NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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ALIZA
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EN SALUD BUCAL
Dicen que la sonrisa es una carta
de presentación, ¡y es cierto! Si quieres que la tuya sea brillante y luminosa,
el primer paso es cuidar al máximo tus dientes. Y eso, además de las
imprescindibles visitas periódicas al dentista para prevenir problemas mayores
o solucionar los que ya existen, implica desterrar algunos malos hábitos de tu
rutina diaria. ¿Sabes cuáles son los
malos hábitos que estropean los dientes?
La primera vez que Francisco visitó
a su dentista, a éste le llevó un segundo darse cuenta de los estragos que el
cigarrillo había hecho no solamente en los dientes sino en las encías de su
paciente. Además de realizar los empastes que Francisco necesitaba, tuvo que
referirlo a un especialista (o periodoncista) para tratar la periodontitis (o
piorrea) avanzada que estaba amenazando seriamente sus encías y su dentadura.
El fumar definitivamente es uno de los peores hábitos que perjudica a todo el
organismo, no sólo a la salud de tu boca. Pero hay muchos más que debes evitar.
Los malos hábitos que dañan los
dientes
Aunque hay pocas cosas más
difíciles que cambiar de hábitos, debes proponerte modificar estas malas
costumbres que estropean tus dientes:
• Fumar. La nicotina oscurece el
esmalte y mancha los dientes. Puede provocar además enfermedades en las encías,
que a su vez aflojan los dientes. Y si no te parece suficiente, también da mal
aliento, afecta las papilas gustativas… y puede causar cáncer en la boca, los
labios y la lengua (cáncer oral). Si hay un sólo hábito de esta lista que debes
cambiar urgentemente, es éste. Tu boca y todo tu cuerpo obtendrán beneficios
inmediatos.
• Usar los dientes como
herramienta. Si acostumbras destapar las botellas de refresco con los dientes,
éstos pueden fracturarse y desgastarse. También se dañan si los usas para abrir
los frascos de las medicinas y los envases de cartón o de papel.
• Cortar el hilo con los dientes.
Aunque te parezca más fácil, ¡no lo hagas! Ten a mano las tijeras cuando te
sientes a coser. Cortar el hilo con los dientes los desgasta.
• Rechinar los dientes o apretarlos
en exceso (bruxismo). Desgasta la superficie de los dientes y hasta puede
aflojarlos. También afecta la articulación de la mandíbula. Consulta con tu dentista. Es posible que
necesites incluso dormir con un protector especial (férula o guarda oclusal)
para que no lo hagas inconscientemente mientras duermes.
• Morderse las uñas. Además de no
ser higiénico y hacer que tus dedos, de hecho, tus manos se vean feas, este
hábito aumenta las posibilidades de que padezcas de bruxismo.
• Chupar pastillas para la tos.
Aparte de su valor medicinal, es más o menos como chupar caramelos, porque los
dos están llenos de azúcar. En ambos casos, cepíllate bien después de
chuparlos.
• Comer gomitas dulces. Además de
tener el problema anterior, las gomitas se pegan a los dientes, y el azúcar (y
los ácidos que produce) permanecen en
contacto con ellos por horas, causando daños en el esmalte.
• Tomar café. Su color y su acidez
pueden manchar los dientes o ponerlos amarillos. De nuevo, cepilla bien los dientes a menudo
para evitar que se manche y se deteriore el esmalte.
• Beber vino. Tanto el vino tinto
como el vino blanco contienen ácidos que deterioran el esmalte de los dientes,
haciéndolos más vulnerables a las manchas. El vino tinto contiene además un
pigmento que los mancha. Para reducir el efecto dañino del vino, debes enjuagar
la boca con agua después de beberlo o cepillarte la dentadura con pasta
blanqueadora.
• Beber refrescos (gaseosas,
sodas). No sólo los caramelos y los dulces están llenos de azúcar. También los
refrescos tienen una buena cantidad, sin contar los ácidos que contienen, y que
afectan el esmalte (estos ácidos, por cierto, también están en los refrescos de
dieta que no contienen azúcar, pero sí endulcorantes o endulzantes
artificiales).
• Masticar hielo. Sí, se trata sólo
de agua congelada, refrescante, sin azúcar… ¡pero es duro! Masticarlo puede
fracturar los dientes o producirles rajaduras.
• Comer papitas fritas de paquete.
El almidón que contienen se convierte en ácido, y este ácido puede atacar los
dientes hasta por 20 minutos. Si las comes, trata de lavarte los dientes y usar
hilo dental lo antes posible.
• Comer muchos bocadillos (snacks)
entre comidas. Estos alimentos producen menos saliva que una comida, y sus
restos se quedan entre los dientes por horas. Trata de reducir la frecuencia, y
elige bocadillos bajos en azúcar y almidón, como bastoncitos de zanahoria.
• Morder los lápices. ¿Sueles
morder los lápices cuando estás concentrado(a), estudiando o trabajando? Deja
de hacerlo. Es igual que masticar hielo: puede fracturarte los dientes.
• Cepillarte los dientes con mucha
fuerza o con un cepillo de cerdas duras. Puede producir retracción de las
encías y exceso de sensibilidad en ellas.
• Cepillarte los dientes con
movimientos horizontales. Desgasta el esmalte. Lo correcto es cepillarlos con
movimientos circulares.
¿Cuántos de estos malos hábitos
practicas tú? Aunque no puedas eliminarlos todos de una vez, empieza poco a
poco, y de ser posible, empieza por dejar los más peligrosos primero, como el
cigarrillo. Además procura visitar al dentista regularmente para tus chequeos y
tus limpiezas, y para descubrir a tiempo cualquier problema, y ponerle remedio.
También es importante que mantengas una buena higiene bucal, cepillándote los
dientes y usando hilo dental. Después de eso, ¡sonríe sin miedo! Seguro que
causarás una buena impresión.
Ultima revisión: 2017
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