DOCTORA ALIZA
PUBLICADO EN ESTRÉS Y SALUD MENTAL
“El cambio y el estrés van llevados de la mano”
Si
hay algo constante en la vida, es precisamente el cambio. Y cuando llega a
alterar la estabilidad o la rutina establecida, puede generar mucho estrés,
tanto si se trata de eventos esperados y positivos, como la llegada de un hijo
o un cambio en el trabajo, o de otros más perturbadores, como la pérdida de un
ser querido, el final de una relación o una enfermedad grave. Por suerte, hay
recursos que permiten mantener la calma y controlar las presiones. ¡Es cuestión
de ponerlos en práctica!.
Al
fin has logrado el trabajo de tus sueños, pero pensar en cómo relacionarte con
el nuevo jefe y los compañeros de trabajo te pone los nervios de punta. Quizás vas a mudarte a otra ciudad y dejar
atrás el mundo que has conocido hasta este momento y el enfrentarte a un
entorno totalmente nuevo te llena de temor.
Incluso los cambios que nos convienen y que hasta hemos buscado puede
alterarnos y generar mucho estrés. Pero hay pasos que puedes tomar para controlarlo. Aquí tienes algunos:
1. Mantén una actitud positiva
Superar
exitosamente los retos de la vida es en gran parte, cuestión de actitud. Considera tu situación como algo transitorio
que también pasará. ¿Cuántas dificultades has enfrentado y superado en el
pasado? Saca la fortaleza de ellas para
saber que independientemente de lo que traiga mañana, será para tu beneficio y
crecimiento personal.
2. Expresa tus sentimientos por escrito
El
simple hecho de ordenar y escribir tus pensamientos, inquietudes, esperanzas y
temores te coloca en una situación de control. Aprovecha para hacer una lista
de tus metas y tus preocupaciones. Anota posibles soluciones, así como pasos
específicos que debes tomar ya sea que estés planeando mudarte, o que estés
pasando por un divorcio.
3. Da el primer paso
Aprovecha
la lista que has hecho y elige una tarea que puedas realizar. Quizás sea la más
sencilla e inmediata, pero una vez que la hayas completado, te dará fuerza, tranquilidad y mejorará tu
nivel de estrés. En cuanto puedas, da un
segundo paso y luego un tercero. Si es
necesario, toma un respiro entre uno y otro, pero no dejes que el temor y el
estrés te inmovilicen. Recuerda que nadie
más que tú está en control de la situación.
4. Apóyate en los demás
Todos
necesitamos un grupo de apoyo, ya sea la familia o los amigos, especialmente en
momentos de crisis. Quizás puedan darte una mano si estás enfermo(a), ofrecerte un buen consejo, o simplemente,
brindarte apoyo moral. No subestimes el
valor del amor, la comprensión y los consejos de las personas que te quieren y
te estiman.
5. Cuida tu salud
No
permitas que la angustia y la ansiedad te roben el tiempo que debieras
dedicarle a tu bienestar físico y mental. Mientras más difícil sea la situación
por la que atraviesas, más esfuerzo requiere de tu parte. Por ese motivo debes cuidar tu alimentación,
tu descanso y dedicar un tiempo a la actividad física que además, te ayudará a
controlar el estrés.
6. Alimenta tu vida espiritual
Tus
creencias, valores y tu conexión con una realidad superior te darán la calma y
la energía para superar éste y cualquier otro obstáculo que se presente. Un
tiempo para meditar, orar, o simplemente reconectarte contigo misma(o) es el
perfecto antídoto contra el estrés.
No te
desanimes. Es muy posible que lo que hoy
te parece un problema inmenso, deje de tener tanta importancia en el transcurso
de unos días. Lo seguro es que eso también pasará. Sin embargo, si la situación te agobia
demasiado y el exceso de estrés te impide funcionar normalmente, consulta con
tu médico y busca ayuda profesional.
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