Tus
hijos pequeños pueden confundir los paquetitos de detergente para la lavadora
de platos con un juguete. Y es fácil que suceda: después de todo son coloridos,
blanditos y llaman mucho la atención. Al igual que otros productos de limpieza,
estos paquetes son un peligro para los más pequeños que pueden terminar
lesionados seriamente y hasta envenenados. Descubre más detalles sobre este
tema y haz que tu hogar sea un lugar seguro, especialmente para los chiquitines
de la familia.
Los
padres tienden a pensar que no hay ningún lugar más seguro que el hogar. Sin
embargo, los pequeños descuidos pueden ser los más peligrosos. Tanto, que según
los Centros de Control y Prevención de Estados Unidos, las lesiones son la
principal causa de muerte entre los niños, que se producen principalmente por
accidentes automovilísticos, asfixia, ahogamientos, envenenamientos, incendios
y caídas.
Por
eso, lo importante es ocuparse, más que preocuparse. Por ejemplo, así como has
tapado todos los enchufes que están a la altura de tu bebé, hay otros cuidados
necesarios para mantener un hogar seguro, como poner puertas en las escaleras o
evitar dejar los mangos de las sartenes hacia afuera de la hornilla. Hay que
tener diferentes cuidados para cada habitación del hogar, incluido el jardín y
los espacios exteriores.
Hacer
un detalle de todo resultaría muy extenso en un solo artículo. Por eso, aquí te
proponemos que pienses en los posibles envenenamientos con productos de
limpieza y como evitarlos. Parece una tontería pero un descuido puede ser
fatal: tal es el caso con los paquetitos o sobrecitos de detergente
individuales o para un solo lavado, por ejemplo, que están disponibles
actualmente en simpáticas envolturas de colores que hasta parecen caramelos,
golosinas o juguetes.
Un
informe británico que se publicó en la revista Archives of Disease in Childhood
reporta esta preocupación y detalla que los médicos de un hospital infantil de
Gran Bretaña atendieron cinco casos de intoxicación por detergente entre niños
menores de dos años, en los últimos 18 meses.
Los
niños sufrieron quemaduras químicas severas en el esófago. Además, varios de
los niños del informe británico sufrieron una inflamación en las vías
respiratorias tan grave que necesitaron
intubación (introducción de un tubo a la tráquea para que pudieran
respirar). Algunos de ellos fueron admitidos a la unidad de cuidados intensivos
en el hospital y uno además, necesitó cirugía para eliminar una área de tejido
cicatricial (de cicatriz).
Es
que los niños suelen llevarse todo a la boca y al morder esos paquetitos,
aunque no sea con mucha presión, pueden romperlos y terminan tragando el
detergente (ten en cuenta que los paquetes de detergente individuales, para un
solo lavado, están diseñados para disolverse rápidamente en la lavadora).
Por
lo general, tragarse el detergente para lavar causa malestar estomacal leve o
puede incluso no causar síntomas. Pero los nuevos paquetes de detergente
parecen ser más potentes, o están más concentrados, y los niños que toman el
líquido de las cápsulas podrían vomitar, hacer ruido al respirar o jadear (si
tienen dificultad para respirar). Incluso, de acuerdo con la Asociación
Americana de los Centros del Control de Envenenamiento (AAPCC por sus siglas en
inglés), algunos hasta podrían necesitar respiración artificial (ventilación
asistida con una máquina).
Para
proteger a los niños de envenenamientos, debes mantener los detergentes fuera
de su alcance, de preferencia en gabinetes o armarios cerrados con llave y si
es posible, en lugares elevados (no los pongas debajo del fregadero o en ningún
lugar que esté accesible para un niño).
Esta
regla también se aplica para los pesticidas y cualquier otro producto químico y
de limpieza, incluso algunos que parecen inofensivos. Para que no te queden
dudas, toma nota de estos otros productos que también hay que mantener fuera del
alcance de los más pequeños:
Desinfectantes
para los baños y la cocina (incluyendo los blanqueadores).
Productos
de limpieza como los limpiadores del desagüe, las pinturas y el pegamento.
Productos
para automóviles, como el anticongelante o el líquido para lavar el parabrisas.
Productos
de belleza o para el cuidado de la salud como los medicamentos y los cosméticos
para el cabello y para las uñas.
Aerosoles
e insecticidas para las cucarachas, repelentes de insectos y venenos para ratas
y roedores.
Productos
para eliminar la maleza y el moho.
Champú
contra las pulgas o las garrapatas, los polvos y los desinfectantes para las
mascotas.
Productos
químicos para las piscinas.
Si de
todos modos ocurre una intoxicación o envenenamiento, trata de mantener la
calma y de actuar rápidamente. En caso de que el niño se lo haya tragado, no
trates de provocarle el vómito (especialmente si el niño está inconsciente) ni
le des nada de beber. Llama al 911 si vives en Estados Unidos o al número de
emergencia de tu localidad. Desde luego, es mejor prevenir que tener que
lamentar: deja de preocuparte y ocúpate en hacer que tu hogar sea un lugar
seguro para tus niños.
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