VIDA Y SALUD
Aunque
las dietas saludables para el corazón tienden a ser completas y variadas, el
pescado es un alimento que no debería faltar en ellas. Sigue leyendo, en Vida y
Salud te contamos por qué el pescado es una delicia para tu corazón.
Siempre
se ha dicho que comer pescado es mejor para el corazón pues contiene las grasas
no saturadas que son mucho más saludables que las grasas saturadas de las
carnes rojas. Pero más allá de esa razón, es altamente saludable para el
corazón debido a un nutriente especial. ¿Cuál es el secreto del pescado? ¡El
Omega-3! Esa es la clave.
El
pescado contiene ácidos grasos Omega 3, un tipo de grasa no saturada que, de
acuerdo con estudios publicados por la Asociación Americana del Corazón, reduce
los riesgos de desarrollar enfermedades cardiovasculares. ¿Cómo lo hace? Aún no
han podido comprobar exactamente el cómo, pero sí hay evidencias de que los
ácidos grasos ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo, evitando así que se
formen placas en lass arterias. Además, ayudan a reducir los triglicéridos, la
presión arterial y el riesgo de desarrollar arritmias.
Esto
no es ninguna novedad… muchos médicos lo han reconocido desde hace bastante
tiempo (pregúntale a tu médico para comprobarlo) y la Asociación Americana del
Corazón lo está diciendo desde hace aproximadamente 30 años.
Aún
así, la popularidad del pescado se ha visto bastante afectada pues muchos le
temen a la contaminación por mercurio, dioxinas y otras sustancias tóxicas que
pueden contener algunos pescados. Aunque ese riesgo existe, actualmente los
expertos insisten en que los beneficios superan los posibles riesgos de
contaminación. Además, se ha comprobado que estos riesgos se pueden reducir al
comer pescados preferiblemente pequeños (ya que los grandes tienden a acumular más de los
contaminantes). También depende del tipo de pescado que se come. Cada estado
tiene recomendaciones y tu departamento de salud puede guiarte.
Sin
embargo, desde que se descubrió en un estudio reciente que la mayoría de los
japoneses sufrían menos de enfermedades del corazón y obstrucción de las
arterias (ateroesclerosis), al parecer gracias a su dieta centrada en el
pescado, el mundo ha empezado a ver este alimento de diferente manera. A esto se
sumó que desde hace algunos años la cocina oriental empezó a tener una mayor
acogida en nuestros países y se volvió de moda ir a restaurantes de sushi o
tepanyaki.
¿Cuánto
pescado debes incluir en tu dieta? No te asustes pensando que debes iniciar una
dieta estricta al estilo japonés, consumiendo pescado todo el día todos los
días. La Asociación Americana del Corazón recomienda comer dos porciones a la
semana; cada porción equivale a 3 onzas (85 gr) y es del tamaño de una baraja
de cartas.
¡Pero
no se trata de comer cualquier pescado! Es importante que elijas aquellos
pescados ricos en Omega-3. Los que más contienen ese nutriente son los pescados
grasos como el salmón, el arenque, el atún, las sardinas, la macarela o caballa
y algunas especias de trucha. Los mariscos en general contienen un poco de
Omega-3 aunque en menores cantidades.
Y ten
cuidado con algunos pescados que pueden tener un efecto contrario. Por ejemplo,
la tilapia y el bagre (catfish en inglés) no sólo contienen niveles muy bajos
de Omega-3, sino que además contienen niveles altos de ácido araquidónico, un
tipo de ácido graso también presente en las carnes rojas y las yemas de los
huevos. Cuando comes mucho de este ácido, provoca el efecto totalmente opuesto:
puede causar inflamación y, por lo mismo, aumentar tus riesgos de desarrollar
una enfermedad cardíaca o un infarto.
Si
definitivamente no eres tan amante del pescado, puedes encontrar los ácidos
grasos Omega-3 en el aceite de pescado, las nueces, el tofu y los aceites
vegetales (oliva, canola, soya y linaza).
Pero
vale la pena que le dé una oportunidad… ¡deja que entre el pescado a tu
corazón!
Imagen © iStock / neomidavid