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JUEVES 28 MARZO 2019
“Adultos mayores hombres respiración vida saludable”
Respirar
es vital para la vida de todos y cada uno de los tejidos y órganos del cuerpo
humano. Cuando estamos en reposo,
respiramos de 12 a 16 veces por minuto, pero la mayoría de las veces, sobre
todo si no hay dificultades para respirar, ni lo notamos. Sin embargo, si nos falta el aire, respirar
provoca una sensación pesada, molesta y hasta desesperada. Millones de personas en el mundo viven con
una dificultad permanente para respirar, lo que se conoce como Enfermedad
Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Queremos ayudar a los que la padecen
brindándoles estos 10 consejos para aliviarla y mejorar la calidad de vida.
Respirar
honda y profundamente, exhalar todo el aire de los pulmones sin toser o sin
sibilancia es un lujo que no pueden darse los pacientes con enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC), una condición que afecta los pulmones y, según
datos de la Organización Mundial de la Salud, causa la muerte de una persona
cada 10 segundos. Si no se hace nada
para evitarla – como dejar el cigarrillo, por ejemplo, estas muertes
innecesarias aumentarán un 30 por ciento en los próximos 30 años, haciendo que
se convierta en la tercera causa de muerte en todo el mundo para el año 2030.
Bajo
el término de EPOC se agrupan varias enfermedades pulmonares crónicas que
reducen el flujo del aire que entra al cuerpo al respirar, como el enfisema (en
la que el tejido pulmonar se va destruyendo con el tiempo), o la bronquitis
crónica (que produce la inflamación de los bronquios y una tos con flema y expectoración). Ambas condiciones pueden producirse por
separado, pero es muy frecuente que los pacientes tengan las dos a la vez.
Si
sufres de EPOC, no debes quedarte con los brazos cruzados esperando a que la
enfermedad avance. Puedes tomar una serie de medidas que mejoren tu capacidad
para respirar y por lo tanto, tu calidad de vida. En Vida y Salud, te recomendamos lo
siguiente:
1. Lo más importante: es dejar el tabaco
El
hábito de fumar es la causa principal de la EPOC. Se calcula que más del 80 por
ciento de los casos están vinculados a antecedentes de tabaquismo por varios
años (el resto de los casos se deben a la exposición a largo plazo al aire
contaminado, gases tóxicos, vapores químicos, polvo o a haber sufrido varias
infecciones respiratorias durante la infancia, entre otras causas). Si todavía fumas, incluso cuando lo hayas
reducido a un mínimo, deja de hacerlo de inmediato para que tus pulmones
empiecen a recuperarse cuanto antes.
Puedes pedirle ayuda a tu médico y a tu familia. Este es el paso más
definitivo y el que marcará la diferencia en tu bienestar en el futuro. Al año
de haber dejado el hábito de fumar, las pruebas de funcionamiento pulmonar
estarán mejor.
2. Evita el humo de segunda mano
Aunque
hayas dejado de fumar hace muchos años, si padeces de EPOC, este continúa
siendo uno de los irritantes principales de tus pulmones (y otra de las causas
de la EPOC). Si hay alguien fumando en
tu entorno y es un lugar público, aléjate. Y en tu casa (o automóvil) prohíbe que enciendan un cigarrillo, por más
inofensivo que parezca, no lo son. De esta forma estarás protegiendo tu salud y
la de tus seres queridos.
3. Sigue el tratamiento indicado por el médico
Esto
incluye tomar tus medicamentos de control, broncodilatadores, relajantes
musculares y/o medicamentos de tipo corticosteroide para reducir la inflamación
y las exacerbaciones repentinas. Se constante con tu programa de rehabilitación pulmonar física,
es decir, aquellos ejercicios indicados para mejorar tu capacidad respiratoria
y por ende, la de oxigenar tu cuerpo. Mientras más oxígeno recibas, más energía
tendrás para poder realizar tus actividades diarias.
4. Bebe suficiente agua diariamente
Como
mínimo, trata de beber un litro y medio de agua o de líquidos al día. Esto te
ayuda a reducir la viscosidad de las secreciones en los pulmones, a eliminarlas
más fácilmente y por lo tanto, a respirar mejor.
5. Lleva una dieta saludable
Mantener
un peso saludable o perder el exceso de peso, hará que tu organismo funcione
mejor. Por ejemplo, evita las comidas muy abundantes o llenas de grasa. Reduce
el consumo de carnes procesadas. Un estudio del 2012 dado a conocer por la
Fundación Europea del Pulmón, reveló que los nitratos utilizados en la
preservación de las carnes curadas producen una sustancia que puede dañar el
tejido pulmonar. Si los pacientes con EPOC consumen este tipo de carne
frecuentemente, empeoran los síntomas de la condición y aumentan los riesgos de
requerir hospitalización.
6. No te expongas a las emanaciones fuertes
Esto
incluye las que provienen de los productos de limpieza, o de gases que
provengan de la cocina. Si alguien realiza la limpieza en el hogar, sal de casa
o trasládate a una habitación a la que no lleguen ni el polvo ni los
olores. Del mismo modo, si el aire en el
exterior está contaminado, con humo, o hay una construcción cercana, evita
salir a la intemperie o usa una mascarilla protectora.
7. Haz ejercicio siempre que puedas
Aunque
pienses que lo último que podría mejorar tu falta de aire es el ejercicio, te
equivocas. A los pacientes de EPOC, según el grado de su condición, se les
recomienda mantenerse activos: caminar, montar bicicleta o cualquier otro tipo
de actividad aeróbica ayudan a aumentar la capacidad pulmonar. Una
investigación dada a conocer a principios del año y publicada en la revista
Respirology, indica que las caminatas diarias de dos millas (equivalentes a
3.21 km) por lo menos, reducen la necesidad de hospitalización por crisis
respiratorias severas en pacientes con EPOC.
¿Por qué no pruebas a practicar un poco de yoga? Un grupo de investigadores del Instituto All India de
Ciencias Médicas, en Nueva Delhi, ha encontrado que las personas con EPOC
pueden disminuir sus síntomas si practican yoga de manera regular.
8. Reduce el polvo en tu hogar
Como
medidas preventivas, asegúrate de mandar a limpiar con frecuencia los conductos
de calefacción o de aire acondicionado que tienden a acumular el polvo, al
igual que las alfombras. Lo ideal es instalar otro tipo de piso, como el de
losa o madera, pero si no se hace, hay que aspirar las alfombras con
frecuencias (otra persona, no tú).
9. Cambia las cabezas de la ducha
Estas
pueden alojar ciertas micobacterias, inofensivas para las personas sanas, pero
que pueden causar infecciones, tos y dificultad al respirar a los pacientes de
EPOC. Suelen ser resistentes a los antibióticos, así que la mejor manera de
mantenerlas a raya es limpiar o reemplazar la cabeza de la ducha por lo menos
dos veces al año.
10. Cuidado con los artículos de higiene personal
Los
jabones, champús, desodorantes, lacas para el cabello y los cosméticos
perfumados podrían causarte falta de aire. Es preferible que adquieras las
versiones sin aroma y evites los perfumes y las colonias de olor muy intenso.
La
EPOC es una condición crónica, pero puedes mejorar los síntomas y evitar su
avance si tomas estas medidas y cualquier otro consejo que te dé tu médico. No dudes en llamarlo(a) si empeoran tus
síntomas, para que puedas respirar con la menor dificultad posible.