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LUNES 29 JULIO 2019
Enamorarse de una persona es un
fenómeno que siempre asociamos con el corazón. Sin embargo, la realidad es que
ese proceso de enamoramiento sucede en el cerebro, donde se liberan sustancias
que estimulan las reacciones químicas en todo el cuerpo. El amor fraternal o
maternal también se manifiesta en el cerebro. Así que si te interesa saber qué
pasa en tu mente cuando amas a alguien y cuánto tiempo puede tomar, no dejes de
leer. En este fin de semana de San Valentín, este puede resultar un
descubrimiento fascinante.
Cuando Soledad conoció a Juan, no
podía explicarse por qué sintió tantas cosas en un segundo: el corazón
acelerado, un profundo calor que le subió a la cara, y las famosas “mariposas
en el estómago”. Ella lo describe como “amor a primera vista”, literalmente. Y
aunque muchos incrédulos piensen que enamorarse así de rápido es imposible,
existen evidencias científicas que demuestran que sí es posible. En menos de un
segundo, puedes enamorarte.
Unos científicos de la Universidad
de Syracuse en Estados Unidos hicieron un estudio que revela que en un quinto
de segundo, el amor activa 12 áreas del cerebro para liberar químicos que
producen una euforia similar a la que causa el consumo de cocaína: son la
dopamina, la oxitocina y la adrenalina, entre otros. De esas 12 áreas del
cerebro que se activan, algunas envían señales al corazón, lo cual hace que
aumenten los latidos y se produzcan sensaciones de todo tipo, como las llamadas
“mariposas en el estómago”. Además, el
amor afecta funciones mentales más complejas como la imagen de uno mismo y la
creación de metáforas (o sea, cuando se establece una relación de semejanza
entre dos términos y alguna característica o cualidad que existe entre ambas;
como cuando hablamos en doble sentido). Por eso a veces hasta nos volvemos
poetas.
Entonces, ¿en dónde sucede el amor,
en el cerebro o en el corazón?
Digamos que el amor se origina en
el cerebro y tiene fuerte repercusiones en el corazón. Siempre relacionamos al amor con el corazón
porque es a este órgano al que sentimos. No podemos sentir cuando el cerebro
libera todas las sustancias que crean la excitación y el enamoramiento, pero
podemos sentir que el corazón late más rápido, que un calor sube por el cuerpo
e incluso, podemos sonrojarnos. Es
decir, el cerebro envía las señales del amor y el corazón, las manifiesta.
En este fascinante estudio, también
se encontró que no todos los amores son iguales. Es decir, que con cada tipo de
amor, una parte diferente del cerebro es la que se activa. En el amor pasional
se enciende la parte del cerebro que se relaciona con el llamado “sistema de
recompensas”. Esta parte del cerebro regula y controla el comportamiento e
induce el placer. Mientras que en el
amor incondicional, como el que se da entre madres e hijos, se da a la mitad
del cerebro.
Sin duda alguna, el cerebro es el
órgano más importante a la hora del amor. Y estas investigaciones abren un
camino para entender mucho más claramente de qué se trata ese gran y
maravilloso misterio, llamado amor. Tal vez en el futuro pueda servir para que
las personas que tienen el corazón roto se recuperen pronto. Ese sería un gran
avance en la investigación sobre la salud mental. ¿No crees?
Por ahora, cuando te enamores a
primera vista, puedes maravillarte de todo lo que está ocurriendo en tu cerebro
en menos de lo que dura un parpadeo.
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