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TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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MIÉRCOLES 27 MAYO
2020
6 maneras
en que padres y madres pueden ayudar a sus hijos durante el coronavirus
La enfermedad del coronavirus
(COVID-19) trae consigo emociones como ansiedad, estrés e incertidumbre, que
son especialmente intensas en los niños de todas las edades. Aunque los niños
abordan estas emociones de distintas maneras, si tu hijo se ha enfrentado al
cierre de su escuela, a la cancelación de eventos o a la separación de sus
amigos, ahora necesitará sentirse más amado y apoyado que nunca.
Hablamos con la Dra. Lisa Damour,
experta en psicología de la adolescencia, autora de éxitos de librería,
columnista mensual de The New York Times y madre de dos hijas, sobre cómo
podemos intentar crear un sentido de normalidad en nuestros hogares mientras
atravesamos esta “nueva época de normalidad (temporal)”.
1. Permanecer tranquilos y
proactivos
“Los padres deben tener una
conversación calmada y proactiva con sus hijos acerca de la enfermedad del
coronavirus (COVID-19) y la responsabilidad que tienen con su salud. Hay que
decirles que es posible que [ustedes o ellos] empiecen a tener síntomas en algún
momento, que esos síntomas suelen ser muy parecidos a los de la gripe o el
resfriado común, y que no hay razón para sentirse excesivamente temerosos ante
esta posibilidad”, recomienda la Dra. Damour. “Para poder ayudar a sus hijos,
los padres deben alentarlos a expresar si no se sienten bien, o si están
preocupados por el virus”.
“Los adultos pueden mostrar
empatía ante los comprensibles sentimientos de ansiedad y preocupación de sus
hijos por el COVID-19. Asegúrenles que la enfermedad generalmente es leve,
sobre todo en los niños y los adultos jóvenes”, dice. También es importante
recordar que muchos de los síntomas del COVID-19 se pueden tratar. “Conviene
recordarles que podemos hacer muchas cosas para mantenernos a nosotros mismos y
a los demás a salvo: lavarnos frecuentemente las manos, no tocarnos la cara y
mantenernos a una distancia apropiada de las demás personas”.
"Otra cosa que podemos
hacer es ayudarles a nuestros hijos a pensar en los demás. Decirles, por
ejemplo: ‘Sé que tienes mucho miedo de contraer el coronavirus, pero parte de
la razón por la que te pedimos que hagas todo esto –lavarte frecuentemente las
manos, no salir de casa– es que así también cuidamos a los miembros de nuestra
comunidad. Porque también debemos pensar en la gente que nos rodea’”.
Cómo hablarle a tu hijo sobre
el coronavirus (COVID-19)
Nuestros consejos sobre el
lavado de las manos
2. Seguir una rutina
“Los niños necesitan una
estructura. Indiscutiblemente. Y lo que tenemos que hacer, sin demora, es crear
estructuras totalmente nuevas para todos nosotros durante estos días”, dice la
Dra. Damour. “Recomiendo firmemente que los padres elaboren un programa diario
que incluya ratos para el juego y el esparcimiento –durante los cuales los
niños pueden hablar por teléfono y conectarse con sus amigos–, además de tiempo
libre de tecnología y tiempo para ayudar en la casa. Debemos pensar en lo que
valoramos y necesitamos, y crear una estructura que lo refleje. Para nuestros
niños será un gran alivio poder predecir lo que ocurrirá cada día y saber
cuándo deben trabajar y cuándo pueden jugar”.
La Dra. Damour sugiere que
los niños también participen. “Yo pediría a los niños mayores de 10-11 años que
diseñen el programa. Sugiéranles qué clase de actividades deberían incluir y
luego revisen sus aportes”. En cuanto a los niños más pequeños, “dependiendo de
quién los supervise (estoy consciente de que no todos los padres estarán en el
hogar para supervisar a sus hijos), estructuren sus días de modo que primero
lleven a cabo las actividades que no se deben postergar: las tareas escolares y
todos los demás quehaceres. Para algunas familias es más conveniente que estas
actividades se realicen al comienzo del día. Otras familias prefieren que el
día comience un poco más tarde, después de dormir y de disfrutar el desayuno
juntos”. Sugiero a los padres que no pueden supervisar a sus hijos durante el
día que analicen con las personas que los cuidan qué estructuras podrían ser
apropiadas.
