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LUNES 27 MAYO 2019
Cáncer niños y adolescentes vida saludable
El
pediatra recomendó que nuestra hija de 9 años reciba la vacuna contra el VPH.
Nos parece prematuro administrarle a esta edad una vacuna que sirve para
proteger a las mujeres contra una enfermedad de transmisión sexual. ¿Sería
mejor esperar? ¿Cuáles son los efectos secundarios? ¿Cómo saber si la vacuna es
segura?
La edad de 9 años es buena para que las niñas
reciban la vacuna contra la infección por el virus del papiloma humano (VPH).
Esta importante vacuna protege contra el cáncer del cuello uterino, tipo común
de cáncer que pone fin a la fertilidad femenina y puede ser mortal. Los efectos
secundarios de la vacuna son raros y generalmente leves. Se ha comprobado que
esta vacuna anticancerígena contra el VPH es segura y eficaz.
La
mayoría de casos de cáncer del cuello uterino se deben al VPH, que es una
infección de transmisión sexual. La Administración de Drogas y Alimentos de
Estados Unidos (FDA) ha autorizado dos vacunas contra el cáncer del cuello
uterino: el Gardasil y el Cervarix. A fin de que la vacuna sea eficaz, se la
debe administrar en tres dosis, durante un período de seis meses. La vacuna ha
logrado prevenir el cáncer del cuello uterino en la mayoría de casos en que se
administraron las tres dosis en una niña o mujer antes de que se expusieran al
virus. Además, puede también prevenir la mayoría de tipos de cáncer de la
vagina y vulva.
Los
Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que la
vacuna contra el VPH se administre en niñas de 11 a 12 años, e incluso autoriza
empezar la vacunación a la edad de 9 años. Mayo Clinic empieza a los 9 años,
debido a varias razones que se exponen a continuación.
Primero,
cuando una niña preadolescente o adolescente goza de salud, no suele acudir con
frecuencia al médico y eso hace difícil asegurarse que reciba la vacuna contra
el VPH de manera oportuna. En la mayoría de niñas de 9 o 10 años en cambio, son
los padres son quienes las llevan a las revisiones médicas, ofreciendo una
buena oportunidad para empezar la administración de la serie de la vacuna
contra el VPH.
Segundo,
el momento en que el cuerpo de una niña responde mejor que nunca a las vacunas
es cuando tiene entre 9 y 11 años. Por
lo tanto, la administración de la vacuna contra el VPH a la edad de 9 años
permite aprovechar esa oportunidad idónea para que la niña reciba la vacuna en
el mejor momento.
Tercero,
muchas adolescentes son sexualmente activas, de modo que no se debe esperar
hasta que estén por terminar la adolescencia para administrarles la vacuna sin
que ya corran riesgos. Una niña está protegida cuando recibe las tres dosis de
la vacuna antes de exponerse al virus; pero si mantiene relaciones sexuales
antes de completar toda la serie de la vacuna, corre riesgo de contraer la
infección del VPH.
Algunos
adultos han manifestado inquietud respecto a que la vacuna contra el VPH puede
promover la actividad sexual entre las niñas antes de lo previsto, pero ninguna
de las varias investigaciones realizadas ha logrado encontrar evidencias de que
la administración de la vacuna contra el VPH incite cambios en el
comportamiento sexual de las niñas.
La
vacuna atravesó por un proceso extenso antes de recibir la autorización de la
FDA y se ha comprobado que es segura. Desde que se otorgó dicha autorización,
se han administrado y controlado estrechamente más de 60 millones de dosis,
hecho que ha permitido recoger abundante cantidad de datos para sustentar la
seguridad y eficacia de la vacuna contra el VPH.
Una
preocupación anterior sobre la vacuna era la idea de que pudiese conducir al
síndrome de Guillain-Barré, que es un trastorno neurológico. Se ha investigado
exhaustivamente sobre esa posibilidad, sin que se haya encontrado ninguna
vinculación. Además, no existe ninguna evidencia que sustente la aseveración de
que la vacuna contra el VPH cause retraso mental.
Los
efectos secundarios de la vacuna contra el VPH normalmente son leves y por lo
general incluyen dolor, hinchazón o enrojecimiento en el sitio donde se
administró la vacuna. En las adolescentes, la vacuna contra el VPH puede
provocar un desmayo, porque las adolescentes son proclives a ello con todas las
vacunas y con las extracciones de sangre. Esa es otra razón por la que es bueno
iniciar pronto la administración de esta vacuna, antes de que la niña empiece
la adolescencia. Después de recibir la vacuna, las pacientes deben permanecer
sentadas por alrededor de 15 minutos para disminuir el riesgo de lastimarse
debido un desmayo y deben avisar al proveedor de atención médica si sufren uno.
La
vacuna anticancerígena contra el VPH es segura, eficaz y puede proteger a su
hija de un tipo mortal de cáncer. La administración de la vacuna es un paso
fundamental para garantizar la salud de su hija a largo plazo.
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