Los
bebés lloran para expresar cuando tienen hambre, incomodidad, dolor, cólicos,
gases, cansancio, o deseos de estar cerca de su mamá. Cualquiera que sea la
causa del llanto de tu bebé, es indispensable identificarla para poder
remediarla y así calmarlo. También hay técnicas como mecerlo, envolverlo, darle
de mamar o usar sonidos que lo arrullen.
Los
bebés lloran porque es la única manera que tienen de comunicar que necesitan
algo. Desde que son recién nacidos, el llanto es su forma de expresarse y
llamar la atención de quienes los cuidan. Si tu bebé llora, no te estreses,
pues es algo normal en su comportamiento. Primero, tienes que identificar la
causa de su llanto para poder remediarla. Estas son las razones principales por
las que tu bebé puede estar llorando:
Hambre
Pañal
sucio o mojado
Cansancio
o sueño
Cólico,
reflujo gástrico, gases
Tiene
frío o calor
Fiebre,
dolor o alguna enfermedad
Estimulación
excesiva por ruido o actividad
Ansiedad
ante los extraños
Le
están saliendo los dientes
Deseos
de que lo mimen o lo carguen
Incomodidad
por algo pequeño como las marcas de la ropa al tocar su piel
Si
descubriste la causa de su llanto y le diste de comer, le cambiaste el pañal,
lo abrigaste, lo cargaste y lo mimaste, descartaste que no se debe a fiebre o
cólico o decidiste decirle a las visitas que se fueran y tu bebito aún sigue
inquieto e irritable, podría ser que esté llorando sin una razón que sea
aparente para ti. De cualquier modo, recuerda, que si llora es porque necesita
algo, y de cualquier modo puedes reconfortarlo y consolarlo con algunas
técnicas que se ha comprobado que funcionan. ¡Toma nota!
Mecer
a tu bebé: los bebés, en especial cuando están recién nacidos, extrañan la
seguridad, el calorcito y el movimiento de cuando estaban en el útero. Por eso,
mecer a tu bebé con movimientos rítmicos que imitan lo que sentía cuando estaba
en tu interior puede ayudar. Cargarlo y ponerlo cerquita de tu pecho y crear un
vaivén, de seguro le hará sentirse cómodo y feliz.
Envolverlo:
Usar una cobija o manta para envolverlo juntando sus manos a su cuerpo. Aunque
a ti te parezca incómodo, a ellos les recuerda, tal como mecerlos, la sensación
de estar en el útero. No aprietes mucho la manta, ten en cuenta que debes
dejarle cierto margen de movimiento. Mantente atenta a las señales de tu bebé.
El o ella te indicará con sus gestos y su llanto si está cómodo(a) o si debes
envolverlo de otra manera.
Chupar:
si estás amamantando, como es lo recomendable, ponerlo en tu seno lo calmará de
inmediato. Los bebés necesitan chupar y succionar, así que si lo quieres calmar
teniéndolo muy cerca y estableciendo un vínculo emocional, qué mejor que darle
de mamar. También puedes usar un chupete para crear un efecto similar.
Con
un portabebés ergonómico, carga a tu bebé como “si lo tuvieras puesto”. Cuando
se cargan a los bebés cerquita del cuerpo de la mamá, lloran mucho menos.
Además, estos portabebés te dan la ventaja de dejar tus manos libres para poder
andar por la casa mientras estás cerca de él o ella.
Cantar
o poner música tranquila: Intenta cantarle una canción de cuna, al escuchar tu
voz, se sentirá seguro(a). También puedes poner música relajante o especial
para bebés (hoy en día puedes conseguir una variedad de melodías especialmente
orientadas para calmar a los bebés).
Bailar:
moverte suavemente al ritmo de la música también es una excelente manera de
reconfortar a tu bebé.
Usar
un sonido de fondo: los sonidos, conocidos como ruidos blancos, como la
aspiradora, o la radio sin sintonizar, crean un efecto calmante casi
instantáneo, pues amortiguan otros sonidos del ambiente. También puedes
recrearlos con tu voz. El sonido del agua también es efectivo.
Aire
fresco: sacarlo a dar un paseo o simplemente ponerlo en el balcón o afuera de
la casa, puede consolar el llanto de tu bebé.
Un
baño con agua tibia también se ha comprobado efectivo a la hora de parar las
lágrimas.
Hoy en
día, también puedes conseguir unas sillitas vibradoras que pueden calmarle.
Algunas vienen con canciones y sonidos especiales para mimar a tu bebé.
Intenta
varias de estas técnicas para identificar cuál es la que produce la reacción
más favorable en tu bebé. Recuerda que tu bebé necesita constantemente de ti y
que tu amor y paciencia son el mejor regalo.
Si
tienes dudas o necesitas consejos al respecto, habla con alguien de confianza,
otras madres en tu familia o consulta con tu médico si aunque uses estas
técnicas, tu bebé no se calma. Puede que se trate de algún dolor o enfermedad que
requiera atención inmediata.
Disfruta
de cada etapa de tu bebé. Porque aunque
suene a cliché, crecen muy rápido y pronto estarás extrañando tenerlo tan cerca
de ti, mecerlo, envolverlo y cantarle canciones de cuna.
Copyright
© 2020 Vida y Salud Media Group. Todos los Derechos Reservados.
Imagen: ©Shutterstock / LeManna