Una
erupción solar de clase X afectó comunicaciones globales y encendió alertas por
el aumento de la actividad en el ciclo solar actual.
Una poderosa tormenta solar registrada en mayo de 2025 ha
provocado interrupciones en las
comunicaciones por radio de alta frecuencia en al menos cinco
continentes, además de generar preocupación entre científicos y agencias
espaciales por la intensificación del ciclo solar 25.
La actividad fue provocada
por una llamarada solar de clase
X2.7, una de las más intensas del año, que se originó en una mancha
solar activa y liberó una gran cantidad de radiación y partículas cargadas
hacia la Tierra. El evento alcanzó su punto máximo en la madrugada del 14 de
mayo, afectando especialmente a regiones de Asia, Europa, África, Oceanía y América del Norte.
Los principales impactos se
registraron en sistemas de
radiocomunicación de aviación, operaciones marítimas, servicios de emergencia y
radioaficionados, que vieron interrumpidas sus transmisiones durante
varios minutos.
Además, expertos
advirtieron sobre posibles riesgos adicionales para redes eléctricas, sistemas GPS y satélites en
órbita, debido a las fluctuaciones geomagnéticas causadas por el viento solar.
Aunque no se han reportado daños graves a infraestructuras críticas, las
agencias como la NOAA y la NASA han
reforzado la vigilancia del clima espacial.
Esta tormenta solar es
parte de un aumento natural de
actividad dentro del ciclo solar actual, que se espera alcance su punto
máximo entre finales de 2024 y 2026. Investigadores están monitoreando de cerca
las próximas erupciones, ya que podrían representar una amenaza más severa si
coinciden con vulnerabilidades en las redes tecnológicas.
Por ahora, se recomienda a
la población y operadores de sistemas sensibles estar atentos a las alertas
emitidas por los observatorios solares y autoridades de protección civil.