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EN NIÑOS Y ADOLESCENTES, VIDA SALUDABLE
¿Eres de los que sólo llevas a tus
hijos al médico cuando se enferman? ¿Crees que porque tus padres vivieron hasta
los 80’s no debes preocuparte? Yo se que el bienestar de tus hijos es lo
primero y lo más importante para ti. Esta columna te podría ayudar a apoyar a
que tus hijos — niños y adolescentes — crezcan sanos y fuertes.
Todos los padres quieren lo mejor
para sus hijos. Pero los niños no nacen con un instructivo y, aunque no hay
duda que en la mayoría de los casos mamá y papá conocen a sus hijos mejor que
nadie, los médicos les pueden ayudar a mantener a sus hijos sanos y a resolver
sus dudas. Incluyendo orientación en cuanto a la alimentación, la actividad
física o lo que sea necesario para mantenerlo seguro, de acuerdo a la edad del
niño o del adolescente.
Típicamente las visitas con el
pediatra (que es el médico que se especializa en niños) tienden a ser más
frecuentes cuando el niño es muy pequeño y se vuelven menos frecuentes a medida
que avanza en edad. Estas visitas:
Permiten evaluar su crecimiento y
su desarrollo
Permiten determinar si hay algún
problema y tratarlo, si es necesario
Permiten administrar las
inmunizaciones recomendadas de acuerdo a su edad
Permiten responder cualquier duda o
pregunta que tengas como padre
Te proporciona información acerca
de la salud de tu hijo(a)
Le dan al adolescente la
oportunidad de hacer preguntas, si tiene dudas, lo cual es igualmente
importante.
Recuerda que para que tu niño pueda
crecer fuerte y feliz, necesita estar sano. Para que tu niño pueda aprender,
necesita estar sano. Lo ideal, es que tu niño tenga seguro médico o el
equivalente de forma que tú como padre o madre no tengas que angustiarte cada
que tengas que llevarlo a su cita. Recuerda que para que un niño crezca y se
desarrolle saludable no es suficiente que lo lleves al médico únicamente cuando
no se siente bien. Aunque sabemos que todos los niños van a contraer algunos
catarros o resfriados, la meta es prevenir enfermedades serias. Queremos
asegurarnos de que tienen sus vacunas al día, que van a sus chequeos con el
pediatra regularmente, así como el chequeo de sus ojos con el oftalmólogo, de
sus dientes con el dentista, etc. de acuerdo a su edad.
Generalmente se recomienda que
lleves a tu hijo a chequeos frecuentemente en los primeros 4 años. La Academia
Americana de Pediatría sugiere el siguiente programa:
Entre los 2 y 5 días de nacido
Al mes
A los 2 meses
A los meses
A los 6 meses
A los 9 meses
Al año (a los 12 meses)
A los 15 meses
A los 18 meses
A los 2 años
A los 2 ½ años
A los 3 años
A los 4 años
Y cada año a partir de esa edad.
Los exámenes durante la
adolescencia son especialmente importantes porque brindan la oportunidad de
discutir temas acerca de comportamientos de alto riesgo y de seguridad.
Los dentistas, por su parte,
recomiendan que se lleve al niño al dentista a más tardar cuando cumple un año.
Recomiendan limpiezas dentales 2 veces al año. Y les recuerdan a los padres que
hay que cuidar los dientes de leche no sólo porque les permiten a los niños a
hablar claramente pero porque permiten que los dientes permanentes tengan lugar
para salir correctamente.
En cuanto a los ojos, generalmente
el pediatra examina los ojos desde el nacimiento y en cada visita. A los 3
½ y 5 años revisa la agudeza visual.
Después de los 5 años la agudeza visual se examina tanto en el consultorio del
médico como en la escuela. Si el niño entrecierra los ojos o se queja de
dolores de cabeza, se está tallando los ojos frecuentemente, si se sienta muy
cerca del televisor, es importante que lo examine un oftalmólogo para ver si
necesita lentes. Si usa lentes, requiere una evaluación por el oftalmólogo una
vez al año.
Dáles a tus hijos la oportunidad de
crecer fuertes y saludables. ¡Llévalos al pediatra!
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