NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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LUNES 1 JUNIO 2020
Después de dos meses de haber
permanecido en la congeladora virulenta de la pandemia desatada por el
Covid-19, se regresa a una actividad etiquetada como “La Nueva Normalidad”.
A pesar de las cifras
escalofriantes de contagios y muertes a nivel nacional y estatal, nos queda
claro, que las estrategias en el manejo de la pandemia no resultaron con los
pronósticos previstos.
Mañana si bien se anunció
inicia de manera “escalonada” el retorno a una nueva normalidad, lo cierto es
que el golpe económico aceleró las prisas en diferentes sectores donde ya es
prácticamente imposible seguir guardando confinamiento cuando los gastos siguen
adelante.
En Puebla nos quedó claro que
la llamada estrategia en el manejo de esta pandemia sanitaria fue desastrosa.
Inicialmente tuvimos las
ocurrentes declaraciones del Gobernador Miguel Barbosa que iniciaron restándole
importancia a la pandemia, para luego recular y aplicar mano dura con medidas
como el “hoy no circula” que no aminoraron la movilidad.
Desde este fin de semana, las
calles del Centro Histórico en Puebla lucieron con la acostumbrada movilidad de
los fines de semana.
Algunos con cubre bocas y
otros sin protección se dieron de alta para regresar a las calles, a mirar
aparadores de zapaterías, tiendas de bisutería y un gran número de comercios
que sin estar dentro del giro de no indispensables, retornaron a la actividad
sin Sana Distancia.
Los mercados, tianguis y
áreas comerciales en colonias y juntas auxiliares regresaron a la actividad
dominical esperando reactivar la venta que los dejó en la lona durante las
semanas de inactividad.
Recuperarnos de los golpes
económicos no será sencillo y demandará resistencia no sólo de las grandes
empresas, sino también de los negocios que desde la microeconomía tendrán que
ser ingeniosos y cautelosos para regresar a esa nueva normalidad que aún abre
muchas interrogantes para pronosticar o vaticinar cuántos negocios podrán
sobrevivir, cuántos más se declararán insolventes y cómo nos golpeará a todos
la oleada de desempleo que incrementará el comercio informal y riesgosamente la
inseguridad.
La nueva normalidad también
se notará en el comportamiento de una ciudadanía que tras un confinamiento
regresa para encontrar nuevos escenarios en sus entornos personales. Algunos con
trabajo, otros a buscar nuevas ofertas y otros más a desafiar la forma de
sobrevivir.
Son los nuevos tiempos post
Covid19 que se sienten en el ánimo de la gente, en un país muy confrontado
donde es más fácil diferir que coincidir.
Habrá que hacer cientos de
operaciones cicatrices entre gobiernos y ciudadanos para retomar acuerdos,
acciones, estrategias y dinámicas que ayuden a reactivar una economía
lastimada, contagiada pero sobre todo una credibilidad hacia los gobiernos
duramente desgastada.