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JUEVES 28 FEBRERO 2019
La
glucosamina y la condroitina son sustancias que existen naturalmente en el
cartílago y el líquido que rodea a las articulaciones y además se venden en el
mercado como suplementos alimenticios. Pero ¿para qué sirven y cómo se usan?
Muchas
personas toman glucosamina y condroitina pensando que les ayudará a formar
cartílagos nuevos porque varios estudios afirman que más de la mitad de la
gente con osteoartritis mejoran tomando estas sustancias, se pueden mover mejor
y su dolor disminuye, especialmente a corto plazo. Sin embargo, en general la
evidencia científica indica que aún se requieren más estudios y tiempo de
investigación para realmente comprobar si son ellas las responsables de estas
mejoras o no.
La
condroitina se encuentra normalmente en nuestro cuerpo en lo que se conoce como
tejido conectivo que está en las articulaciones y en los huesos. Entre sus
funciones ayuda a que el cartílago conserve agua (ya que el cartílago funciona
como amortiguador) y junto con la glucosamina, ayuda a que conservemos el
cartílago.
Separando
un poco una sustancia de la otra, sabemos que la glucosamina se encuentra,
además de en nuestro cuerpo, en otras fuentes naturales como son las conchas de
los océanos, y cuando es parte de las suplementos dietéticos, la mayoría de las
veces es creada en laboratorio.
La
condroitina, a su vez, se crea a partir de fuentes animales, como por ejemplo
el cartílago de vaca, y desde hace más de 20 años se tienen registros de su
eficacia para aliviar dolores artríticos (cuando se utiliza con otros
medicamentos convencionales que alivian también el dolor y la inflamación o
hinchazón).
Aunque
la glucosamina y la condroitina juntos puedan controlar el dolor, parece que no
ayudan a detener el avance de la artritis y tampoco a crear cartílagos nuevos
(aunque mucha gente, de hecho, lo use para esto último, los resultados de la
pruebas no lo confirman). Así que muchos médicos prefieren recomendarle estos
suplementos a sus pacientes y probar un par de meses (normalmente tres) para
evaluar si les están ayudando o no.
En
Estados Unidos y otros países se encuentran como suplementos alimenticios.
Aplicaciones
de la glucosamina y la condroitina
La
osteoartritis (la artritis de tipo degenerativo que se desarrolla con el paso
de los años, y que es la forma más común de artritis) puede provocar mucho
dolor y deformar las articulaciones, especialmente las de los dedos de las
manos, pero también otras y aunque la glucosamina y la condroitina se usan con
mucha frecuencia para tratar esta afección, los resultados de las
investigaciones son mixtos, por ejemplo, la Academia Americana de Cirujanos
Ortopédicos (American Academy of Orthopedic Surgeons) en Estados Unidos no la
recomienda específicamente para el tratamiento de la osteoartritis en las
rodillas, por falta de evidencia a largo plazo.
Sin
embargo, en relación a la mejoría en el dolor, como mencioné anteriormente, de
acuerdo a numerosos estudios en los últimos 80 años, en pacientes con
osteoartritis de la rodilla, de la columna, de las caderas y de los dedeos de
las manos, el beneficio que notaron no sólo en el alivio del dolor sino en la
habilidad de moverse y el hecho de que redujeron la cantidad medicamentos que
tomaron para el dolor, parece representar evidencia científica sólida para el
uso de la condroitina para la osteoartritis. Sin embargo, los estudios fueron
únicamente por corto plazo (6 a 24 meses), y que desconoce el efecto a largo
plazo y que no se sabe si el uso de la condroitina con la glucosamina es mejor
que uno de los agentes solo es mejor que ambos.
Por
otro lado, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Institutos Nacionales de
la Salud no encontró los estudios tan positivos ya que sólo calificó a la
condoitina como posiblemente eficaz para disminuir el dolor en la osteoartritis
cuando se toma por vía oral. Piensa que los resultados puedan deberse a las
diferencias en las personas estudiadas, a los productos que se utilizaron y al
diseño de los estudios. Y que el beneficio es modesto o insignificante. En
cuanto a las cremas que contienen condroitina, mencionan que generalmente
vienen en presentaciones con glucosamina y alcanfor y que es el último
compuesto el que ayuda a mejorar el dolor.
Adicionalmente,
la Biblioteca Nacional de Medicina de los Institutos Nacionales de Salud
establece que aunque la glucosamina posiblemente es eficaz para la
osteoartritis de la rodilla, no funciona en todas las personas especialmente en
las que tienen casos severos, los que están en sobrepeso, los que han tenido el
problema por mucho tiempo o en las personas de edad avanzada. Esta agencia
menciona que ni la condroitina ni la glucosamina no parecen ayudar a que la
articulación desarrolle cartílago nuevo ni a detener el progreso de la
osteoartritis.
Se
han estudiado otros usos para estos suplementos, por ejemplo, la glucosamina,
se ha probado para tratar la psoriasis y el glaucoma. La evidencia científica
basada en los estudios realizados hasta la fecha para esta estas condiciones
sugiere que su eficacia es dudosa y se requiere más investigación en estas
áreas antes de llegar a recomendaciones firmes.
La
condroitina, a su vez, se ha estudiado también en la prevención de enfermedades
del corazón, la psoriasis, el glaucoma, la cistitis intersticial y la vejiga
hiperactiva. Pero la evidencia científica para estas condiciones es pobre, o
sea que es dudoso que la condroitina ayude en estos casos y se requieren más
estudios.
Si
estás embarazada o en el periodo de lactancia, también considera que no hay
suficiente información de que estas sustancias sean seguras ni para ti ni para
tu bebé. Recuerda que es un periodo muy delicado y no puedes automedicarte bajo
ninguna circunstancia sin saber los efectos que podría tener en tu salud y la
de tu hijo.
Si
tienes diabetes, niveles bajos de azúcar en la sangre o estás tomando
medicamentos que afecten la glucosa, también ten precaución antes de tomar
condroitina y/o glucosamina. No se sabe bien cómo pueden afectar a la insulina
en tu cuerpo o al azúcar en la sangre y aunque algunos estudios sugieren que no
se afectan, hasta que no se sepa con seguridad y tu doctor lo autorice, evita
su uso.
También
ten cuidado si tomas medicamentos para el tratamiento contra el cáncer, la glucosamina
podría hacerlos menos efectivos.
La
glucosamina y/o la condroitina pueden empeorar la salud en los pacientes con
asma, pueden causar mareos, sueño y adelgazar la sangre.
Si
eres alérgico a los mariscos, debes tener precaución con productos que contengan
condroitina y/o glucosamina ya que podrías tener una reacción alérgica.
En
cuanto a la dosis, se han estudiado dosis de 200 a 400 mg dos a tres veces al
día, de 800 a 1,200 mg una vez al día con efectos similares. Las agencias que
regulan los suplementos son diferentes en cada país. En Estados Unidos, no hay
ningún organismo que las supervise y no están bajo la Administración de
Medicamentos y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés). Eso significa que la
calidad y cantidad de lo que viene en cada botella puede variar y puede ser
diferente a lo que se evaluó en los estudios científicos.
Recuerda
que aunque la FDA apruebe este tipo de suplementos alimenticios y que
comprarlos sea relativamente fácil (pues no se requiere receta) es conveniente
que consultes al médico antes de empezar cualquier tipo de medicamento o
suplemento y que monitorees cualquier cambio que sientas.