Cuando
una persona es flexible, es capaz de enfrentarse a las situaciones difíciles y
de adaptarse fácilmente y sobreponerse a ellas. Según un estudio realizado en
Estados Unidos, las personas más fuertes emocionalmente también tienen una
mejor capacidad aeróbica, lo cual indica una buena salud en general.
En
psicología, la palabra resiliencia se refiere a aquellas personas que tienen la
capacidad de adaptarse y enfrentar situaciones difíciles o adversas con
entereza, lo cual los hace salir fortalecidos de las experiencias. Logran por
así decirlo, mayor fortaleza emocional frente a las situaciones estresantes, y
soportan mucho mejor la presión.
Pero
más allá de los beneficios emocionales, las personalidades fuertes también
tienen una mejor salud cardiovascular. Al menos así lo demuestra un estudio
realizado en la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Florida.
Para
llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron a cerca de 650 adultos
entre los 31 y los 96 años para indagar acerca de la relación entre los rasgos
de su personalidad y su buen estado físico, específicamente su capacidad
aeróbica y su tasa metabólica.
Los
especialistas empezaron por analizar los rasgos de la personalidad de los
participantes, entre ellos qué tan neuróticos, extrovertidos, abiertos,
simpáticos y meticulosos eran. Los participantes que sacaron menor puntaje en
cuanto a su neurosis y más alto en relación a las otros rasgos, fueron
considerados más resilientes o fuertes emocionalmente.
Una
vez clasificados los rasgos de su personalidad, el estudio se concentró en
analizar la tasa metabólica de los participantes en reposo y en actividad. Para
hacerlo, midieron el oxígeno en la sangre cuando los participantes caminaban
despacio y luego más rápido.
Si
bien los autores del estudio esperaban encontrar que aquellas personas más
nerviosas y ansiosas tendrían una tasa metabólica más alta, se llevaron una
sorpresa. Fueron aquellos clasificados como neuróticos quienes tuvieron menos
rendimiento aeróbico, mientras que quienes sobresalían por ser amables,
extrovertidos y adaptables, tuvieron una mejor capacidad cardiovascular.
Curiosamente, iban más rápido en la caminata, pero usaron menos energía.
Sin
embargo, los autores de este estudio publicado en la revista PLoS One,
indicaron que ser amable no necesariamente es sinónimo de mejor salud.
Este
estudio es en parte una confirmación de algo que ya se sabía, y es que las
personas que se adaptan y son más flexibles ante diferentes situaciones, tienen
mejor salud. Es por eso que quienes
tienen más dificultades para adaptarse, son más dramáticos y tienen relaciones inestables,
pueden tener más problemas de salud.
Una
razón más para que pienses cómo reaccionar ante las situaciones de la vida.
Recuerda que las circunstancias son lo que son, pero cómo las enfrentas es lo
que hace la diferencia. Para la salud y el bienestar, más vale adaptarse y
aceptar lo que te presenta la vida.
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