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JUEVES 25 OCTUBRE 2018
PUBLICADO
POR: DOCTORA ALIZA
Tu
mejor aliado contra la contaminación de los alimentos
La
rutina de hoy en día no deja tiempo para nada, a veces, ni para cocinar. Tanto
los jóvenes ejecutivos, como los estudiantes, las madres solteras y las
familias con niños encuentran en los refrigeradores o neveras a sus mejores
aliados para mantener la comida fresca y saludable por más tiempo. Sin embargo,
el saber cómo guardar alimentos en el refrigerador para evitar que se
contaminen o se echen a perder tiene sus secretos.
Si
tuviste una cena para amigos en casa y te sobró mucha comida, seguramente
querrás guardarla en el refrigerador o la nevera. También podría pasar que
hayas salido a comer a un restaurante y te hayas llevado lo que no comiste a la
casa. Podría suceder también que decidas cocinar el fin de semana para tener
comida lista el resto de la semana, y es entonces cuando debes tener en cuenta
ciertos aspectos para que la comida se mantenga fresca y no dañe ni tu salud ni
la de tu familia.
El
objetivo de poner los alimentos en el refrigerador es prevenir el crecimiento
de microorganismos. Tal vez te hayas dado cuenta que cuando dejas los alimentos
fuera del refrigerador por algunos días, estos comienzan a tener cambios en su
apariencia y en el olor. Esos cambios se deben a los microorganismos que crecen
en los alimentos. Algunos de estos microorganismos incluyen: la salmonella, la
escherichia Coli (e. coli), el C. botulinum y la Listeria.
Para
prevenir que estos indeseables organismos lleguen a tu refrigerador ten en
cuenta lo siguiente:
1.
Lee las instrucciones de almacenamiento y las fechas de vencimiento de la
comida
Cuando
vayas de compras al supermercado, al mercado, a la tienda, tómate tu tiempo. Revisa
lo que dicen las etiquetas acerca de las condiciones para refrigerar los
alimentos. No te olvides que algunos alimentos deben ser refrigerados después
de abrirse. Esto pasa con las mermeladas, la salsa de tomate o catsup, la
mostaza y la mayonesa, pero también con muchos otros alimentos. Lee antes de
guardar o de comprar. Las comidas preparadas y las congeladas tienen
instrucciones específicas que deben ser seguidas al pie de la letra. Revisa las
fechas de vencimiento.
En
caso de que hayas comprado algún alimento y al cabo de los días te des cuenta
de que su fecha límite de consumo expiró, tíralo a la basura, no titubees.
2.
Que no pase mucho tiempo antes de guardar la comida
Para
algunas personas el ir al mercado es un paseo de fin de semana. Compran la
comida y luego dan un pequeño paseo por el centro comercial, se comen un helado
o pasan por el banco a hacer unas diligencias. Esto es un grave error. Cuando
vas a comprar alimentos, no debes planear hacer varias otras cosas después. Ve
directo a casa y coloca en el refrigerador los alimentos que necesitan ser
refrigerados. Estos alimentos no deben estar sin refrigerar por más de dos
horas. Y si hace mucho calor, o sea, si están expuestos a temperaturas mayores
de 90° F o 32° C, no deben estar sin
refrigerar por más de una hora.
3.
Carnes, pollo, pescado y otros productos animales, de inmediato al refrigerador
Con
otros alimentos como las carnes, el pollo, el pescado, los mariscos, el cerdo e
inclusive los huevos es necesario ser aún más cuidadoso. Trata de esperar lo
mínimo posible de acuerdo con las temperaturas descritas arriba. Algunas
personas congelan las carnes y luego las descongelan, y más tarde las vuelven a
congelar. Si quieres cuidar tu salud, no hagas esto por nada del mundo.
4.
Uso del refrigerador o nevera
Ahora,
también es importante tener ciertos cuidados que deben con el refrigerador. Por
ejemplo: ¿Sabes cuál es la temperatura adecuada y cómo organizar los alimentos
en tu nevera?
Temperatura.
En la medida de lo posible te aconsejo que adquieras un termómetro que te
permita revisar periódicamente que la temperatura de tu refrigerador esté en
los 40° F o 4° C. El congelador debe permanecer en los
0° F ó -18° C. Estas son las
temperaturas adecuadas para garantizar que tus alimentos se conserven
correctamente.
