial y los sistemas
de salud pública.
Y aunque algunos estudios aún inconclusos sugieren que la cafeína podría
ayudar a la salud del corazón (específicamente en las mujeres no fumadoras), no
es la cafeína que está en los refrescos, sino específicamente la del café.
Estos datos obtenidos del Nurses´ Health Study encontraron que un consumo
prolongado y de unas cuatro o más tazas diarias no se asociaba con mayores
riesgos de infarto y, al contrario, parecían proteger a estas mujeres.
Pero la historia con los refrescos o sodas, que no nada más tienen
cafeína, sino también cantidades elevadas de azúcar, es muy diferente…
En 2013, varias sesiones de la Asociación Americana del Corazón (American
Heart Association) presentaron datos recolectados del “2010 Global Burden of
Diseases Study”, donde los investigadores lograron asociar la muerte de 180,000
personas en todo el mundo al consumo de refrescos, bebidas deportivas y jugos
procesados (o bebidas de frutas).
Una vez más, Latinoamérica tuvo el mayor porcentaje de muertes por
consumo de estas bebidas azucaradas: 38,000 muertes por diabetes y el Sureste
asiático así como Asia central tuvieron la mayor cantidad de muertes por
problemas cardiacos relacionados al consumo de estas bebidas también (11,000).
Los investigadores encontraron, por ejemplo, que México (uno de los
países que más consume este tipo de productos y con graves problemas de
obesidad, diabetes y sobrepeso) reportó 318 muertes de adultos por cada millón
de habitantes durante este mismo periodo (2010) y todas ellas vinculadas al
consumo de refrescos y bebidas azucaradas.
Estos productos contribuyen a desarrollar enfermedades como diabetes,
cáncer y problemas cardiacos. En total, en todo el mundo, durante 2010,
murieron 44,000 personas por problemas cardiacos derivados del uso desmedido de
estas bebidas (más otros 133,000 por diabetes y 6,000 por cáncer) y el 78% de
estas personas habitaban países en vías de desarrollo.
Otro estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores de la escuela
Davis de la Universidad de California, vinculó el consumo de bebidas endulzadas
con bajos, medios y altos contenidos de jarabe de maíz de alta fructosa al
aumento significativo de los factores de riesgo de enfermedades
cardiovasculares, incluso si sólo se consumen por periodos cortos, como dos
semanas.
Esto devela que las enfermedades cardiovasculares aumentan a medida que
el consumo de azúcar aumenta también. En el estudio, participaron 85 adultos de
entre 18 y 40 años, que consumieron diferentes dosis de jarabe de maíz de alta
fructosa durante 15 días.
Los hombres además, son más susceptibles que las mujeres a desarrollar
estas enfermedades y con sólo tomar una bebida al día, el riesgo se incrementó
en un 20% (además del aumento también en los niveles de lípidos en la sangre y
problemas de inflamación).
Para las mujeres, el riesgo se va hacia desarrollar aumento en los
triglicéridos (por lo tanto, también problemas cardiovasculares) y mayores
posibilidades de presentar diabetes tipo 2, según un estudio del University’s
Department of Preventive Medicine en Chicago. Otro hallazgo interesante de este
estudio, es que no necesariamente las mujeres que participaron en él subieron
de peso a pesar de haber aumentado sus medidas, por ejemplo, en la cintura.
Y eso no es todo…
Los refrescos, bebidas azucaradas, jugos procesados, tés enlatados y
demás productos que encontramos al alcance de toda la familia en nuestra vida
diaria con contenidos elevados de azúcar no sólo afectan lo que ya mencionamos,
sino muchas otras áreas de nuestro cuerpo y nuestra salud.
Algunos ejemplos de estas afecciones generadas por este tipo de bebidas
azucaradas son:
- Caries y problemas dentales
(así como efectos abrasivos que hacen que los dientes pierdan su esmalte y se
desgastan)
- Síndrome del Intestino
Irritable
- Aumento en la presión
arterial o presión sanguínea
- Aumento en el riesgo de
desarrollar cálculos renales y daños en los riñones y/o
- Riesgo de desarrollar
osteoporosis (específicamente con el consumo de bebidas de cola y no de otros
sabores)
Cuando consideras que las bebidas azucaradas aumentan tu riesgo de
desarrollar varios problemas de salud, incluyendo enfermedades cardiovasculares
y que el riesgo para estas puede iniciarse consumiéndolas incluso durante 2 semanas
solamente, vale la pena evitarlas. La Asociación Americana del Corazón
recomienda que los adultos no consuman más de 450 calorías por semana
provenientes de bebidas azucaradas (basado en una dieta de 2,000 calorías).
Obviamente, el consumo de bebidas azucaradas no es lo único que afecta tu
salud. Una alimentación sana y balanceada, hacer ejercicio regularmente (mínimo
30 minutos de actividad física mínimo 3 a 5 veces a la semana) y mantener un
peso saludable también son muy importantes. Acostumbra a los niños desde
pequeños a beber agua.