NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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JUEVES 11 ENERO 2018
La histórica detección de la
primera señal de una onda gravitacional, en septiembre de 2015, le valió el
Nobel de Física 2017 a tres de los colaboradores de este proyecto, una empresa
iniciada hace medio siglo que demostró las predicciones hechas por Albert
Einstein hace cien años y abrió un gran abanico de nuevas investigaciones de
frontera, algunas protagonizadas por científicos de la BUAP.
Y es que los investigadores de
la BUAP, además de continuar sus experimentos para la resolución de problemas
locales, este 2018 participarán en indagaciones para obtener conocimiento
ubicado en los límites del desarrollo científico y tecnológico, como este, que
pretenden desentrañar la estructura fundamental de la materia y explicar sus
fuerzas. Es decir, conocer más sobre el Universo y su origen.
Considerado por la Real Academia
de Ciencias Sueca como un “descubrimiento que sacudió el mundo”, el hallazgo de
las ondas gravitacionales ha generado grandes reacciones en la comunidad
científica, pues incluso Einstein estaba convencido de que nadie podría
detectarlas. Además, es punto de partida para nuevas investigaciones que
estarán de “moda” por un buen tiempo, en las que científicos de la BUAP participarán,
como lo han hecho hasta ahora.
Muchos investigadores
universitarios han trabajado en temas asociados y mantendrán sus proyectos en
la misma línea, indicó María Eugenia Mendoza Álvarez, directora del Instituto
de Física “Ing. Luis Rivera Terrazas” (IFUAP), quien destacó que ahí se trabaja
la Física Teórica y Experimental, así como la Ciencia de Materiales, para la
solución de diversos problemas.
En el IFUAP, informó, hay grupos
dedicados a resolver problemas que quizá no sean tan mediáticos, pero que
siguen vigentes por sus repercusiones. Algunos llevan siglos sin respuestas y
aún hay esfuerzos por encontrar explicaciones.
Agregó que en esta unidad
académica se hace investigación en Física Aplicada; Materiales Avanzados,
Complejos, Complejos e Inteligentes y Fotoactivos; en Física Computacional de
la Materia Condensada; en Estructuras de Baja Dimensionalidad; en Nanomateriales
Funcionales y Dispositivos Optoelectrónicos; en Teoría de Campos, Gravitación y
Cosmología –que incluye el estudio de ondas gravitacionales; y, finalmente, en
Nueva Física en Aceleradores y el Cosmos.
Por otro lado, los científicos
de la BUAP que colaboran en la Organización Europea para la Investigación
Nuclear (CERN), en Suiza, particularmente en el Gran Colisionador de Hadrones
(LHC), mantendrán sus trabajos en los experimentos CMS y ALICE.
Al finalizar el 2018, el LHC
detendrá su actividad al finalizar para ser sujeto a modificaciones
sustanciales, al igual que los detectores de partículas de los experimentos que
ahí se desarrollan. Aún restan muchas empresas científicas en este importante
centro de investigación.