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“Publicado en Enfermedades y Condiciones”
El alcoholismo (dependencia del alcohol) es el tipo más
severo de problemas con la bebida. El alcoholismo no puede definirse por un
número absoluto de bebidas por día o por la cantidad de alcohol. Más bien, se
define por la manera en que reacciona el cuerpo al alcohol y el modo en que la
persona se comporta y piensa cuando bebe.
Las personas con dependencia del alcohol:
Desarrollan tolerancia: necesitan beber cada vez más
alcohol para sentir los mismos efectos. También pueden beber más que otras personas
sin emborracharse.
Desarrollan síntomas de abstinencia: si dejan de beber o
disminuyen la cantidad pueden
experimentar ansiedad, sudoración, temblores, problemas para dormir, náuseas o
vómitos, y, en casos severos, convulsiones físicas y alucinaciones.
Quieren dejar de beber, pero no pueden.
Pierden control de la cantidad de alcohol que beben.
No piensan en otra cosa que no sea en beber.
Prestan menos atención a otras actividades de la vida.
Ignoran los problemas.
Una persona con esta enfermedad llega a depender del
alcohol, física, psicológica y emocionalmente. El cerebro se adapta a la
presencia del alcohol y presenta cambios. Cuando el consumo se suspende
repentinamente, el ambiente interno del
cuerpo cambia y se presentan los síntomas de abstinencia. El alcoholismo
puede relacionarse con una larga lista de problemas psicológicos,
interpersonales, sociales, económicos y médicos. Puede aumentar el riesgo de
depresión y suicidio y tiene un papel importante en situaciones violentas, como
homicidios y violencia doméstica (abuso de de la familia). Puede provocar
accidentes de tránsito e incluso accidentes con peatones ebrios que deciden
volver caminando a la casa luego de beber. El alcoholismo puede llevar a un
comportamiento sexual inseguro y derivar en embarazos accidentales o
enfermedades de transmisión sexual.
La dependencia del alcohol aumenta el riesgo de contraer
alguna enfermedad hepática (hepatitis o cirrosis), enfermedad del corazón,
úlceras de estómago, daño cerebral y otros problemas de salud. Las mujeres
embarazadas que beben alcohol también corren el riesgo de que el niño
desarrolle síndrome de alcoholismo fetal, con alteraciones como bajo peso al
nacer, anomalías faciales, defectos del corazón y dificultades de aprendizaje.
Es muy difícil determinar las probabilidades de desarrollar
alcoholismo, pero es una enfermedad muy común. En Estados Unidos, alrededor de
1 a 16 adultos tienen problemas severos con la bebida y millones de personas
están involucradas en lo que los expertos consideran consumo de alcohol
riesgoso.
Los problemas con el alcohol tienen una base biológica y
ambiental. Las personas con antecedentes familiares de dependencia del alcohol
tienen un riesgo mayor de desarrollar la enfermedad. Por ejemplo, si uno de los
padres tiene dependencia del alcohol, el riesgo de un niño de volverse
alcohol-dependiente es cuatro veces mayor. Esto se debe en parte a los genes
hereditarios que aumentan la vulnerabilidad y cambian, tal vez, las respuestas
físicas de la persona al alcohol.
Las influencias del entorno también son importantes. El
alcohol puede ser una parte importante del grupo social de una persona. Una
persona puede comenzar a consumir alcohol para aliviar el estrés . A veces, se
utiliza para olvidar sentimientos de depresión o ansiedad. El apoyo de la familia
y de amigos sanos puede disminuir el riesgo.
Síntomas
Esta enfermedad puede incluir cualquiera de los siguientes
síntomas o comportamientos:
episodios largos de embriaguez
beber solo
problemas de trabajo o financieros provocados por la bebida
perdida de interés en los alimentos
descuido de la apariencia personal
desmayos
conducir borracho
lastimarse a sí mismo o a otra persona en estado de
embriaguez
esconder botellas de bebidas alcohólicas y vasos para
ocultar la evidencia del consumo
experimentar cambios de humor o personalidad
Debido a que el consumo de cantidades grandes de alcohol
puede ser tóxico para el cuerpo (por ejemplo, para los sistemas cardiovascular,
gastrointestinal o nervioso), el alcoholismo también puede provocar síntomas
físicos:
náuseas o temblores por la mañana
signos de malnutrición debido a una mala dieta
dolor abdominal o diarrea
cara y palmas de las manos muy colorados
entumecimiento, debilidad o cosquilleo en los brazos y las
piernas
accidentes frecuentes, sobre todo caídas
Para ayudar a determinar si una persona tiene problemas con
el alcohol, el National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism, NIAAA
(Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo) recomienda realizar la
prueba CAGE. Es simple y breve, y brinda información importante:
¿Le preocupa tener que DISMINUIR la cantidad de bebida que
toma?
¿Se siente ENOJADO porque otras personas critican su forma
de beber?
¿Se siente CULPABLE por su forma de beber?
¿Necesita una BEBIDA FUERTE QUE LO ANIME por las mañanas
para calmar los nervios o combatir una resaca?
Si responde sí a una de estas preguntas, significa que
puede tener un problema con la bebida. Si responde sí a más de una pregunta,
significa que es muy probable que tenga un problema con la bebida.
Diagnóstico
Su médico puede utilizar las preguntas de la prueba CAGE u
otro cuestionario de evaluación para determinar sus problemas con la bebida.
Una alternativa de la prueba CAGE es la prueba AUDIT de 10 preguntas (Prueba de
Identificación de Trastornos por Uso de Alcohol) desarrollada por la
Organización Mundial de la Salud. El médico también debe preguntarle sobre sus
antecedentes de consumo de alcohol y otras drogas.