Orden.
A veces es fácil acumular y acumular en el refrigerador hasta que no queda ni
un solo espacio. Para muchos, lo importante es acomodar todo sin importar que
queden unos sobre otros, hasta que todo quede repleto. Cuando llenas tu
refrigerador hasta que no queda espacio, estás limitando la circulación del
aire. Lo que hace que algunos alimentos reciban el aire frío, mientras que
otros no reciban el aire que está circulando. Idealmente, debes organizar tu
nevera de forma que permita que el aire circule.
Limpieza.
El aseo del refrigerador y del congelador es fundamental para garantizar el
buen estado de los alimentos que guardas allí. Límpialo con frecuencia para
prevenir el crecimiento de las bacterias. Si tienes alimentos que están
goteando debes limpiarlos tan pronto como sea posible, especialmente si este
goteo viene de alimentos como carnes, pescados o pollo.
5. El
frío no mata todo
Es
fácil pensar que el congelador lo soluciona todo. El congelador es un excelente
aliado ya que detiene el crecimiento de las bacterias, pero no mata a aquellas
que ya venían en la comida. Es así como si esperas mucho tiempo para refrigerar
la comida que te quedó del restaurante o la que preparaste en casa desde la mañana,
le das oportunidad a los microorganismos de crecer en tu comida, y el
refrigerador no puede hacer nada en contra de esto, más aún si las temperaturas
no están ajustadas adecuadamente.
Te
aconsejo que revises los termómetros de los congeladores. En algunas
situaciones, los congeladores antiguos producen tanto hielo que se afecta el
enfriamiento de todo el refrigerador.
6.
Guarda los alimentos de temporada
Con
la llegada del invierno, muchas personas prefiere congelar alimentos para tener
suficiente durante la temporada de clima frío. Esto es una excelente idea,
sobre todo para aquellas personas que tienen pequeños cultivos en casa y
cosechan durante la primavera y el verano. El congelador te ayudará a
mantenerlos en buen estado, sin embargo, no te ayudará a conservar plenamente
el sabor, la suavidad, el aroma, los jugos y el color de los alimentos.
7.
Usa empaques y recipientes para almacenar
He
visto casos en donde por pereza, las personas guardan los alimentos en los
platos en los que estaban comiendo e inclusive en las ollas en las que los
cocinaron. Esto en realidad no ayuda a la conservación de tus alimentos.
Dedícales un poco de tiempo. Empácalos bien. Colócalos en recipientes de
plástico o en bolsas con cierre hermético. Asegúrate de taparlos bien.
8.
Presta atención a tus sentidos
El
olfato, el gusto y la vista son excelentes amigos a la hora de reconocer comida
que ha iniciado procesos de descomposición. En algunos casos te habrás dado
cuenta que la comida se daña aún estando en el refrigerador. Si ves y hueles la
comida, y a simple vista la cosa no se ve bien, no dudes en tirarla. Si algo
huele mal es por que está mal. La comida que no te acabaste o “las sobras” del
día anterior generalmente tienen un tiempo de vida muy corto. Trata de comerlas
lo antes posible, y revisa su estado a diario. No permitas que las bacterias
que se crean en estos alimentos pasen de unos a otros contaminando así toda tu
comida.
9. Cuando comes en un restaurante…
Si
vas a comer afuera y te quedó algo de comida que quieres llevarte a tu casa
para el día siguiente, es una magnífica idea. Pero si vas a demorarte más de
dos horas en llegar a casa, es mejor que no lo hagas. Dejar este tipo de comida
sin refrigerar no es una buena idea. Además si piensas en dejarla en el auto,
es aún peor. El calor del auto hace que las bacterias se reproduzcan mucho más
rápido.
10.
Cuidado con el lugar donde guardas tus alimentos
Revisa
muy bien donde guardas tus alimentos. Por nada del mundo los dejes cerca de los
productos de la limpieza, de los desinfectantes o de cualquier producto que
pueda tener ingredientes que sean tóxicos y puedan causarte problemas.
Siguiendo
estos consejitos, vas a poder asegurarte de que tus alimentos se mantengan
frescos y listos para tu consumo y el de tu familia. Evita a toda costa que las
bacterias ataquen tu refrigerador.
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