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VIERNES 30 JUNIO 2017
MAYO
CLINIC
PUBLICADO
EN DOLOR Y ALIVIO, VIDA SALUDABLE
Los analgésicos podrían no
funcionar bien con el dolor crónico, o sea aquel dolor que no pasa con el
transcurso del tiempo. La Mayo Clinic nos habla sobre los tipos de medicamentos
y las tácticas que pueden considerarse como parte del control a largo plazo del
dolor crónico.
Tomar decisiones sobre la posible
terapia medicamentosa para el dolor crónico implica analizar la causa del mismo
y saber qué tipo de fármaco sería provechoso. Los analgésicos generalmente
funcionan bien para el dolor de cabeza o el que es consecuencia de una lesión o
una cirugía, pero esos mismos medicamentos pueden perder su eficacia con el
tiempo y hasta empeorar el dolor o provocar efectos secundarios inconvenientes.
Otras alternativas para el dolor
crónico son las siguientes:
Antidepresivos
Estos fármacos normalmente sirven
para varios tipos de dolor crónico, tal como la fibromialgia, el dolor lumbar,
los dolores de cabeza, la neuropatía diabética y otros tipos de dolor nervioso.
En algunas personas, los antidepresivos parecen ayudar con el dolor,
independientemente del posible efecto que ejerzan sobre la depresión. Estos
fármacos pueden mejorar los síntomas de depresión, que posiblemente es
consecuencia de no encontrar alivio al dolor crónico. Además, los
antidepresivos no suelen perder eficacia con el tiempo, y hasta mejoran el
efecto de otros analgésicos.
Anticonvulsivos
Se ha descubierto que varios
fármacos desarrollados principalmente para controlar las convulsiones epilépticas
también ayudan a controlar el dolor punzante o intenso fruto de un daño
nervioso o de una alteración en las comunicaciones del sistema nervioso
central. Cuando un nervio se lesiona o funciona de manera anormal, pueden
activarse inadecuadamente ciertos receptores nerviosos que comunican el dolor
al cerebro, pero los anticonvulsivos tienen la capacidad de ayudar a reducir
esa actividad y disminuir el nivel del dolor.
Tácticas no medicamentosas
El consumo de fármacos para
controlar el dolor crónico suele funcionar mejor cuando forma parte de un plan
mayor que posiblemente incluye hacer ejercicio con regularidad, mantenerse
activo físicamente, recibir fisioterapia y consejería, controlar el estrés,
recibir masajes y algunos otros componentes. Valdría la pena considerar visitar
un centro integral para rehabilitación del dolor, especialmente cuando ha sido
difícil encontrar una manera buena de controlar el dolor. En los programas de
rehabilitación del dolor suele ser común que se reduzcan o eliminen los
medicamentos inútiles, generalmente de forma gradual.
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