NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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VIERNES 12 MAYO 2017
“Estando muerto le cortó la oreja y los genitales; el crimen
pudo haber pasado desapercibido de no haber pedido a los vecinos que vistieran
el cadáver”
Un
hombre que presumiblemente no está en sus cabales, asesinó a su padre de 80
años de edad, corándole la garganta con un machete. Una vez muerto le cortó una
oreja y los genitales. Este acto de barbarie ocurrió en la población de
Xiloxochititan, en el municipio de Zautla.
En
sus primeras declaraciones el parricida dijo a las autoridades que escucha
voces, a veces cerca y a veces lejos, y que fueron esas voces las que le
ordenaron cometer el crimen.
Un
pequeño error del asesino dejó al descubierto el crimen. Todo habría pasado
inadvertido para los vecinos y las autoridades si no fuera porque pidió a
algunos vecinos que lo ayudaran a poner ropas limpias al difunto, y en ese
momento las personas se percataron que el ancianito estaba degollado y que
además había sido mutilado.
Los
hechos, según las primeras versiones extraoficiales, habrían ocurrido el pasado
lunes por la mañana. Donde el hijo de 35 años de edad, mató a su padre con el
cual vivía solo.
Una
vez muerto el parricida mutiló el cuerpo, le cortó una oreja y los genitales.
Sin que se haya dicho por qué, metió esas partes del cuerpo en un calcetín y
desde entonces los anduvo cargando en su bolsa.
El
hombre fue a Zautla, cabecera municipal, por la tarde de aquel día y le dijo a
las autoridades que su padre había muerto por enfermedades propias de la edad y
que requería apoyo para enterrarlo. Cabe señalar que Xiloxochititan, es una
población muy pobre y apenas con unas cuantas casas asentadas en un cerro.
Por
increíble que parezca, las autoridades municipales, sin verificar el dicho de
este hombre le entregaron el certificado de defunción y hasta un féretro. En
ningún momento acudieron a ver el cuerpo para comprobar si era verdad lo que el
hombre decía.
Ya
con el ataúd en la casa el hombre avisó a los vecinos que su padre había muerto
y que los esperaba en el velorio. También fue a San Miguel a avisar a sus
hermanos.
El
hombre no quiso cambiar solo a su padre y este fue el error que cometió, porque
pidió el favor a los vecinos y estos al quitar las sábanas que envolvían el
cadáver se percataron que no había muerto de forma natural, sino que había sido
asesinado.
En
ese momento increparon al parricida y este salió huyendo al monte. Los vecinos
informaron a los demás y salieron a buscarlo, como conocen perfectamente la
zona, no tardaron mucho en localizarlo.
Lo
llevaron de regreso y amarraron a un palo, después avisaron a la policía y
estos a su vez a la policía ministerial. Éstos últimos llevaron a cabo el
levantamiento del cadáver, y el detenido fue llevado ante el Ministerio
Público.
Las
autoridades analizan si pueden fincar responsabilidades a este hombre o si está
mal de sus facultades mentales, y en este último caso sería inimputable, es
decir que no se le podría hacer responsable.