Han pasado ya 24 años de aquel trágico martes 5
de octubre, cuando Teziutlán vivió horas y días muy tristes, a causa de un
deslave que acabó con el asentamiento humano ubicado en el barrio de la Aurora,
donde se afirma que vivían cerca de cien familias, quienes en cuestión de
segundos se vieron avasallados por la tormenta y es que llovió durante 72 horas
continuas, lo que provocó que el barrio de la Aurora desapareciera bajo un alud
de tierra y lodo, que arrasó todo lo que encontró a su paso.
Por ello en conmemoración de las víctimas de
esta tragedia, el gobierno municipal hizo sonar las sirenas de las unidades de
Protección Civil, ante la tristeza de los asistentes por el recuerdo de aquella
fatídica mañana.
Autoridades municipales encabezadas por
Floricel González Méndez, Secretaria del Ayuntamiento, quien acudió en nombre
del presidente Carlos Peredo, así como los regidores y funcionarios de la administración 2021-2024, autoridades
educativas, alumnos de bachiller, secundaria, primaria, prescolar y habitantes
de Lomas de Ayotzingo, que nació como refugio para las familias que lo
perdieron todo en esa mañana, se reunieron en torno al memorial a las víctimas,
guardaron un minuto de silencio, colocaron ofrendas florales e hicieron
guardias de honor, además de brindar un minuto de aplausos para todos los
ausentes y también para las familias sobrevivientes que hoy habitan esta
unidad.
En un acto de solidaridad y empatía con los
habitantes de Lomas de Ayotzingo, el gobierno municipal realizó una rifa de
artículos para el hogar, como salas, comedores, vajillas y colchones.
Entre las autoridades presentes, estuvieron
Rene Meza González delegado de Protección Civil del gobierno del estado en esta
zona, Yeni del Carmen Aguilar Rivera, Directora del Jardín de Niños “Cecilia
Cabrera Gutiérrez”, José Antonio Tadeo Márquez, Director de La Escuela Primaria
“Ford”, Elfego Campos Morales, Director de la Escuela Secundaria “María del
Carmen Millán Acevedo” y Dulce María Gutiérrez Ávila, Directora del
Bachillerato Nicolás Bravo.
La emotiva reseña del 5 de octubre de 1999, estuvo a cargo del alumno Jaime García Martínez del quinto semestre del Bachillerato Nicolás Romero.