11
tips para resistirlas…
¿Por
qué llaman la atención las comidas que más engordan? Saberlo podría ayudarte a
controlar el peso. Dos estudios nuevos analizan algunos factores que influyen
en la selección de los platillos cuando se come en un restaurante. Uno explora
las ofertas del menú y otro, sorprendentemente, la influencia del peso del
camarero sobre lo que ordenamos cuando comemos fuera. Entérate de los
resultados de la investigación y, estés de acuerdo o no, sigue nuestros 11 tips
para que puedas comer fuera de casa sin excederte en sodio o calorías.
Nuestras
elecciones están influenciadas por muchos factores. Algunos las manejamos de forma consciente. De
otras, ¡ni nos enteramos!, pero están ahí modificando nuestros gustos y hasta
el curso de nuestra vida diaria. Y
pueden influir cada vez que tomamos una decisión: desde qué ropa nos ponemos
para una fiesta, los artículos que compramos en el mercado y hasta los platillos
que elegimos cuando comemos en un restaurante.
Para
saber por qué cuando comemos fuera tendemos a elegir platillos con más calorías
y menos saludables, un grupo de investigadores de la Universidad Duke, en
Estados Unidos, hizo dos estudios. En uno de ellos evaluó cómo afecta la
decisión que tomamos lo que se ofrece en el menú y en el otro, cómo influye el
peso de quien nos atiende.
En un
estudio en el que participaron 183 estudiantes se encontró que cuando la carta
o menú incluye opciones saludables, los comensales tienden a elegir platillos
más altos en calorías y menos nutritivos.
Los investigadores llaman a ese factor “cumplimiento indirecto del
objetivo”, según el cual la sola presencia de una opción saludable en el menú
crea la sensación de que el objetivo de alimentarse sanamente se ha cumplido,
aunque la elección final no sea así. Por
ejemplo, si en el menú se incluye un plato vegetariano, esto podría crear la
idea falsa de que todos los demás platillos son igual de saludables, dando
“licencia” para ordenar platillos más altos en calorías.
Asimismo,
encontraron que cuando la camarera o el camarero tienen sobrepeso o son obesos
generan cierto estímulo en las personas que están a dieta, que los lleva
inconscientemente a elegir platos más altos en calorías. Por otro lado, las personas que no están a
dieta tienden a comer más si los atiende una persona delgada. Los
investigadores opinan que esto puede deberse a una identificación personal con
la forma física de quien nos sirve la comida.
Estés
o no de acuerdo con los resultados de las investigaciones, hay mucho que puedes
hacer, de forma consciente, para controlar lo que ordenas en un restaurante y
no dejarte llevar por otra cosa que no sea tu propio beneficio. Además de
controlar el peso, es importante que evites los platillos que pudieran elevar
tu nivel de colesterol, o los que contienen demasiado sodio, que contribuyen a
la hipertensión. Todo eso perjudica tu
salud. Aquí te ofrecemos algunas claves para ayudarte a elegir sanamente:
Evita
la tentación de comerte todo el pan que traen al principio y no le pongas la
mantequilla. Es más, dile al camarero que no te traiga pan. Así evitas las
calorías adicionales y realmente podrás disfrutar el próximo platillo.
Si
vas a pedir una entrada (tapa o botana), selecciona algo ligero: frutas o
vegetales, o un consomé, en lugar de platillos muy pesados o salados (como una
sopa cremosa, por ejemplo).
Presta
atención cuando leas los ingredientes o el método de cocción/preparación. Estos
podrían indicar si el plato contiene demasiado sodio (o sal). Cuando el menú indica “en escabeche”, “encurtido”, “curado”,
“ahumado”, “salsa de soya” y “caldo”, por lo general el platillo contiene mucho
sodio. Selecciona otra cosa, o come
solamente una pequeña porción.
Pide
que te preparen el platillo con poca sal, siempre le puedes agregar un poco más
en la mesa si es necesario.
Ordena
pollo o carne de cortes magros. Si no encuentras estas opciones en el menú,
entonces quita la grasa adicional tú misma(o): al pollo quítale la piel y a la
carne de res, los gorditos que le sobran. De hecho, considera elegir pescado.
Si
vas a comer ensalada, pide el aderezo a un lado y asegúrate de que sea bajo en
grasa.
Pide
que preparen tu comida con aceite de oliva, en lugar de margarina o
mantequilla.
Selecciona
alimentos cocinados al vapor, a la parrilla, horneados o salteados. Evita los
platillos fritos.
Evita
condimentar de más con mostaza, salsa de tomate (o “ketchup”, cátsup), y otras
salsas o aderezos que pueden tener mucha sal.
Controla
las porciones. Considera compartir un platillo muy abundante. Así evitas la
tentación de comer más de lo que debieras, “por no dejar comida en la mesa”. O
llévate la mitad para comerlo más tarde en casa.
Si no
puedes saltarte el postre, compártelo. O elige uno a base de frutas naturales.
Como
ves, no es tan difícil salir a comer y controlar lo que consumes. Sólo debes
tener estas recomendaciones en mente y no dejarte influenciar ni por una
suculenta foto en el menú, ni mucho menos el peso o la apariencia de la persona
que te sirva. Recuerda que tu salud es lo más importante y que llevar una dieta
sana junto a una rutina de ejercicios es la base para mantener una buena
calidad de vida a largo plazo.
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