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MARTES 7 FEBRERO 2017
MAYO
CLINIC
POSTED
IN ADULTOS MAYORES, VIDA SALUDABLE
“Descubrimiento prometedor para los humanos”
Un nuevo
tipo de fármaco, identificado y validado por los investigadores de la Mayo
Clinic junto a sus colabores del Instituto de Investigación Scripps y de otros
lugares, claramente reduce los problemas de salud en los ratones al limitar el
efecto de las células senescentes, que son las que contribuyen a la fragilidad
de la vejez y a las enfermedades propias de la edad. Los investigadores dicen
que este es el primer paso hacia el desarrollo de tratamientos similares para
los pacientes de edad avanzada. Los resultados se publicaron en la revista
“Aging Cell”.
“Si
se lo puede traducir a los humanos, cosa que tiene sentido puesto que muchos de
estos análisis utilizaron células humanas, este tipo de terapia tiene la
capacidad de mantener a raya los efectos del envejecimiento y extender
considerablemente el tiempo de vida sana de una persona”, comenta el Dr. James
Kirkland, director del Centro Kogod de Mayo Clinic para el Envejecimiento y
autor experto del estudio.
Los
fármacos, llamados senolíticos, eliminan selectivamente a las células
senescentes, sin dañar a las células ni a los tejidos vecinos, reduciendo tanto
los problemas cardíacos como los vasculares, la debilidad muscular, la
osteoporosis y las dificultades neurológicas. Las células senescentes aparecen
con la edad y en los sitios propios de las enfermedades vinculadas con la
vejez; además, producen factores que pueden dañar a las células y a los tejidos
circundantes y distantes, lo que amplifica su efecto. En muchos ejemplos, los
fármacos provocaron la reducción significativa y visible de varias afecciones,
apenas después de una dosis, y continuaron siendo terapéuticos hasta por siete
meses. Los investigadores dicen que este efecto duradero coincide con un cambio
en la composición celular o tisular.
Los
dos fármacos más exitosos entre los 46 probados para despejar a las células
senescentes fueron el dasatanib y el quercetin, y pese a que individualmente su
eficacia fue sólo parcial, en combinación lograron visiblemente revertir mucho
más los signos de envejecimiento en los ratones.
“A
pesar de que aún es muy pronto para predecir la relevancia clínica, este
trabajo muestra una nueva y fascinante manera de lidiar con las múltiples
morbilidades que afectan a los ancianos, por lo menos en un modelo de ratón con
vejez acelerada”, señala el Dr. Felipe Sierra, director de la División de
Biología del Envejecimiento del Instituto Nacional del Envejecimiento. “Será
interesante ver el desarrollo de más senolíticos y sus pruebas en ratones
normales y demás animales modelo”.
Más
estudios están ya planificados y aún no se ha puesto plazo para el posible
empleo de estos fármacos en humanos, por lo que el Dr. Kirkland advierte que
cualquier referencia a una aplicación clínica es solamente especulación. Ambos
fármacos se utilizan en humanos para otros fines, pero de todas maneras, éstos
deberán atravesar por ensayos clínicos para este nuevo y único tipo de terapia
contra el envejecimiento.
La
investigación estuvo financiada por varios subsidios de los Institutos
Nacionales de Salud y por las Fundaciones Glenn, Ted Nash Long Life y Noaber.
Otros
integrantes del equipo de investigación son los también primeros autores, Dra.
Yi Zhu y Dra. Tamara Tchkonia, Husheng
Ding, Nino Giorgade, Allyson Palmer, Steven O’Hara, Nicholas LaRusso, Jordan
Miller, Carolyn Roos, Grace Verzosa, Nathan LeBrasseur, Joshua Farr, Sundeep
Khosla y Michael Stout de Mayo Clinic; Adam Gower y Marc Lenburg de la
Universidad de Boston; Yuji Ikeno y Gene Borden de la Universidad de Texas en
San Antonio y del Hospital de Veteranos Audie Murphy en San Antonio; Jonathan
Wren de la Fundación para Investigación Médica de Oklahoma; y Sara McGowan,
Heike Furhmann-Stroissnigg, Aditi Gurkar, Jing Zhao, Debora Colangelo, Akaitz
Dorronsoro, Yuan Yuan Ling, Amira Barghouthy, Diana Navarro, Tokio Sano, Paul
Robbins y Laura Niedernhofer del Instituto de Investigación Scripps en Florida.
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