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LUNES 25 NOVIEMBRE 2019
Ataque cardíaco
El
ataque cardíaco se produce cuando se bloquea el flujo de sangre hacia el
corazón. Por lo general, el bloqueo es un acumulamiento de grasa, colesterol y
otras sustancias que forman una placa en las arterias que alimentan el corazón
(arterias coronarias).
La
placa, en algún momento, se rompe y forma un coágulo. La interrupción del flujo
sanguíneo puede dañar o destruir una parte del músculo cardíaco.
El
ataque cardíaco, también llamado infarto de miocardio, puede resultar mortal,
pero el tratamiento ha mejorado mucho con los años. Es de suma importancia
llamar al 911 o a la ayuda médica de emergencia si crees que estás sufriendo un
ataque cardíaco.
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Síntomas
Los
signos y síntomas de un ataque cardíaco incluyen:
Presión,
opresión, dolor, o sensación de compresión o dolor en el pecho o en los brazos,
que puede propagarse hacia el cuello, la mandíbula o la espalda
Náuseas,
indigestión, ardor de estómago o dolor abdominal
Falta
de aire
Sudor
frío
Fatiga
Aturdimiento
o mareos repentinos
Los
síntomas de un ataque cardíaco varían
No
todas las personas que tienen ataques cardíacos tienen los mismos síntomas o
presentan la misma gravedad de síntomas. Algunas personas tienen un dolor leve;
otras presentan un dolor más grave. Algunas personas no presentan síntomas;
para otras, el primer signo puede ser un paro cardíaco repentino. Sin embargo,
si tienes más signos y síntomas, mayor es la probabilidad de que tengas un paro
cardíaco.
Algunos
ataques cardíacos se producen de repente, pero muchas personas tienen signos y
síntomas de advertencia horas, días o semanas antes. La advertencia más
temprana puede ser dolor o presión (angina de pecho) en el pecho recurrente que
es consecuencia del esfuerzo y se alivia con el descanso. La angina de pecho es
el resultado de un descenso temporal del flujo sanguíneo hacia el corazón.
Cuándo
debes consultar con un médico
Actúa
de inmediato. Algunas personas esperan demasiado ya que no reconocen los signos
y síntomas importantes. Adopta las siguientes medidas:
Llama
a emergencias. Si crees que estás teniendo un ataque cardíaco, no dudes. Llama
de inmediato al 911 o al número de emergencia local. Si no tienes acceso a
servicios médicos de emergencia, pídele a alguien que te lleve al hospital más
cercano.
Conduce
solamente si no hay otras opciones. Ya que el trastorno puede empeorar, al
conducir te pones a ti mismo y a otros en peligro.
Toma
nitroglicerina si tienes la prescripción del médico. Tómala según las
instrucciones mientras esperas la ayuda de emergencia.
Toma
aspirina, si el médico lo recomienda. El consumo de aspirina durante un ataque
cardíaco puede reducir el daño cardíaco al evitar que la sangre forme coágulos.
Sin
embargo, la aspirina puede interactuar con otros medicamentos, de manera que no
la tomes a menos que el médico o el personal médico de emergencias lo
recomienden. No retrases la llamada al 911 para tomar aspirina. Llama primero
al número de emergencias.
Qué
hacer si ves que una persona podría estar teniendo un ataque cardíaco
Si
ves que alguien está inconsciente y crees que está sufriendo un ataque
cardíaco, primero llama a la asistencia médica de emergencia. Luego, verifica
si la persona está respirando y tiene pulso. Si la persona no respira o no le
encuentras pulso, comienza a realizarle reanimación cardiopulmonar (RCP) para
mantener el flujo sanguíneo.
Presiona
rápido y con fuerza el pecho de la persona, a un ritmo relativamente rápido:
entre 100 y 120 compresiones por minuto.
Si no
has recibido capacitación para hacer una RCP, los médicos recomiendan realizar
solo compresiones en el pecho. Si has recibido capacitación para hacer una RCP,
abre las vías respiratorias y proporciona respiración de rescate.
Síntomas
de ataque cardíaco
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Causas
El
ataque cardíaco ocurre cuando una o más arterias coronarias se bloquean. Con el
tiempo, una arteria coronaria se puede estrechar a causa de la acumulación de
distintas sustancias, que incluyen el colesterol (aterosclerosis). Esta
enfermedad, que se conoce como enfermedad de las arterias coronarias, ocasiona
la mayoría de los ataques cardíacos.
Durante
un ataque cardíaco, una de estas placas se puede romper y derramar colesterol y
otras sustancias hacia el torrente sanguíneo. Se forma un coágulo de sangre en
el sitio de la ruptura. Si es lo suficientemente grande, el coágulo puede
bloquear el flujo sanguíneo a través de la arteria coronaria y privar al
músculo cardíaco de oxígeno y nutrientes (isquemia).
Puedes
tener un bloqueo completo o parcial. El bloqueo completo significa que has
tenido un infarto de miocardio con elevación del segmento ST (STEMI). El
bloqueo parcial significa que has tenido un infarto de miocardio sin elevación
del segmento ST (NSTEMI). Las etapas de diagnóstico y tratamiento pueden
diferir según cuál has tenido.
Otra
causa del ataque cardíaco es un espasmo de la arteria coronaria que se cierra
al paso del flujo sanguíneo en una parte del músculo cardíaco. El consumo de
tabaco o drogas ilegales (como la cocaína) puede ocasionar un espasmo
potencialmente mortal.
