NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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MARTES 26 JUNIO 2018
PUBLICADO POR:
DOCTORA ALIZA
El estrés es la plaga del mundo moderno y no es extraño que así
sea si consideramos que casi todo en la vida cotidiana contribuye a crearlo o a
aumentarlo: los problemas laborales o familiares, las preocupaciones económicas
y la falta de tiempo, son sólo algunos ejemplos. Y si bien no se trata de una enfermedad en sí
misma, sí es un factor de riesgo de casi todas las condiciones de salud. ¿Cuál
es el mecanismo que hace que el estrés crónico afecte tanto? Busca la respuesta
aquí.
Con el ritmo acelerado que caracteriza a las sociedades de hoy, el
estrés se ha convertido en parte inseparable de la vida diaria. De esta forma,
muchas condiciones pueden ser provocadas por este factor que, si bien no es una
enfermedad en sí misma, puede causar problemas de salud concretos y reales,
cuando se prolonga a través del tiempo y no se toman medidas para
contrarrestarlo o eliminar sus causas.
Lo que sigue siendo un misterio es cómo las preocupaciones del día
a día hacen que la salud se vea afectada. Una posibilidad es que las personas
bajo estrés crónico (las que están al cuidado de un enfermo, tienen un trabajo
exigente o problemas familiares importantes por citar algunos ejemplos), tengan
costumbres menos sanas: que fumen, consuman alcohol, no duerman lo suficiente o
se alimenten indebidamente. Otra alternativa es que las hormonas del cuerpo que
responden al estrés tengan algo que ver en la aparición de enfermedades.
Eso es lo que se ha creído durante las últimas décadas. Ahora,
investigaciones recientes parecen acercarse a una respuesta nueva que involucra
al sistema inmunológico (de defensas), que es el que ayuda a que te defiendas
contra los virus y las bacterias y su relación con el proceso
inflamatorio. Debes tener en cuenta que
la inflamación cumple una función positiva cuando el sistema de defensa la crea
temporalmente para ayudar al cuerpo a sanar, como en el caso de la inflamación
y el enrojecimiento que surge alrededor de una herida, por ejemplo. Pero cuando la inflamación se prolonga más
allá de lo necesario, o se produce sin que el cuerpo la requiera para sanarse,
puede crear toda una serie de trastornos y hasta convertirse en una condición
crónica en la que el sistema de defensas ataca al propio organismo (como en el
caso de la alergia o el asma).
La relación del estrés, la inflamación y las condiciones de salud
ha sido el motivo de varios estudios recientes. Uno de ellos se publicó en el
medio especializado Proceedings of the National Academy of Sciences. Fue
desarrollado por unos investigadores de la Universidad de California en Los
Ángeles, que llevaron un registro diario sobre las actividades de 122 adultos
jóvenes (53 hombres y 69 mujeres) durante ocho días, enfocándose en sus
relaciones con los demás y si éstas relaciones eran positivas o negativas.
Además, los participantes tuvieron que hacerse pruebas de estrés y se les
tomaron muestras de saliva antes y después de las pruebas, para medir los
marcadores biológicos de la inflamación.
Los investigadores buscaban determinar si el estrés que provocan
los conflictos personales podía desencadenar la liberación de moléculas
conocidas como citoquinas, que se relacionan con los procesos inflamatorios.
¿Qué encontraron? Que los niveles de las citoquinas aumentaban tras las
interacciones “negativas” de los participantes, por lo general las discusiones.
Esto implica que un nivel de estrés prolongado por una situación
difícil activa las citoquinas. Estas
provocan procesos inflamatorios que a su vez puede contribuir a la aparición de
condiciones como el asma, la enfermedad cardíaca e incuso los trastornos
autoinmunes, es decir, en las que el sistema de defensas ataca al propio
organismo (como la artritis, por ejemplo).
El estudio apunta a que el tipo de enfermedades más afectadas por el
estrés son precisamente aquéllas en las que la inflamación del organismo juega
un papel clave.
Otro estudio más reciente que el anterior y que se reportó en la
misma publicación, consideró la respuesta del sistema de defensas de más de 300
personas que, en dos experimentos diferentes, fueron interrogadas sobre el
estrés en sus vidas y luego expuestas al virus del resfriado (o catarro), para
ver si se enfermaban.
¿El resultado? Tras ajustar las estadísticas para tomar en cuenta
varios factores, los investigadores — en este caso de la Universidad de
Carnegie Mellon en Pittsburgh — hallaron que las personas cuyos organismos
tenían niveles más altos de estrés psicológico continuo (como el que provoca un
divorcio o la pérdida de un ser querido) eran menos capaces de reducir la inflamación,
al parecer porque las células de sus sistemas de defensa eran menos sensibles a
una hormona que desactiva la inflamación.
El organismo queda entonces bajo los efectos de una inflamación
prolongada con las consecuencias que antes te explicamos, es decir, un
organismo más susceptible a condiciones como enfermedad cardiaca, asma y otros
trastornos del sistema de defensas.
Por todo esto, prevenir y manejar el estrés crónico puede ayudarte
a reducir el riesgo de tener problemas de salud serios como los que mencionamos
antes. Para que puedas lidiar con estas situaciones, he aquí algunas claves:
Planea tu día con anticipación y aprende a decir que no. Así
evitas comprometerte con tantas actividades que después no puedas cumplir con
todas.
Decide qué cosas tienes que hacer primero y cuáles puedes aplazar.
Toma tiempo para relajarte y hacer actividades que disfrutes.
Realiza más actividad física y come alimentos saludables.
Habla de tus emociones con tu familia y amigos.
Prueba algunas técnicas de relajación, como yoga, meditación o
técnicas de respiración.
Y en todo momento, trata de darles a las cosas el valor que en
verdad tienen, sin preocuparte por cuestiones menores o que no puedes
controlar, como el clima o un tapón en el tráfico. Si te sientes muy
preocupada(o) o ansiosa(o) al punto de que interfiere con tu trabajo o tu vida
familiar, busca ayuda profesional calificada.
Es importante que cuides la salud de tu mente para evitar repercusiones
negativas en la salud de tu cuerpo.
Puedes bajar, completamente gratis, nuestro reporte especial, “Lo
que debes saber sobre la depresión, el estrés y la ansiedad”, haciendo clic
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Imagen © iStock / fotografstockholm