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MARTES 16 ABRIL 2019
EJERCICIO
RESPIRACIÓN
¿Puedes
hacer ejercicio cuando estás resfriado o tienes gripe? La respuesta a esta
pregunta depende de los síntomas que tengas y de la cantidad de ejercicio que
hagas. Como sucede con todo en la vida, el ejercicio puede ser benéfico cuando
se hace en su justa medida, pero puede ser negativo cuando es excesivo. Antes
de ponerte las zapatillas deportivas, infórmate bien.
¿Se
debe hacer ejercicio cuando uno está resfriado o tiene gripe?
Si le
haces esa pregunta a tu mamá, probablemente te diga que lo mejor es que te
quedes en cama hasta que estés mejor. Y si le preguntas a un amigo, te puede
decir que lo mejor es hacer ejercicio para “sudar” el virus. ¿A quién le debes
creer? En cierta medida, los dos tienen razón.
Tu
amigo tiene razón en que el ejercicio te puede ayudar a combatir el virus que
causa el resfriado o la gripe (influenza). Aunque no al hacerte sudar, sino al
fortalecer tu sistema inmunológico. Cuando haces ejercicio, tus glóbulos
blancos, encargados de defender tu cuerpo de virus y bacterias, corren más
fácilmente por tu torrente sanguíneo y así combaten las infecciones más rápido.
Esto no sólo te ayuda a combatir la enfermedad, sino que indirectamente te
ayuda a prevenir futuras recaídas pues mantiene tus defensas más fuertes.
Pero
tu mamá también tiene razón cuando te dice que descanses, pues tu sistema
inmunológico necesita que tu cuerpo esté descansado y libre de estrés para
poder funcionar mejor.
Las
preguntas claves entonces para saber si debes o no hacer ejercicio cuando estás
resfriado o tienes gripe, son: ¿cuándo? y ¿cuánto?
¿Cuándo?
Todo
depende de los síntomas de la gripe. Es seguro hacer ejercicio cuando tus
síntomas son leves y tolerables, como: estornudos, nariz que gotea o está
congestionada, dolor de garganta. En cambio, no es conveniente cuando tus
síntomas son más fuertes, como: congestión de pecho, tos, malestar estomacal,
dolor de músculos, fatiga y fiebre. Especialmente si haces ejercicio cuando
tienes fiebre, puedes deshidratarte. Nadie con fiebre debe de ejercitarse.
La
clave está en prestarle atención a tu cuerpo. Cuando los síntomas de la gripe
son ligeros y te sientes bien ejercitando, continúa. Pero si te sientes mal a
medida que continúas la actividad física, bájale al ritmo o simplemente para y
vete a descansar. Y por el otro lado, cuando los síntomas de la gripe son más
fuertes y no tienes ni ánimo de levantarte para ir a la escuela o al trabajo,
menos ánimo vas a tener para salir a trotar o a montar bicicleta. En ese caso
tu cuerpo está pidiendo reposo y buena alimentación para recuperar las
energías. Y, si se puede, muchos mimos para recuperar el ánimo.
¿Cuánto?
El
ejercicio regular y moderado fortalece tu sistema inmunológico, en compañía de
una buena alimentación, suficiente descanso y estar libre de estrés. Cuando
hablo de ejercicio regular, me refiero a actividades que se hacen mínimo por 30
minutos diariamente o varias veces a la semana, y que son básicamente
cardiovasculares como montar bicicleta, correr, nadar, caminar, patinar, entre
otros.
Pero
cuando haces ejercicio intensivo y extremo, los efectos sobre tu sistema
inmunológico pueden volverse negativos. Algunos estudios han descubierto que el
ejercicio excesivo puede disminuir la cantidad de glóbulos blancos que recorre
tu cuerpo, y al contrario, aumenta las hormonas del estrés (la adrenalina y el
cortisol) que a largo plazo pueden debilitar tu sistema inmunológico y hacerte
más propenso a enfermarte.
Si
definitivamente tienes muchas ganas de ir a ese juego de fútbol o de ir al
paseo en bicicleta con tus amigos, escucha a tu cuerpo, o consulta con tu
médico, él o ella podrá darte un consejo más acertado tras evaluar tus
síntomas. Y ante la duda, si estás enfermo con una gripe o un resfriado,
recuerda que típicamente es cuestión de unos cuantos días si no se complica y
es mejor errar en el lado del descanso que en el de la actividad física.
Imagen
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