NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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MIÉRCOLES 30 SEPTIEMBRE
2020
VIDA
Y SALUD
Bien
dicen por ahí que los hijos aprenden no de lo que sus padres dicen, sino de lo
que sus padres hacen y sienten. Un estudio reporta que la ansiedad social de
los padres es un factor de riesgo para que los niños también la desarrollen. La
falta de afecto y el exceso de críticas son las conductas a través de las
cuales los padres demuestran esa ansiedad y se la trasmiten a los niños.
Cuando
te conviertes en padre o madre, llega a tu vida el regalo más lindo e
importante. El amor y el respeto que haya en tu hogar serán el modelo para que
esos hijos crezcan en un ambiente emocional sano. Ellos son una “fotocopiadora”
de todo aquello que dices y de las emociones que manifiestas. Por eso, no es
una coincidencia que las emociones también se aprendan. Si los padres sufren de
ansiedad social (el tipo de ansiedad más común), los hijos también pueden
desarrollar ese tipo de trastorno.
Un
estudio reciente realizado por unos médicos del Centro Pediátrico John Hopkins
confirma que cuando los padres sufren de trastorno de ansiedad social –que es
la forma más frecuente de ansiedad-, los niños están en mayor riesgo de
desarrollar ansiedad. Además, el estudio dio ejemplos de las conductas de los
padres que aumentan este riesgo en los niños: la falta de calidez y afecto y las
constantes críticas y dudas.
Para
llegar a estas conclusiones, el equipo de investigación analizó las
interacciones entre 66 padres con ansiedad (21 diagnosticados con ansiedad
social y el resto con otra forma de ansiedad como pánico o trastorno obsesivo
compulsivo) y sus hijos de entre 7 y 12 años de edad.
Se
armaron equipos entre padre e hijo y se grabó un video mientras trabajaban
juntos para escribir discursos sobres sí mismos y para copiar diseños. Esta
tarea la tenían que terminar en un lapso de 5 minutos, mientras que los
investigadores calificaban en una escala de 1 a 5 el afecto y las críticas que
los padres mostraron a sus hijos.
Al
final de la prueba, se demostró que los padres con ansiedad social eran menos
afectivos y cálidos con sus hijos. También tendían a criticar más a sus hijos y
a dudar de su capacidad para completar la tarea.
Este
estudio proporciona datos útiles para que los psicólogos que están tratando a
los padres con ansiedad, tengan en cuenta que es importante discutir cómo esta
condición puede tener un impacto en la salud mental de sus hijos. De la misma
manera, proporciona información acerca de que la ansiedad no solamente se
hereda, sino que los factores ambientales y la interacción con los padres son
catalizadores para su desarrollo.
Es
importante prevenir la ansiedad en los niños, pues si no se trata o se detecta,
puede conducir a la depresión, al abuso de sustancias y a un rendimiento
deficiente en la escuela.
Si
tienes alguna duda respecto a los trastornos de ansiedad, consulta con tu
médico o con un profesional calificado. Piensa que además de tu salud, también
está en juego la salud de tus hijos.
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