¿La
deficiencia de vitamina D puede causar presión arterial alta?
Factores
de riesgo
Ciertos
factores contribuyen a la acumulación de depósitos de grasa no deseada
(aterosclerosis) que estrecha las arterias en todo el cuerpo. Puedes mejorar o
eliminar varios de estos factores de riesgo para reducir las posibilidades de
tener un primer ataque cardíaco u otros.
Entre
los factores de riesgo de un ataque cardíaco se incluyen los siguientes:
La
edad. Los hombres de 45 años o más y las mujeres de 55 años o más tienen una
mayor probabilidad de tener un ataque cardíaco que los hombres y las mujeres
más jóvenes.
El
tabaco. Se incluye fumar y la exposición por largo tiempo al tabaquismo pasivo.
Presión
arterial alta. Con el tiempo, la presión arterial alta pude dañar las arterias
que nutren el corazón. Cuando la presión arterial alta se produce junto con
otras enfermedades, como la obesidad, el colesterol alto o la diabetes, aumenta
aún más el riesgo.
Niveles
altos de colesterol o triglicéridos en la sangre. Es muy probable que un nivel
alto de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL, el colesterol
“malo”) estreche las arterias. Un nivel alto de triglicéridos, un tipo de grasa
de la sangre que proviene de la dieta, también aumenta el riesgo de un ataque
cardíaco. No obstante, un nivel alto de colesterol de lipoproteínas de alta
densidad (HDL, el colesterol “bueno”) reduce el riesgo de tener un ataque
cardíaco.
Obesidad.
La obesidad está relacionada con el nivel alto de colesterol en sangre, el
nivel alto de triglicéridos, la presión arterial alta y la diabetes. Sin
embargo, reducir simplemente un 10 % del peso corporal puede reducir el riesgo.
Diabetes.
No producir suficiente insulina (una hormona secretada por el páncreas) o no
responder a la insulina de manera adecuada provoca que los niveles de azúcar en
sangre del cuerpo aumenten, lo que incrementa el riesgo de tener un ataque
cardíaco.
Síndrome
metabólico. Esto se manifiesta cuando tienes obesidad, presión arterial alta y
nivel alto de azúcar en sangre. El síndrome metabólico hace que seas dos veces
más propenso a tener un ataque cardíaco que las personas que no tienen este
síndrome.
Antecedentes
familiares de ataques cardíacos. Si tus hermanos, padres o abuelos han tenido
ataques cardíacos a una temprana edad (antes de los 55 años en los hombres y de
los 65 años en las mujeres), puedes tener un mayor riesgo.
No
hacer actividad física. Un estilo de vida inactivo contribuye a tener un nivel
alto de colesterol en la sangre y obesidad. Las personas que hacen ejercicios
con regularidad tienen un mejor estado cardiovascular, incluso se reduce la
presión arterial alta.
Estrés.
Es posible que respondas al estrés de maneras que pueden aumentar el riesgo de
tener un ataque cardíaco.
Consumo
de drogas ilegales. Consumir drogas estimulantes, como la cocaína o las
anfetaminas, puede provocar un espasmo de las arterias coronarias y causar un
ataque cardíaco.
Antecedentes
de preeclampsia. Esta afección causa presión arterial alta durante el embarazo
y aumenta el riesgo de tener enfermedades cardíacas de por vida.
Una
enfermedad autoinmune. Los trastornos como la artritis reumatoidea o el lupus
pueden aumentar el riesgo de tener un ataque cardíaco.
Complicaciones
Las
complicaciones a menudo se relacionan con el daño ocasionado al corazón durante
un ataque, y pueden causar lo siguiente:
Ritmos
cardíacos anormales (arritmias). Se pueden desarrollar “cortocircuitos” que
generan ritmos cardíacos anormales que pueden ser graves y hasta mortales.
Insuficiencia
cardíaca. El ataque puede dañar tanto al tejido cardíaco que la parte restante
del músculo cardíaco es incapaz de bombear la cantidad suficiente de sangre
desde el corazón. La insuficiencia cardíaca puede ser temporal o puede
convertirse en una enfermedad crónica que cause daño extenso y permanente al
corazón.
Paro
cardíaco repentino. Sin advertencia, el corazón se detiene a causa de una
interrupción eléctrica que ocasiona una arritmia. Los ataques cardíacos
aumentan el riesgo de tener un paro cardíaco repentino, que puede ser mortal si
no se trata de inmediato.
Prevención
Nunca
es demasiado tarde para tomar medidas para prevenir un ataque cardíaco, incluso
si ya has tenido uno. A continuación, te presentamos maneras de prevenir un
ataque cardíaco.
Medicamentos.
Tomar medicamentos puede reducir tu riesgo de sufrir otro ataque cardíaco y
ayudar a que el corazón dañado funcione mejor. Sigue tomando lo que te receta
el médico, y pregúntale con qué frecuencia debes hacerte controles.
Factores
del estilo de vida. Ya sabes qué hacer: Mantén un peso saludable con una
alimentación sana para el corazón, no fumes, haz ejercicio con regularidad,
controla el estrés y controla los trastornos que puedan provocar un ataque
cardíaco, como la presión arterial alta, el colesterol alto y la diabetes.