Más de una hora de
tremor, es decir, de actividad característica por el paso de magma a varios
kilómetros de profundidad y un total de 25 exhalaciones acompañadas por
columnas de vapor de agua, gases y ceniza con dirección suroeste, conformaron
la actividad registrada en el volcán Popocatépetl en un lapso de 24 horas.
De acuerdo con el
reporte del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), los sistemas
de monitoreo del coloso ubicado entre los estados de Puebla, Morelos y el
Estado de México, detectaron 79 minutos de tremor, es decir, 1.3 horas de
movimientos de las paredes del volcán.
El tremor es una
señal sísmica continua y rítmica que generalmente precede o acompaña a las
erupciones volcánicas y está asociado al movimiento de magma o de otros fluidos
magmáticos al interior del conducto volcánico.
“Se detectaron 25
exhalaciones acompañadas de vapor de agua, gases volcánicos y en ocasiones
ligeras cantidades de ceniza. Adicionalmente, se registraron 79 minutos de
tremor de alta frecuencia de baja a media amplitud”, detalla el informe del
Cenapred.
De la misma forma, el
Cenapred reiteró que el Semáforo de Alerta Volcánica del Popocatépetl se
mantiene en Amarillo Fase 2. Los escenarios previstos para esta fase
contemplan que continúe la actividad explosiva de escala baja a intermedia;
lluvias de ceniza leves a moderadas en poblaciones cercanas; y posibilidad de
flujos piroclásticos y flujos de lodo de corto alcance.
“Durante la mañana y
al momento de este reporte se observa una emisión de vapor de agua y gases
volcánicos que se dispersa al suroeste”, añade el informe.
Ante la caída de
ceniza, los integrantes del organismo dependiente de la Coordinación Nacional
de Protección Civil (CNPC) recomendaron: cubrir nariz y boca con pañuelo o
cubreboca; limpiar ojos y garganta con agua pura; utilizar lentes de armazón y
evitar los de contacto para reducir la irritación ocular; y cerrar ventanas o
cubrirlas y permanecer lo más posible dentro de la casa.
El Cenapred reiteró la recomendación de no ascender al cráter del volcán, toda vez que existe la posibilidad de que ocurran explosiones, como se ha visto en varias ocasiones en el pasado, que implican la emisión de fragmentos incandescentes. En caso de lluvias fuertes, alejarse de los fondos de barrancas por el peligro de flujos de lodo y escombro.