DOCTORA ALIZA
POSTED IN CORAZÓN, DIETA Y NUTRICIÓN
¿Te encanta la carne roja? Muchas personas, al igual que tú, prefieren un apetitoso plato a base de carne en sus menús caseros o es lo primero que ordenan cuando van a un restaurante. Si éste es tu caso, debes ponerte al tanto de los resultados de una investigación reciente que relaciona un compuesto de la carne roja (que se añade a algunas bebidas energéticas también), con el endurecimiento y el bloqueo de las arterias. Todo eso se traduce en malas noticias para tu corazón. Infórmate para que hagas los cambios necesarios en tu dieta.
La frase “somos lo que comemos” pone a relucir la relación entre los alimentos que ingerimos y la salud de nuestro cuerpo. Lo que nos servimos y comemos a diario va repercutiendo en el funcionamiento de nuestros órganos, así de sencillo. El resultado de un estudio reciente realizado en el Heart and Vascular Institute, de la Clínica Cleveland nos lo demuestra. El consumo de la carne roja debe limitarse a un mínimo o incluso, eliminarse totalmente, si se quiere llevar una dieta favorable para que el corazón funcione bien.
Para aclarar tus dudas, aquí está la razón: la transformación a través de la digestión de un compuesto de la carne, llamado carnitina (que también se añade como suplemento a algunas bebidas energéticas) contribuye al endurecimiento y al bloqueo de las arterias. Esta condición se conoce como aterosclerosis. La ateroesclerosis va disminuyendo la irrigación de órganos importantes como el corazón, el cerebro y los intestinos con consecuencias severas: desde ataques cardíacos hasta accidentes cerebrovasculares, entre otros.
Las bacterias que viven en las vías digestivas convierten a la carnitina en una sustancia llamada trimetilamina n-óxido (TMAO por sus siglas en inglés), cuya relación con el proceso de la aterosclerosis ya había sido establecida por el mismo equipo de la Clínica Cleveland en investigaciones previas. Pero eso no es todo: el estudio también encontró que una dieta rica en carnitina estimula el desarrollo de las bacterias que metabolizan el compuesto, lo que lleva a un continuo círculo vicioso: a más carnitina, más bacterias y más TMAO.
Los expertos aclaran que nuestros hábitos alimenticios determinan el tipo de bacteria que vive en las vías digestivas. Una dieta en la que abunda la carne roja (y por lo tanto, es abundante en carnitina), hace que, a la larga, el tipo de microorganismo que habita en nuestras vías digestivas sea del tipo que consume la carnitina. De ese modo, los amantes de la carne son más susceptibles a formar la sustancia TMAO y a sufrir sus efectos negativos en las arterias (con desarrollo de más ateroesclerosis).
El equipo de investigadores estudió los datos de 2,600 pacientes a quienes se les hizo una evaluación cardíaca y encontró que:
Los niveles consistentemente altos de carnitina se asociaron con un mayor riesgo de sufrir enfermedad cardíaca, ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y de muerte relacionada con el corazón.
Los niveles de TMAO eran mucho más bajos entre las personas vegetarianas (que no consumen carne) o vegans (que no consumen ningún producto de origen animal), que entre aquellas sin restricciones de alimentos en su dieta (omnívoras, es decir, que consumen todo tipo de alimentos).
Incluso después de consumir grandes cantidades de carnitina, las personas vegetarianas o vegans no produjeron niveles importantes de TMAO, mientras que las omnívoras si los produjeron.
Aunque estos resultados, publicados en la edición de abril de la revista Nature Medicine, no prueban una relación de causa y efecto entre la carnitina y el daño al corazón, sí permiten valorar los beneficios de las dietas de tipo vegetariano o vegan. A la vez, han permitido extraer otras conclusiones:
Los hábitos alimenticios poco saludables, pueden elevar los niveles de TMAO, aumentar el nivel de colesterol que se deposita en las arterias y a la vez, reducir la capacidad del cuerpo de eliminar ese exceso de colesterol.
El estudio ha sacado a la luz que muchos productos que contienen carnitina, como algunas bebidas energéticas, pueden tener los mismos efectos perjudiciales para las arterias que la carne roja, por lo que es importante que nos fijemos en los ingredientes de los productos que consumimos y los sustituyamos por otros más saludables.
Una dieta favorable para la salud de las arterias y por lo tanto, del corazón, debe incluir poca o ninguna carne roja.
Nada de esto significa que tengas que privarte de
todo lo que gusta, sino de que aprendas a seleccionar los alimentos que
benefician a tu corazón. Piensa más en
aumentar y sumar (más alimentos que te convienen, como granos integrales,
vegetales y frutas), y no te dolerá tanto restar los que te perjudican (carnes
rojas y bebidas energéticas). Quizás
hasta puedas considerar adaptarte a una dieta de tipo vegetariano. La decisión es tuya, pero te recomiendo que
cualquiera que sea, pienses en todo lo que vas a ganar y lo disfrutes con el
corazón ¡bien contento!