29.6.21

UNA VARIANTE DEL COVID-19 Y TU PAPEL EN LA PANDEMIA

NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD" 
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MARTES 29 JUNIO 2021

AL PULSO CON LA DRA. ALIZA

A medida que llegó el temido aumento de los casos del COVID-19 después de las fiestas de diciembre del 2020, se espera que el primer mes de 2021 sea el peor en lo que se refiere al número de infecciones y de fatalidades por el virus hasta la fecha. Ahora, el virus es la causa principal de muertes en Estados Unidos y, en Los Ángeles, California, una persona contrae Covid-19 cada seis segundos. El alcalde de esa ciudad dice, “la infección podría venir de alguien que quieres o de ti”. Además, el virus está cambiando. Hay una variante nueva. Es indispensable que entiendas tu papel en la pandemia. Todos podemos y debemos contribuir para controlarla.

La cantidad de personas afectadas por el COVID-19 a nivel mundial sigue aumentando, así como el número de personas que fallecen por el virus. Esto hace que muchas personas pierdan la perspectiva o incluso se olviden de que estamos en una pandemia. Pero no podemos adormecernos ante los números por su enormidad. La tasa de mortalidad diaria por el Covid-19 a mediados de diciembre del 2020 en EE. UU. equivalía a los ataques de septiembre 11 del 2001 (en los que fallecieron 2,988 personas) o a 15 aviones con 150 pasajeros cada uno estrellándose diariamente.

La mortalidad diaria es mayor ahora porque las personas no siguieron las recomendaciones para protegerse o proteger a los demás durante la navidad, y se espera que los números aumenten ya que tampoco siguieron las recomendaciones durante las celebraciones de año nuevo.

Estas muertes están abrumando el sistema de salud en varios países y, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (o CDC) en sus reportes entre marzo y octubre, el Covid-19 se ha convertido la tercera causa de muerte en las personas de entre los 45 y los 84 años y la segunda para los de 85 años y mayores en Estados Unidos. Otras causas de muerte como sobredosis, suicidio, accidentes de transporte, cáncer y homicidio fueron más numerosas en las personas menores de 45 años en este país.

Lo interesante es que la tasa de mortalidad ha aumentado rápidamente. Entre el 1º de noviembre de 2020 y el 13 de diciembre de 2020, el promedio móvil de muertes de cada siete días se triplicó, de 826 a 2430 por día y los expertos estimaban que si esta tendencia no disminuía, iba a sobrepasar la tasa diaria que se observó en el pico de la primavera (el 21 de abril de 2020) de 2,856 por día.  O sea, que las dos principales causas de muerte por décadas en EEUU: la enfermedad del corazón con 1700 muertes y el cáncer con 1,600 muertes por día respectivamente, ya no son la primera y la segunda. El Covid-19, se ha vuelto la enfermedad más letal. Obviamente ayudada en el invierno por las reuniones y los viajes durante las fiestas.

Por si fuera poco, se cree que el reporte de los fallecimientos por la pandemia es mayor al que se ha reportado, debido a retrasos para informar a las autoridades y a codificación incorrecta. Desgraciadamente el fracaso de los líderes y del público para seguir los pasos necesarios para prevenir la transmisión del virus hizo que la pandemia escalara y que los estadounidenses fueran más vulnerables, especialmente los de 35 años y los mayores. Lo triste es que esta intensificación se podía haber prevenido, protegiendo a muchas personas y evitando muchas muertes, con más todavía por ocurrir.

Variantes del COVID-19

Además, más de 30 países han reportado casos de una mutación del Covid-19 que se identificó en Inglaterra y que es una variante que hace que este virus sea todavía más altamente transmisible, incluso en las personas de 20 años y menores. No se cree que cause una enfermedad más severa, que sea más mortal o que sea resistente a las vacunas. Originalmente se detectó en septiembre del 2020 pero ahora se le ha encontrado en otros países (incluyendo Estados Unidos y Canadá). También se ha identificado una variante en Sud-África, diferente a la de Inglaterra, que hace que el Covid-19 se transmita más rápida y fácilmente. Al igual que el de Inglaterra, tampoco causa mayor severidad ni mayor mortalidad. Pero en ambos casos, el aumento en la transmisibilidad hace que sea más difícil controlar la pandemia ya que se pasa más fácilmente de persona a persona. Nuevamente, es importantísimo que sigamos las recomendaciones de la OMS y los CDC para protegernos y proteger a los demás.