“Debemos apoyar a nuestros
hijos y explicarles que es normal sentirse profundamente tristes y frustrados
por las pérdidas que están sufriendo”.
3. Permitir que los niños
sientan sus emociones
Con el cierre de las escuelas
por la enfermedad del coronavirus se cancelan las obras de teatro, los conciertos,
las competiciones deportivas y otras actividades, lo cual decepciona
profundamente a los niños. El principal consejo de la Dra. Damour es
permitirles sentirse tristes. “Todo esto representa una gran pérdida para los
adolescentes. Es peor para ellos que para nosotros porque nosotros lo
comparamos con las experiencias que hemos tenido a lo largo de nuestras vidas.
Debemos apoyar a nuestros hijos y explicarles que es normal sentirse
profundamente tristes y frustrados por las pérdidas que están sufriendo”. En
caso de duda, lo mejor que podemos hacer es mostrarles empatía y apoyo.
4. Verificar con ellos lo que
están escuchando
Hay mucha desinformación en
torno a la enfermedad del coronavirus (COVID-19). “Es importante averiguar qué
están oyendo nuestros hijos y qué consideran que es verdad. No basta con darles
a conocer los hechos porque, si han oído algo inexacto y nosotros no
descubrimos lo que están pensando y no se lo aclaramos directamente, podrían
combinar la nueva información que reciben de nosotros con la información que ya
tienen. Es fundamental descubrir lo que nuestros hijos ya saben y comenzar en
ese punto a darles la información correcta”.
En caso de que su hijo le
haga preguntas que no pueda responder, en lugar de adivinar, aproveche la
oportunidad para explorar juntos la respuesta. Busque información en los sitios
web de organizaciones fiables como UNICEF y la Organización Mundial de la Salud.
Muchos niños están siendo
víctimas de intimidación y abuso en la escuela o en línea en torno a la
enfermedad del coronavirus (COVID-19). Es importante que sus hijos sepan que
ustedes siempre están ahí para ellos en caso de que sufran acoso. “La mejor
manera de abordar cualquier tipo de intimidación es recurrir a quienes
comparten espacios con sus hijos y presencian esa clase de incidentes”, dice la
Dra. Damour. “No conviene alentar a los niños que sufren intimidación a
confrontar a los acosadores. Más bien, debemos alentarlos a acudir a amigos o a
personas adultas en busca de ayuda y apoyo”.
Explicación sobre la
enfermedad por coronavirus (COVID-19) destinada a los padres
Cómo hablar con tus hijos
sobre el acoso
5. Encontrar distracciones
A la hora de procesar las
emociones difíciles, “fíjense en las señales que muestran sus hijos, piensen
cómo podrían equilibrar las conversaciones sobre los sentimientos con las
distracciones, y permitan que sus hijos recurran a alguna distracción cuando los
noten muy preocupados y necesiten tranquilizarse”. Una buena opción es
organizar cada cierto número de días un juego en el que participe toda la
familia. O cocinar todos juntos. La Dra. Damour está aprovechando la hora de
cenar para conectarse con sus hijas. “Decidimos formar equipos de dos y
rotarnos, de modo que cada noche un equipo preparará la cena para la familia”.
Respecto de los adolescentes
y los aparatos electrónicos, permítanles cierta libertad de acción. La Dra.
Damour aconseja ser sinceros con ellos y decirles que entendemos que ahora
disponen de más tiempo libre, pero que no conviene tener un acceso ilimitado a
las pantallas y a las redes sociales. “Pregunten a su hijo adolescente: ‘¿Cómo
crees que debemos abordar este tema? Piensa en una estructura; luego, me
cuentas cómo es y yo te diré lo que pienso’”.
6. Vigilar su propio
comportamiento
“Desde luego, los padres
también sentimos ansiedad y nuestros hijos identifican las señales emocionales
que transmitimos”, explica la Dra. Damour. “Yo pediría a los padres que hagan
lo que puedan para controlar su ansiedad y que no compartan demasiado sus
temores con sus hijos. Esto podría implicar dominar las emociones, lo que a
veces resulta difícil, especialmente cuando son muy intensas”.
Los niños dependen de sus
padres para sentirse seguros. “Recordemos que nuestros hijos son los pasajeros
en esta difícil situación y que nosotros somos los conductores que les ayudan a
atravesarla con éxito. Así pues, aunque nos sintamos ansiosos, no podemos dejar
que nuestro malestar emocional les impida sentirse seguros”.