El corazón de la comunidad de Izúcar se estremece
con la trágica pérdida de Daniel N., conocido como El Niño Alegre de la Joya,
durante un jaripeo en Tehuitzingo.
A sus 17 años, Daniel encontró su final mientras
participaba en el jaripeo en El Pedregal, Tehuitzingo, cuando el toro
que montaba le causó heridas fatales.
Daniel, un montador talentoso y lleno de vida, deja un
vacío irremplazable en la comunidad, recordando la partida de su tío, Daniel
Villegas Cordero, también conocido como El Tesoro, quien perdió la vida de
manera similar en un jaripeo.
La noticia ha sacudido a la comunidad, resaltando
los riesgos inherentes de estas prácticas tradicionales.
Mientras la familia de Daniel realiza los
trámites para recibir su cuerpo y llevar a cabo los servicios funerarios, la
tragedia sirve como un sombrío recordatorio de los peligros que enfrentan
los montadores en estos eventos.
Aunque los jaripeos atraen multitudes por la
emoción y la adrenalina, esta pérdida subraya la importancia de la seguridad
para los participantes.
En medio del duelo, nuestras condolencias se extienden a la familia, amigos y la comunidad que lamenta la partida de un joven tan querido y admirado.