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VIERNES 9 JUNIO 2017
DOCTORA ALIZA
PUBLICADO EN DIABETES
La
diabetes es una enfermedad silenciosa y traicionera, pues muchas veces, puede
no dar ningún síntoma pero, si no la controlas, poco a poco puede ir dañando
distintas partes de tu cuerpo y deteriorando tu salud. Descubre cómo reconocer
y evitar las complicaciones asociadas a esta condición.
La
diabetes es una condición que se caracteriza por elevación en el nivel del
azúcar o la glucosa en la sangre que, si no se controla, a largo plazo puede
derivar en otros problemas de salud.
Con
el paso del tiempo, por ejemplo, la diabetes puede provocar problemas del
corazón o cardiovasculares (como ataques cardíacos, ataques cerebrovasculares o
enfermedad arterial periférica), problemas en los riñones (como falla renal),
daño a los nervios, problemas en la piel e infecciones, lesiones en los ojos
(retinopatía diabética), problemas digestivos (gastroparesia), disfunción
eréctil y dificultades sexuales, tanto en los hombres como en las mujeres, y
problemas en las encías.
Para
que estés prevenido y puedas actuar lo antes posible, he aquí las principales
señales de cada uno de estos posibles problemas asociados a la diabetes.
1.
Problemas del corazón y cardiovasculares. Incluye los ataques cardíacos. Según
la Asociación Americana de la Diabetes, el 65% de los diabéticos muere por
alguna enfermedad cardiovascular. Por eso es importante que en la visita con tu
médico controles tus niveles de presión arterial, colesterol y triglicéridos.
Asimismo, es vital que sepas reconocer los síntomas de un ataque cardíaco, que
muchas veces no se toman en cuenta (esto es especialmente cierto en el caso de
las mujeres, quienes también deben prestar mucha atención a su corazón).
Otro
riesgo cardiovascular es el de desarrollar un ataque cerebral vascular o una
apoplegía (conocida como stroke en inglés). Los síntomas típicos incluyen:
debilidad
repentina en una parte del cuerpo adormecimiento
de un lado de la cara, el brazo o la pierna dificultad
para ver de uno u ambos ojos y mareos
Si
tienes 2 o más de estos síntomas o alguien que se encuentra a tu lado los
tiene, no pierdas tiempo y llama al servicio de emergencia cuanto antes, cada
minuto cuenta.
Y
en el grupo de enfermedades cardiovasculares, la enfermedad arterial periférica
es otra posibilidad debido al bloqueo causado por la ateroesclerosis. Los
síntomas de alerta incluyen:
Dolor
en una o ambas piernas especialmente al caminar o al hacer ejercicio que
desaparece en cuestión de unos cuantos minutos después de descansar.
Hormigueo,
entumecimiento o sensación de frío en los pies.
Heridas
o infecciones en los pies o en las piernas que tienen dificultad para sanar.
2.
Problemas en los riñones o insuficiencia renal: El funcionamiento de tu riñón
puede verse afectado por la diabetes. Inicialmente, una vez por año, tu médico
te hará un análisis de orina con la primera orina de la mañana para chequear
que no haya proteína (microalbuminuria). Uno de los síntomas que puede indicar
que algo no anda bien con tus riñones es tener los pies, los tobillos o las
piernas hinchadas. En casos más avanzados, es necesario controlar el funcionamiento
del riñón con análisis de sangre también.
3.
Daño en los nervios o neuropatía diabética: Cuando la diabetes causa neuropatía
puede haber diferentes síntomas: por un lado, la sensación de dolor puede
tardar más en llegar al cerebro (y en los casos extremos nunca llegar), por eso
muchas personas se lastiman y no se dan cuenta. Pero también podrías sentir
hormigueo, ardor o dolor en algunas partes del cuerpo (por ejemplo, en los pies
o piernas) debido a que no funciona bien el sistema nervioso. Por eso, debes
controlar continuamente que tu piel no se irrite ni se lastime.
4.
Problemas e infecciones de la piel: Además de que puedes lastimarte la piel sin
darte cuenta, la elevación de la glucosa en la sangre hace que tu cuerpo se
vuelva el lugar ideal para el desarrollo de hongos y bacterias, al mismo tiempo
que debilita el sistema de defensas y aumenta las posibilidades de que
aparezcan infecciones difíciles de combatir. Por eso, al igual que en el caso
de la neuropatía, es importante que revises tu piel y tu cuerpo (en especial
los pies) diariamente, que procures prevenir heridas (lesiones) y si las
encuentras, que las identifiques y las trates lo antes posible para evitar que
se infecten o para que incluso, si ya hay una infección también se trate de inmediato.
5.
Complicaciones en los ojos: Tu salud visual es algo que también debes tener más
presente si tienes diabetes y, al menos una vez al año, debes visitar a un
oftalmólogo (a un médico especializado en los ojos). Muchas veces la
retinopatía diabética no da síntomas pero, si se trata a tiempo, se puede
prevenir pérdida de la visión. Si ya tenías problemas en la vista antes de que
te detectaran la diabetes, los exámenes con el oftalmólogo deben ser al menos
dos veces por año.
6.
Problemas estomacales o gastroparesia. La gastroparesia se refiere a una
complicación que no te permite digerir bien los alimentos debido a un
vaciamiento lento del estómago porque los músculos no funcionan bien. Esto
puede causar náuseas, vómitos, puede interferir con el control de tu azúcar y
tu nutrición. Los cambios en la dieta pueden mejorar esta complicación de la
diabetes que desgraciadamente no se puede curar.
7.
Disfunción eréctil y otros problemas sexuales, incluso en las mujeres. Esto te
podría suceder, y si bien hay algunos medicamentos que podrías utilizar bajo
supervisión médica, en estos casos lo que más ayuda si no lo has hecho es:
mejorar tu estilo de vida, alimentarte de manera saludable y ejercitar
regularmente. Y recuerda: nunca tomes pastillas ni uses medicinas sin consultar
con tu médico para evitar otras complicaciones de salud.
8.
Problemas dentales: Al igual que en otras partes del cuerpo, cuando tienes
diabetes tienes más posibilidades de sufrir infecciones en la boca así como de
desarrollar otros problemas en los dientes y las encías. Controla regularmente
tu salud bucal para evitar problemas.
Por
último, recuerda que la diabetes es una enfermedad asociada directamente al
estilo de vida (en especial la que se denomina de tipo 2) y está en tus manos
poder cambiarlos. En todos los casos, no sólo es importante la dieta que lleves
sino también la cantidad de alimentos que consumes, el momento del día en que
lo haces, cuán bien descanses y cuánto te ejercites. ¡Anímate, pues los resultados
bien valen el esfuerzo!
Imagen
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