NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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MIERCOLES 25 OCTUBRE 2017
DOCTORA ALIZA
PUBLICADO EN MUJERES
Que
la salud es lo más importante es una frase que escuchas y quizás repites a
diario sin prestarle la atención que se merece. Y no es hasta que se presenta
una enfermedad que realmente descubres cuánta razón hay detrás del más cierto
de los clichés. El deterioro de la salud y la aparición de las enfermedades
muchas veces pueden evitarse con unas pruebas de control y detección muy
sencillas. Considera estas pruebas como tus mejores armas para proteger tu
salud e incluso para salvarte la vida. ¿Sabes cuáles exámenes se deben hacer
las mujeres? Aquí encontrarás una guía.
Si
tuvieras un tesoro o algo muy, muy valioso, seguro que lo protegerías y lo
cuidarías, ¿cierto? Y dime: ¿hay algo más valioso o importante que tu salud? Es
lógico entonces que la cuides con todas tus fuerzas y los medios a tu alcance.
Para ayudarte en esta tarea te ofrecemos una guía de las pruebas de control y
prevención que las mujeres deben hacerse y cuándo. Presta atención a esta
información y proponte que este sea el año en que vas a darle a tu salud la
importancia que se merece.
¿Por
qué son importantes las pruebas de control y prevención?
Si
es difícil enfrentar un diagnóstico de una enfermedad crónica como la diabetes
o la osteoporosis, que puede tener consecuencias serias para la salud y la
calidad de vida, ¿te imaginas el impacto que te causaría que el médico te
confirme que la prueba del VIH ha dado positiva o que te detecten un cáncer?
Ese momento tan penoso puede retrasarse y hasta evitarse por completo si se
detectan y se controlan las anormalidades, como por ejemplo, una elevación de
la glucosa (azúcar) en la sangre antes de que se declare la diabetes, o se
retrasa, mediante ejercicios y medicamentos; o que la pérdida ósea (del hueso)
progresiva se convierta en osteoporosis. En otros casos, cuando se detecta la
enfermedad en una etapa temprana (como la infección con el VIH o el cáncer),
resulta mucho más fácil de combatir y se aumentan considerablemente las
probabilidades de supervivencia.
Tu
calendario personal de pruebas
Las
pruebas de control y prevención que necesitas hacerte y su frecuencia dependen
no solamente de tu sexo, sino de tu edad, factores de riesgo e historia
familiar (antecedentes en tu familia).
Una visita a tu médico de cabecera para hacerte un buen chequeo es el
primer paso fundamental que debes tomar. El resultado de ese chequeo y las
pruebas clínicas determinarán tu estado de salud general y de ahí la frecuencia
con que debes seguirte revisando. A continuación, te ofrecemos una lista con
las pruebas de control más comunes y las recomendaciones que hace la U.S.
Preventive Services Task Force (USPSTF
por sus siglas en inglés). Esta
organización está integrada por un grupo de expertos en prevención (que incluye
desde internistas, pediatras, médicos de medicina general hasta especialistas,
como ginecólogos y obstetras), cuya misión es ayudarte a detener el inicio y el
desarrollo de las enfermedades. La siguiente lista incluye las recomendaciones
generales de dicho grupo, que puedes utilizar como una guía preliminar, pero lo
ideal es que tu con tu doctor establezcan tu propio calendario personal.
Las
pruebas de control y prevención recomendadas para las mujeres
1.
Prueba para detectar el cáncer cervical (o del cuello del útero). Este examen
se conoce como Papanicolau o simplemente “Pap”. Esta prueba la realiza tu
ginecólogo o proveedor se servicios de salud en su consultorio. La USPSTF la
recomienda cada 3 años a todas las mujeres mayores de 21 años, o incluso antes
de esa edad si la persona ha estado sexualmente activa durante mínimo tres
años. Entre los 30 y los 65 años, si deseas que te hagan el examen de detección
menos frecuentemente, puedes seleccionar la combinación de la citología (o
Papanicolau) y la prueba del virus del papiloma humano (VPH) cada 5 años, que
ofrece los mismo benéficos que la citología sola. La USPSTF recomienda que las
mujeres que han tenido una histerectomía en las que se les ha quitado el cérvix
(el cuello de la matriz) no necesitan esta prueba. La frecuencia de la prueba
puede cambiar si ha habido un resultado positivo anteriormente o si tu médico
te lo recomienda teniendo en cuenta posibles factores de riesgo. Existe una
vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), el principal causante del
cáncer cervical. Consulta con tu doctor si la recomienda en tu caso, o en el de
tus hijas/os adolescentes, por ejemplo.
2.
Prueba para detectar el cáncer de seno (mamografía). La mamografía consiste en
una serie de radiografías de los tejidos del seno que permiten detectar el
cáncer de mama incluso antes de que pueda darte síntomas o que puedas
encontrarlo a través de un autoexamen de los senos. No hay un criterio único en
cuanto a la frecuencia. La USPSTF
recomienda que las mujeres se hagan una mamografía cada dos años a partir de
los 50 hasta la edad de 74 años (esto es, si no hay otros factores de riesgo,
como historia familiar, o quistes en los senos, por ejemplo). Sin embargo, la
Sociedad Americana del Cáncer, el Colegio Americano de Radiología, así como el
Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología recomiendan que las mamografías
se realicen a partir de los 40 e incluso antes si el médico así lo determina.
Consulta con tu médico acerca de cuál es el momento adecuado para que comiences
tus chequeos periódicos.
3.
Prueba para detectar la osteoporosis (prueba de la densidad ósea). Los cambios
hormonales, especialmente en la época de la menopausia, hacen que las mujeres
sean mucho más susceptibles a que sus huesos se debiliten y puedan quebrarse
con mayor facilidad. Un examen de densidad ósea permite determinar el grado de
fortaleza o fragilidad de tus huesos y si tienes ya osteoporosis. Según tu edad
y tus antecedentes clínicos, tu doctor determinará si debes hacerte la prueba a
partir de los 50. La USPSTF recomienda
la prueba a todas la mujeres por lo menos una vez a partir de los 65 años de
edad.
4.
Prueba para detectar el cáncer colorrectal. A partir de los 50 y hasta los 75
años de edad, tu médico te indicará pruebas periódicas para detectar el cáncer
en el colon y el recto, usando varios métodos: la prueba de sangre oculta (una
vez al año a partir de los 50), una sigmoidoscopía (cada 5 años a partir de los
50 años de edad, a no ser que se haga también una colonoscopia). Esta última se
realiza como prueba de detección rutinaria cada 10 años a partir de los 50, a
menos que se realice también una sigmoidoscopía cada 5 años). Consulta con tu
médico acerca de cuál es la prueba más indicada en tu caso particular. Si te encuentran pólipos, deberás realizarte
la prueba con mayor frecuencia.
5.
Prueba de la presión arterial. A partir de los 18 años de edad, la
recomendación es que se tome la presión sanguínea cada dos años si la lectura
es menor de 120/80. Si la lectura está entre los 120/80 y los 139/89, la
recomendación es medirla una vez al año. Si la presión arterial está elevada,
es decir superior a los 140/90, tu médico te recomendará un tratamiento para
controlarla, a través de medicamentos y/o cambios en tu estilo de vida.
Estas
son las primeras cinco pruebas, hay otras cinco exámenes igual de importantes
que te debes hacer que te describiré en “Las pruebas de control y detección que
necesitan las mujeres (parte 2)”.
Última
revisión: 2017
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