Te habían dicho que durante el
embarazo sentirías muchas ganas de dormir. Pero tú no sabes por qué no logras
conciliar el sueño durante las noches desde que estás en estado, o sientes que
no duermes lo suficiente y amaneces sintiéndote cansada. En Vida y Salud te
explicamos de qué se tratan estos problemas para dormir durante el embarazo y
qué puedes hacer para recobrar el sueño perdido.
Si no has podido volver a dormir
bien desde que estás embarazada, no te angusties, pues es bastante común. Con
tantos cambios físicos, hormonales y emocionales que estás viviendo en este
momento, es normal que tu sueño nocturno sea uno de los más afectados durante
tu embarazo. De acuerdo con una encuesta de la Fundación Nacional del Sueño
realizada en 1998, el 78% de las mujeres duerme peor durante el embarazo que en
cualquier otro momento de su vida.
¿A qué se deben esos problemas del
sueño? A muchas razones, las cuales varían en la medida en que tu embarazo
avanza.
Por ejemplo, en el primer trimestre
tu sueño se puede ver afectado por la ansiedad que te genera la noticia de tu
nuevo embarazo, y el estrés al pensar en el gran cambio que se viene para tu
vida y tu relación de pareja. Además, tus idas al baño durante las noches, ya
sea para orinar o por náuseas y malestar estomacal, interrumpen tu sueño y no
te dejan dormir toda la noche corrida.
En el segundo trimestre, las
visitas al baño disminuyen y te dejan dormir mejor. Pero mientras tu panza
crece y tu ansiedad aumenta, sigues teniendo algunos motivos para despertarte
algunas veces en la noche.
Finalmente, cuando llega el tercer
trimestre es cuando más sufres de no poder dormir. Y no es para menos pues es
cuando más sientes el peso del embarazo. Tu bebé que sigue creciendo al igual
que tu panza, ya se empieza a sentir pesado, no te puedes acomodar tan
fácilmente en la cama y la espalda te molesta. Además, tanto el peso como la
posición de tu bebé están presionando tu vejiga y las visitas al baño se
vuelven a hacer frecuentes.
Otros motivos que podrían no
dejarte dormir tranquila durante el embarazo son:
calambres en las piernas o el
“síndrome de las piernas inquietas”, que es cuando sientes una incomodidad en
las piernas que sólo se calma moviéndolas
la acidez o el reflujo
gastroesofágico nocturno te podrían molestar mientras duermes
la congestión nasal podrían
empeorar en los últimos meses de embarazo
algunas mujeres, especialmente
cuando están obesas, sufren apnea del sueño, una condición que hace que la
respiración se interrumpa varias veces mientras duermen
¿Qué puedes hacer para volver a
dormir?
Comida para dormir. Algunos
alimentos son ideales para ayudarte a dormir, como un vaso de leche tibia con
galletas (o cualquier otro carbohidrato) antes de acostarte. Pero, evita tomar
muchos líquidos antes de acostarte, especialmente agua, para no aumentar las
idas al baño.
Duerme de costado. Los
expertosrecomiendan que duermas de lado para evitar que el peso de tu bebé
presione la vena principal que va al corazón y así permitir un mejor flujo de
sangre hacia tu bebé. Además, es bueno para aliviar la presión sobre tu
espalda. También hay quienes recomiendan que duermas especialmente sobre tu
lado izquierdo para evitar que el útero presione el hígado que está sobre el
lado derecho.
Usa más almohadas. Actualmente en
algunas tiendas puedes encontrar almohadas especiales para embarazadas. De
todos modos, especiales o no, el colocar más almohadas debajo de tu espalda y
de tu abdomen te podría ayudar a aliviar la incomodidad. Y para dormir de lado,
una almohada entre las piernas es la clave.
Luz nocturna. Si te estás
levantando muchas veces al baño, compra una lucecita nocturna para no encender
la bombilla principal que te hace despertar aún más
Relájate. Para calmar la ansiedad y
el estrés por el embarazo, nada mejor que aprender algunas técnicas de
relajación como respiración profunda, meditación, masajes relajantes,
ejercicios de estiramiento o yoga.
Muévete. El ejercicio durante el
embarazo es altamente recomendado para tu salud y la de tu bebé (a menos que tu
obstetra te diga lo contrario). Además, es excelente para ayudarte a dormir
bien pues calma tu ansiedad y usa tus energías. Pero no lo hagas justo antes de
irte a dormir, es preferible por las mañanas o por la tarde antes de la cena.
Si definitivamente no logras
conciliar el sueño a pesar de haber probado varias de estas técnicas, habla con
tu médico. Tal vez pueda deberse a un problema diferente o que necesites algún
medicamento especial. Y nunca tomes ningún medicamento aunque sea de venta
libre (hierbas, suplementos o pastillas para dormir) sin la autorización de tu
obstetra, pues pueden poner en riesgo tu embarazo.
Pero no te estreses si no logras
dormir algunas noches. A veces es mejor levantarte a leer un libro, a revisar
tu correo electrónico, a hacer listas de cosas que quieres tener listas para
cuando nazca tu bebé o simplemente a ver televisión o a escuchar música. Esas
actividades te ayudarán a tranquilizarte y el sueño regresará antes de lo que esperas.
¡Te deseo que pases muy buenas noches!