El
cambio climático plantea riesgos importantes para tu salud. Aquí aprenderás lo
que los eventos climáticos extremos o repetidos, los desastres naturales y su
efecto en el ambiente pueden causar en tu salud, así como quién está en mayor
riesgo. Es indispensable abordar lo que podemos hacer para limitar los cambios
climáticos.
Veamos
algunos de los cambios climáticos actuales y sus efectos en la salud
El
calor y sus consecuencias en la salud:
La
exposición al calor por un período prolongado o a calor extremo puede causar:
insolación, agotamiento por calor y deshidratación, calambres musculares,
hipotensión, puede empeorar condiciones respiratorias o cardiovasculares
subyacentes e incluso puede causar la muerte.
Puede
afectar a los niños y a las personas en la tercera edad o a las personas con
problemas crónicos o que viven solas, más que a otros.
Si
además hay sequía, puede haber incendios forestales, tormentas de polvo,
disminución en la calidad del aire, disminución en la calidad y el suministro
de agua, y puede faltar comida.
Todos
estos factores pueden contribuir a quemaduras, a problemas respiratorios (por
el humo o el polvo), a lesiones, a un aumento en el riesgo de lesiones, a
desnutrición y a muerte.
Además,
el riesgo de insolación debido al calor durante el día haría que los
agricultores y los trabajadores de la construcción cambiaran su horario al
amanecer y al anochecer, que es cuando hay más mosquitos (varios de ellos son
portadores de enfermedades).
El
calor también puede aumentar la producción del polen lo que aumenta la
sensibilidad a alérgenos; el asma y al empeoramiento de otras condiciones
respiratorias.
La
sequía y la falta de agua en forma crónica afecta a las áreas rurales y a 150
millones de habitantes de ciudades. Si estos lugares no logran ajustarse
rápidamente, el número podría ser cerca de mil millones para 2050.
El
exceso de agua y la salud:
El
riesgo inmediato de una inundación es que alguien se ahogue o se lesione, pero
hay otros riesgos. El estar expuesto a químicos tóxicos de los desbordamientos
o a moho u hongos, por la humedad en el interior, que reduce la calidad del
aire y aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias, y/o incluso la pérdida
del hogar y el tener que desplazarse a otro sitio.
El
exceso de agua también aumenta las infecciones transmitidas por insectos y a
través del agua. Esto se puede deber a lluvia o a inundaciones por otras
causas.
La
fiebre del dengue transmitida por mosquitos ha aumentado 30 veces en los últimos
50 años. Tres cuartas partes de los que están expuestos hasta el momento viven
en la región de Asia-Pacífico.
Las
enfermedades infecciosas pueden incluir las que causan diarrea.
El
aumento en el nivel del mar amenaza suministros de agua fresca para las
personas que viven en zonas de baja altitud. Unas tormentas más severas podrían
causar que los sistemas de alcantarillado de las ciudades se desborden.
La
contaminación del aire y la salud:
El
aumento en el polvo, en las partículas finas y en el ozono reducen la calidad
del aire y pueden empeorar el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
(EPOC), la irritación en la garganta y la tos, la congestión en las vías
aéreas, la inflamación en los pulmones, el riesgo de cáncer en el pulmón, el dolor
de pecho y hasta los ataques al corazón.
La
seguridad de los alimentos:
Los
cambios en el clima afectan las cosechas, la producción de los alimentos y su
costo. Esto puede causar hambre, desnutrición u obesidad por el cambio de
dieta.
El
aumento en la maleza y las plagas hará que los agricultores tengan que utilizar
más pesticidas que sean tóxicos para los que trabajan el campo y para los que
comen esos alimentos.
Finalmente,
el aumento en la concentración de CO2 en el aire podría hacer que cultivos básicos
como la cebada y la soya (o soja) disminuyeran su valor nutritivo.
Los
cambios climáticos y la salud mental:
No es
de extrañarse que los desastres naturales y el clima extremo pueden ser
traumáticos y estresantes para las personas afectadas, especialmente si ya
tenían algún problema de salud mental (como depresión y ansiedad).
Las
temperaturas extremas pueden cambiar su efecto en el cuerpo. Por ejemplo, en
pacientes con esquizofrenia, pueden afectar la habilidad de que el cuerpo pueda
regular su temperatura correctamente.
De
acuerdo con los CDC, las tasas de suicidio aumentan a medida que aumentan las
temperaturas. Y desastres como huracanes, inundaciones, ondas calurosas e
incendios forestales pueden causar desesperación, estrés post-traumático y
ansiedad.
Esto
no debe de llamar la atención ya que muchas personas sufren desplazamientos,
lesiones, pérdida de seres queridos y/o la pérdida de su casa y sus posesiones.
¿Quién
está en mayor riesgo?
Todos
estamos en riesgo de sufrir los efectos de los cambios climáticos.
Pero
algunos corren mayor riesgo: los niños (especialmente los que viven en países
en vías de desarrollo), las personas de la tercera edad, las personas con
algunas enfermedades pre-existentes, las personas de bajos recursos y las
personas que están aisladas socialmente. Así como las personas con
desnutrición, malaria o que ya tienen diarrea.
Las áreas
del mundo que tienen un riesgo un poco mayor son las costas, las áreas
montañosas, los polos, las islas pequeñas, las ciudades muy grandes, y los
países en vías de desarrollo.
Los
cortes en la energía durante cambios climáticos extremos podrían incapacitar a
los hospitales y a los sistemas de transportación cuando los necesitemos más.
Es
indispensable que todos estemos conscientes y contribuyamos cada día sin
retraso para tratar de limitar los cambios climáticos. No podemos esperar. El Secretario General de las Naciones Unidas
dijo que “Los trastornos climáticos están en las noticias diariamente, de
devastadores incendios forestales a inundaciones record”.
Tu
salud depende de la salud del planeta. Entonces… ¿qué puedes hacer para
contribuir a limitar el cambio climático y el calentamiento global? Te invito a
que leas la tercera parte de esta serie.
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