Enamorarse
de una persona es un fenómeno que siempre asociamos con el corazón. Sin
embargo, la realidad es que ese proceso de enamoramiento sucede en el cerebro,
donde se liberan sustancias que estimulan las reacciones químicas en todo el
cuerpo. El amor fraternal o maternal también se manifiesta en el cerebro. Así
que si te interesa saber qué pasa en tu mente cuando amas a alguien y cuánto
tiempo puede tomar, no dejes de leer. En este fin de semana de San Valentín,
este puede resultar un descubrimiento fascinante.
Cuando
Soledad conoció a Juan, no podía explicarse por qué sintió tantas cosas en un
segundo: el corazón acelerado, un profundo calor que le subió a la cara, y las
famosas “mariposas en el estómago”. Ella lo describe como “amor a primera
vista”, literalmente. Y aunque muchos incrédulos piensen que enamorarse así de
rápido es imposible, existen evidencias científicas que demuestran que sí es
posible. En menos de un segundo, puedes enamorarte.
Unos
científicos de la Universidad de Syracuse en Estados Unidos hicieron un estudio
que revela que en un quinto de segundo, el amor activa 12 áreas del cerebro
para liberar químicos que producen una euforia similar a la que causa el
consumo de cocaína: son la dopamina, la oxitocina y la adrenalina, entre otros.
De esas 12 áreas del cerebro que se activan, algunas envían señales al corazón,
lo cual hace que aumenten los latidos y se produzcan sensaciones de todo tipo,
como las llamadas “mariposas en el estómago”.
Además, el amor afecta funciones mentales más complejas como la imagen
de uno mismo y la creación de metáforas (o sea, cuando se establece una
relación de semejanza entre dos términos y alguna característica o cualidad que
existe entre ambas; como cuando hablamos en doble sentido). Por eso a veces
hasta nos volvemos poetas.
Entonces,
¿en dónde sucede el amor, en el cerebro o en el corazón?
Digamos
que el amor se origina en el cerebro y tiene fuerte repercusiones en el
corazón. Siempre relacionamos al amor
con el corazón porque es a este órgano al que sentimos. No podemos sentir
cuando el cerebro libera todas las sustancias que crean la excitación y el
enamoramiento, pero podemos sentir que el corazón late más rápido, que un calor
sube por el cuerpo e incluso, podemos sonrojarnos. Es decir, el cerebro envía las señales del
amor y el corazón, las manifiesta.
En
este fascinante estudio, también se encontró que no todos los amores son
iguales. Es decir, que con cada tipo de amor, una parte diferente del cerebro
es la que se activa. En el amor pasional se enciende la parte del cerebro que
se relaciona con el llamado “sistema de recompensas”. Esta parte del cerebro
regula y controla el comportamiento e induce el placer. Mientras que en el amor incondicional, como
el que se da entre madres e hijos, se da a la mitad del cerebro.
Sin
duda alguna, el cerebro es el órgano más importante a la hora del amor. Y estas
investigaciones abren un camino para entender mucho más claramente de qué se
trata ese gran y maravilloso misterio, llamado amor. Tal vez en el futuro pueda
servir para que las personas que tienen el corazón roto se recuperen pronto.
Ese sería un gran avance en la investigación sobre la salud mental. ¿No crees?
Por
ahora, cuando te enamores a primera vista, puedes maravillarte de todo lo que
está ocurriendo en tu cerebro en menos de lo que dura un parpadeo.
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