DOCTORA ALIZA
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos
lanzaron nuevas recomendaciones para el tratamiento de la gonorrea, una
enfermedad de transmisión sexual que se ha vuelto resistente a la mayoría de
las medicinas que podían combatirla. Por eso es importante que te informes bien
sobre este tema y aprendas a prevenir el contagio de la gonorrea.
La gonorrea es una enfermedad de transmisión
sexual (ETS) causada por una bacteria llamada Neisseria gonorrhoeae, que puede
contagiarse de una persona a otra durante la actividad sexual (ya sea durante
las relaciones sexuales vaginales, orales o anales) y causa infecciones en la
cérvix (el cuello del útero o matriz), la vagina y la uretra (tubo de la
orina), entre otras.
Si las infecciones que causa la gonorrea no se
tratan, pueden extenderse hacia otras partes del cuerpo y generar
complicaciones más graves. En el caso de los hombres, por ejemplo, puede causar
una inflamación en la próstata (prostatitis) o en los testículos
(orquiepididimitis), mientras que en las mujeres puede provocar la llamada
enfermedad inflamatoria pélvica (EIP).
En las personas que practican relaciones sexuales
anales puede provocar una inflamación en el ano y el recto (denominada
proctitis gonocócica) y en quienes practican relaciones sexuales orales puede
causarles una infección en la garganta provocando una faringitis gonocócica.
Como en el caso de otras bacterias, la forma de
combatir esta enfermedad es usando antibióticos. Para eliminar a las bacterias
que provocan la enfermedad, los antibióticos también eliminan a otras bacterias
“buenas” que son necesarias para el organismo y que, para colmo de males,
suelen ser más débiles y por ese motivo son las primeras en morir.
El problema es que, muchas veces, como las
personas comienzan a sentirse mejor, abandonan el tratamiento y las bacterias
“malas” que sobrevivieron se vuelven más fuertes, se vuelven resistentes a los
antibióticos disponibles, como en el caso de la gonorrea, como te contamos en
una columna aquí en VidaySalud.com recientemente. ¿Qué significa eso? Que de
continuar así, dentro de un tiempo podríamos no tener cura para la gonorrea, a
menos que se descubra un antibiótico nuevo diferente capaz de eliminar a la
Neisseria gonorrhoeae.
Luego de que se difundiera esa información a
nivel internacional, las autoridades sanitarias de Estados Unidos han anunciado
nuevas recomendaciones para el tratamiento de esta enfermedad que incluyen:
utilizar un conjunto de antibióticos de manera simultánea.
Específicamente, los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos recomiendan que el
tratamiento de primera línea para combatir la gonorrea sea un antibiótico
inyectable denominado ceftriaxona (que se conoce bajo la marca comercial
Rocephin), en vez de cefixima (que se comercializa con el nombre Suprax, entre
otros).
Según las recomendaciones, que aparecen en la
edición del 10 de agosto de la revista Morbidity and Mortality Weekly Report,
la ceftriaxona debe usarse en combinación con uno de dos antibióticos orales,
ya sea el denominado azitromicina (que se vende bajo la marca Zithromax, entre
otras) o doxiciclina (que se comercializa con las marcas Doryx y Monodox, entre
otras).
Las nuevas recomendaciones también aconsejan que
todos los pacientes se sometan a una “prueba de cura”, para asegurar que la
gonorrea se haya erradicado por completo (anteriormente, la prueba de cura sólo
se les hacía a las mujeres embarazadas).
De ese modo, se espera que la bacteria no siga
fortaleciéndose. Mientras tanto, recuerda que la mejor forma de combatir la
gonorrea es tratando de evitar su contagio. ¿Cómo? Practicando sexo seguro y
haciéndote controles regulares con el médico.
Recuerda que, como dice el dicho, “cuidarse es quererse”, y si lo haces podrás seguir disfrutando de tu salud, de los beneficios del sexo con tu pareja, y de una vida sexual plena.