Para el 7 de enero del 2021, la Organización Mundial de la Salud ha reportado 88,198,639 casos de personas infectadas a nivel mundial, de las cuales 1,901,164 han fallecido.  Como siempre, los Estados Unidos encabeza la lista con 22,005,067 personas reportadas infectadas, de las cuales 372,169 han muerto. India, Brasil, Rusia, Francia y el Reino Unido siguen en número de personas infectadas. Colombia, Argentina y México están en 11, 12 y 13avo lugares respectivamente (si los casos se están reportando correctamente). Aunque México tiene un número de fallecimientos bastante elevado.

Las vacunas y la inmunidad de grupo

Las vacunas son un rayo de esperanza, siempre y cuando lleguemos a alcanzar la inmunidad de grupo (que requiere que, de acuerdo con los expertos, del 70 al 90% de la población mundial se vacune). Este es el mayor desafío. El titubeo o la duda para vacunarse entre algunas personas sigue siendo fuerte y necesitamos que nuestros líderes políticos, religiosos, las celebridades y la comunidad ayuden a cambiar esto por el bien de la sociedad. Y necesitamos liderazgo y organización para distribuir y proporcionar las vacunas a la mayoría de las personas en todos los países. Por ejemplo, en Israel, en una semana, vacunaron a un millón de personas. En los Estados Unidos, aunque Alex Azar, el Secretario de Salud y Servicios Humanos, dijo en octubre que tendríamos 100 millones de dosis de la vacuna para fines del 2020 y la autorización de emergencia para la primera vacuna fue el 20 de noviembre, la cantidad primero se redujo a 40 millones de dosis, luego el plan fue el de vacunar a 20 millones de personas para el 31 de diciembre y finalmente sólo se vacunaron a 2.6 millones de personas. Nunca planearon la distribución ni les proporcionaron a los estados los recursos necesarios para realizar este proyecto. Mientras tanto, alrededor de >3,500 personas mueren diariamente en este país.

Además de las consecuencias en cuanto a la morbilidad y la mortalidad, habrá un impacto en los sistemas de salud: si algunos países no avanzan mientras otros países alcanzan niveles más altos de vacunación, los que no alcancen esos niveles para llegar a la inmunidad de grupo, dañarán y retrasarán su recuperación económica, que durará más que el impacto directo del virus. Podemos empezar a ver este efecto en las inmunizaciones en China en donde probablemente tendrán un ambiente de trabajo más productivo y seguro antes que los EE. UU.

Las vacunas parecen ser bastante seguras. Si cooperamos y en cada comunidad y en cada país procuramos trabajar juntos para tratar de llegar a una meta, que es la de controlar al virus, lo podemos lograr. Pero, cada uno de nosotros tenemos que participar.

Nuevamente, las vacunas ofrecen esperanzas si toda la población – no sólo en este país, sino a nivel mundial – toma la enfermedad con la seriedad que requiere, incluyendo usar máscaras (aunque ya se hayan vacunado hasta que alcancemos la inmunidad de grupo); manteniendo el distanciamiento social; lavándose las manos regularmente; evitando las reuniones con las personas que no pertenecen a la familia inmediata con la que viven y siguiendo las recomendaciones de los CDC o la Organización Mundial de la Salud (OMS), lograremos controlar la pandemia.

Es indispensable que las personas vean al virus del COVID-19 como una enfermedad infecciosa que no tiene partidos políticos, que no respeta fronteras y que puede estar mutando (cambiando), lo que podría hacerlo resistente a las vacunas que tenemos actualmente en el futuro. Depende de nosotros y de nuestro comportamiento el lograr controlarlo. Lo que se requiere de nosotros no va a ser para siempre, pero entre más rápidamente nos unamos en protegernos y proteger a los demás, más rápidamente lograremos controlar la pandemia.

No usar máscara con el pretexto de que es nuestra libertad, lo único que demuestra es nuestro egoísmo. Este es el momento de demostrar que no sólo nos preocupamos por nosotros, sino que nos preocupamos por nuestra familia, nuestros amigos, nuestros vecinos, nuestra comunidad y otros seres humanos. Es el momento de mostrar nuestra empatía y nuestra humanidad.