NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
INFORMA
NOTICIARIO DE ANÁLISIS Y COMPRENSIÓN noticiasdeteziutlan@hotmail.com
LUNES 28 AGOSTO 2017
POSTED IN MEDICINA NATURAL
POR CATHERINE ULBRICHT, PHARM.D. (DOCTORA EN
FARMACIA)
Si eres como la mayoría de la gente de hoy, tu
horario está para reventar. Lo más probable es que llevas un estilo de vida
ajetreado, trabajando largas horas, llevando a tus hijos a la práctica de
fútbol, y tratando de encontrar un momento para hacer tu ejercicio diario. Es
difícil acordarte de pasear al perro o de llamar a tu mamá — olvídate de
encontrar el tiempo para dormir lo suficiente — por lo que decides depender de
la cafeína y la adrenalina para sobrevivir tu semana.
Aunque es común sentirse estresado y agotado de
vez en cuando, si experimentas estos síntomas todo el tiempo, puedes tener una
condición llamada síndrome de fatiga crónica (SFC). Este trastorno provoca
fatiga extrema y puede no mejorarse incluso con abundante reposo. Los síntomas
parecidos a los de la gripe que se asocian con el trastorno pueden durar años.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los EEUU (CDC, por
sus siglas en inglés) descubrieron la enfermedad en 1988, pero su causa sigue
siendo desconocida.
Se cree que el síndrome de fatiga crónica ocurre
después de una infección o un período de mucho estrés. Aunque la enfermedad se
puede desarrollar en cualquier momento de la vida, los CDC informan que es más
común entre las personas de 40 a 59 años de edad. En ocasiones el SFC se
observa en varios miembros de una misma familia, aunque no hay evidencia
científica que sugiera que la enfermedad es contagiosa. Sin embargo, los
investigadores sospechan que puede haber un vínculo genético a la enfermedad,
aunque se necesita más investigación para confirmar si esto es cierto.
Las mujeres son diagnosticadas con el síndrome de
fatiga crónica de dos a cuatro veces más que los hombres, pero no está claro si
esto se debe a que la enfermedad afecta a más mujeres o a que más mujeres
reportan la condición a sus médicos, en comparación con los hombres.
Según los CDC, cerca de un millón de
estadounidenses padecen SFC. Esta enfermedad afecta a más estadounidenses que
la esclerosis múltiple, el lupus, el cáncer de pulmón o el cáncer de ovario.
Se han estudiado muchas terapias naturales y
alternativas para el tratamiento del síndrome de fatiga crónica, aunque se
necesita más investigación para apoyar su eficacia en el manejo de esta
condición.
Uno de estos tratamientos es el ginseng. La
palabra “ginseng” se deriva de ren-shen, una palabra china que significa
“esencia de la tierra en forma de hombre” o “raíz hombre”, que se a la forma
casi humana de la raíz. El ginseng se ha utilizado en la medicina tradicional
china (MTC) durante más de 2.000 años y se cree que aumenta el apetito y la
fuerza, además de mejorar la memoria y el rendimiento físico. También se cree
que ayuda a reducir la fatiga y el estrés y a mejorar la calidad de vida en
general.
Cuando haces compras en el supermercado, es
posible que te topes con una fruta popular que también se ha estudiado para el
tratamiento de la fatiga: el kiwi.
El kiwi es originalmente de la China, pero ahora
se produce en Nueva Zelanda, en los
Estados Unidos, en Italia, en Sudáfrica y en Chile. Es rico en vitamina E, en
serotonina y en potasio, y se sabe que tiene la mayor densidad de vitamina C de
cualquier fruta. Se ha estudiado por sus beneficios para los pulmones y el
corazón de la salud, pero también se cree que aumenta la energía.
También están los siempre populares suplementos
de ácidos grasos omega-3, que se conocen por sus beneficios para el corazón y
la protección contra el colesterol alto. Los omega-3, que se encuentran en los
aceites de pescado y los aceites vegetales y de otros frutos, también han sido
estudiados para la mejora de la energía y el metabolismo. Sin embargo, se
necesita más investigación antes de llegar a una conclusión firme sobre estos
beneficios.
Otro tratamiento alternativo que se ha propuesto
para la fatiga es la terapia de relajación. Las técnicas de relajación incluyen
varios enfoques terapéuticos conductuales que difieren ampliamente en su
filosofía, su metodología y su práctica. Por lo general, su objetivo principal
es la relajación no dirigida. La mayoría de las técnicas de relajación
comparten varios componentes con el fin de aliviar el estrés: el enfoque
repetitivo (en una palabra, un sonido, una frase u oración, una sensación
corporal, o una actividad muscular), una actitud pasiva frente a los
pensamientos intrusos, y un retorno a la atención tras una distracción. Se ha propuesto
que las situaciones de estrés frecuentes pueden ocasionar efectos negativos en
la salud, como la presión arterial alta, niveles elevados de colesterol,
trastornos gastrointestinales, o el abatimiento del sistema inmunológico.
A pesar de que estas terapias naturales han dado
resultados prometedores para algunos pacientes que sufren de fatiga, es
importante tener en cuenta que cada uno tiene una calificación de “C” de
Natural Standard. Esto indica que las pruebas científicas a favor de su
eficacia para el tratamiento de la fatiga crónica faltan de claridad o son
contradictorias, y que se necesita más investigación para confirmar sus
beneficios potenciales.
Recuerda que debes consultar a tu médico o
farmacéutico antes de comenzar cualquier nuevo régimen, inclusive de hierbas o
suplementos. Un profesional médico puede ayudarte a decidir el mejor
tratamiento para la fatiga.
Las terapias alternativas podrían ser una buena
manera de aliviar tu cansancio y ayudarte a mejorar tu bienestar para que hagas
frente a tu ajetreado día con fuerza y energía.