Le preguntará acerca de cualquier problema relacionado con
el alcohol que podría haber tenido en el trabajo, en su casa o con la ley, como
meterse en peleas o conducir en estado de embriaguez. Su médico también puede
preguntarle sobre síntomas físicos de alcoholismo. Por lo general, estas preguntas
son directas pero debe responderlas con sinceridad. Su médico debe ver el
alcoholismo como una enfermedad que puede tratarse y no debe responderle como
si usted tuviera una razón para sentirse avergonzado. Él se encuentra en una
mejor situación para ayudarlo si usted es honesto.
Lo examinará y buscará cuidadosamente cualquier síntoma de
mala nutrición y daños en el hígado o nervioso relacionados con el alcohol.
También le pedirá que se realice análisis de sangre para ver si tiene anemia,
falta de vitaminas y niveles anormales de enzimas del hígado.
Duración
Usualmente, para la mayoría de las personas con esta
enfermedad, el primer problema relacionado con el alcohol aparece entre los 20
y 40 años. Si no se trata, el
alcoholismo por lo general persiste y empeora con el tiempo. Hasta el 30% de
las personas con dependencia del alcohol logran abstenerse de la bebida o
controlar su consumo sin un tratamiento formal.
La enfermedad puede ser fatal; en Estados Unidos aproximadamente 100.000
personas mueren por año por causas relacionadas con el alcohol.
Prevención
No hay una manera absoluta de prevenir el alcoholismo. Sin
embargo, el fuerte apoyo de la familia y las relaciones sólidas con amigos que
no consumen alcohol puede ayudar. Los hijos de personas alcohólicas pueden
comunicarse con Alateen al 1-888-425-2666.
Tratamiento
Pocos pacientes pueden cotrolar la ingesta de alcohol. Con
mayo frecuencia, una vez que la persona ha perdido el control de la bebida, es
difícil retomar el hábito de beber moderadamente. Por lo tanto, generalmente,
el objetivo del tratamiento de esta enfermedad es suspender el consumo de
alcohol por completo.
El primer paso de este proceso es reconocer el problema. El
bien conocido fenómeno de la negación, que es una parte común de la enfermedad,
a menudo torna la enfermedad en una condición crónica. Desafortunadamente,
cuánto más tiempo persiste la enfermedad, más difícil es tratarla.
Un médico o un experto en abuso de sustancias pueden ayudar
a la persona a observar las consecuencias de la bebida. Si un individuo
comienza a pensar en el alcohol como un problema, los grupos de apoyo pueden
brindar ayuda para comparar las ventajas y desventajas de la bebida.
Nunca es fácil enfrentar el problema para los miembros de
la familia o los amigos. Puede ser necesario que un profesional ayude a las
personas queridas, amable pero firmemente, y hable con el bebedor acerca del
impacto doloroso que la bebida tiene sobre ellos.
El próximo paso es dejar de beber y hacer un tratamiento
para evitar síntomas de abstinencia peligrosos, un proceso denominado
desintoxicación. Según sus síntomas, el tratamiento se puede realizar como
paciente ambulatorio o en un hospital o un centro de tratamiento de drogas.
Durante el proceso de abstinencia, es probable que su médico le recete un
medicamento contra la ansiedad denominados benzodiacepinas durante algunos días
para aliviar los síntomas de abstinencia.
Después de quitarle la costumbre de beber, es posible que
le ofrezcan un medicamento para disminuir la ansiedad. Los dos medicamentos que
entran en esta categoría son la naltrexona (ReVia) y el acamprosate (Campral).
Como alternativa, a veces es probable que se recete el disulfiram (Antabuse).
Este medicamento no reduce las ansias, pero crea un incentivo para no beber, ya
que el consumo de alcohol mientras se toma el disulfiram puede provocar nauseas
y vómitos.
Luego de la desintoxicación, la mayoría de los alcohólicos
necesitan apoyo a largo plazo o asesoría para permanecer sobrios. Los programas
de recuperación hacen hincapié en enseñarles a las personas con alcoholismo
sobre la enfermedad y ayudarlas a aprender nuevas estrategias para lidiar con el estrés de la vida diaria
sin tomar alcohol. La psicoterapia puede
ayudar a las personas a lidiar con el estrés y las influencias que estimulan el
consumo de alcohol. Muchos pacientes se benefician de los grupos de autoayuda
como Alcohólicos Anónimos (AA), Rational Recovery (Recuperación Nacional) o
SMART (Entrenamiento en Manejo Propio y Recuperación).
Es muy importante tratar cualquier otro problema, como
depresión o ansiedad que podría contribuir al riesgo de beber.
Si su médico sospecha que usted tiene algún daño
relacionado con el alcohol en el hígado, el estómago u otros órganos, es
probable que necesite realizarse pruebas adicionales y tratamientos para estos
problemas. Su médico también le recomendará una dieta saludable con
complementos vitamínicos, especialmente vitaminas B.
Cuándo llamar a un profesional
Llame a su médico si usted o alguna persona cercana tiene
algún problema relacionado con el alcohol. Recuerde, el alcoholismo es una
enfermedad que puede tratarse, no un signo de debilidad o mal carácter. Cuanto
antes comience el tratamiento mejor.
Pronóstico
Alrededor del 30% de los alcohólicos son capaces de
abstenerse del alcohol de manera permanente sin ayuda de un tratamiento formal
o un programa de autoayuda. Para los demás , el curso de la enfermedad es muy
variado. Algunas personas pasan períodos de abstinencia, pero luego recaen. A
otros les cuesta sostener un período de sobriedad.
Sin embargo, es claro que cuantos más días esté sobrio,
mayor es la posibilidad de que permanezca sobrio. Otro hecho motivador:
permanecer sobrio puede incrementar la esperanza de vida unos 15 años o más.