NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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MARTES 3 MARZO 2020 2020
DOCTORA
ALIZA
¿Te
ha pasado alguna vez que no encuentras la llave de la casa o no sabes dónde
dejaste los lentes? Es un problema muy común, ya que la mayoría de las personas
experimentan momentos ocasionales de pérdida de la memoria, y no siempre puede
achacarse a la edad. En realidad las causas son muchas, y aunque pocas veces
indican problemas serios, sí pueden interferir con las actividades normales de
la vida diaria.
“¿Para
qué vine a esta habitación?”, o “Iba a decirte algo pero… ¡se me olvidó!” A
todos nos ha pasado algo similar. Los olvidos temporales son más comunes en las
personas que son naturalmente distraídas. Si eres una de ellas, el remedio es
simplemente tratar de poner más atención en lo que haces. Pero la distracción o
la falta de atención son una cosa, y la pérdida de la habilidad cognitiva,
entre ellas la memoria, es otra.
Cuando
se empiezan a tener estos episodios de olvidos breves, hay que buscar la causa.
Hay muchas razones que pueden hacer que se te vayan olvidando las cosas,
aunque sea de manera leve, o lo que se conoce como pérdida de la memoria
transitoria. Entre las más comunes están:
Medicamentos.
Entre ellos si tomas antidepresivos, antihistamínicos, relajantes musculares,
tranquilizantes, píldoras para dormir, medicinas para combatir la ansiedad y
los analgésicos (medicinas para el dolor) que se recetan después de una
cirugía.
Alcohol.
El exceso del alcoholes una causa conocida de pérdida de la memoria.
Tabaco.
Fumar reduce la cantidad de oxígeno que llega al cerebro y, como consecuencia,
perjudica el funcionamiento de la memoria.
Drogas.
Su uso continuo provoca cambios en las sustancias químicas del cerebro, lo que
dificulta recordar las cosas.
Falta
de sueño. Tanto la cantidad del sueño como su calidad afectan la memoria. Si
duermes muy poco o te despiertas con frecuencia durante la noche, puedes
sentirte fatigado(a). Y el cansancio interfiere con la capacidad de captar la
información y de recordarla después.
Depresión
y ansiedad. Si estás deprimido(a), te es difícil prestar atención y
concentrarte, lo que afecta la memoria. Lo mismo ocurre con la ansiedad. Cuando
te sientes tenso(a), no puedes concentrarte y tu capacidad de recordar
disminuye.
Estrés.
Si la causa del estrés es un trauma emocional, puede dar lugar a la pérdida de
la memoria.
Nutrición
deficiente. Una buena nutrición es importante para el funcionamiento correcto
del cerebro. Debes incluir en tu dieta proteínas y grasas de alta calidad. No
te olvides, además, que la deficiencia de las vitaminas B1 y B12 puede afectar
la memoria.
Envejecimiento.
Normalmente provoca dificultad para aprender cosas nuevas, o puede que
necesites más tiempo para aprenderlas. Pero no suele producir una pérdida de la
memoria significativa, a no ser que vaya acompañado de alguna enfermedad.
A
veces la pérdida de la memoria se produce como consecuencia de problemas más
serios, y puede ser o no transitoria. Todos estos problemas requieren
tratamiento médico inmediato. No te descuides y busca ayuda en cualquiera de
estos casos:
Lesiones
en la cabeza. Un golpe fuerte en la cabeza puede causar pérdida de memoria de
corto o de largo plazo. Por lo regular, la memoria va regresando poco a poco.
Apoplejía
(o accidente cerebrovascular). Ocurre cuando el suministro de sangre al cerebro
se detiene debido al bloqueo de un vaso sanguíneo, o por el derrame de un vaso
sanguíneo en el cerebro. La apoplejía causa a veces una pérdida temporal de la
memoria. En algunos casos, el paciente recuerda con exactitud lo que ocurrió
hace años, pero no lo que ocurrió el día anterior.
Demencia.
Es la pérdida progresiva de la memoria y de otros aspectos del pensamiento, lo
bastante seria como para dificultar el funcionamiento en las actividades de la
vida diaria. Aunque hay varias causas (como el abuso del alcohol y las drogas),
la más común es la enfermedad de Alzheimer.
Como
ves, los olvidos ocasionales no tienen que ser motivo de preocupación. Pero si
notas que se repiten más de la cuenta o que interfieren con tus actividades
diarias, es conveniente que vayas al médico para una evaluación. Tal vez todo
se resuelva fácilmente con la sustitución de un medicamento o un cambio en tus
hábitos o tu estilo de vida. Y si la causa es un problema más serio, recuerda
que mientras antes se detecte y se trate, más posibilidades hay de encontrar
una solución.