NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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NOTICIARIO DE ANÁLISIS Y COMPRENSIÓN noticiasdeteziutlan@hotmail.com
JUEVES 19 DICIEMBRE 2019
La
mayoría de los diabéticos considera al azúcar como su peor enemigo y la
culpable de su condición. Pero eso es sencillamente un mito que debes desechar.
Es posible disfrutar tu postre favorito sin que tus niveles de glucosa en la
sangre se disparen como una flecha. ¿Te interesa? Pues aprende a sustituir y a
moderarte.
Comerte
un pedazo de pastel puede parecerte la peor idea si tienes diabetes. Y es
normal que así sea, ya que has aprendido a asociar el consumo de mucha azúcar
con niveles elevados de glucosa en la sangre. Aunque esto es parcialmente
cierto, no tienes por qué renunciar a tu postre favorito, especialmente en la
temporada de fiestas, si sabes cómo hacerlo sin perjudicar los niveles
aceptables de glucosa que tanto te han costado lograr.
Los
postres en si, para tu información, no empeoran tu diabetes. Lo que sí sucede es que el azúcar que contienen
tiene el mismo efecto sobre la glucosa en la sangre que los carbohidratos (que
también son azúcares pero los hay más saludables). Esto significa que si comes
alimentos con mucha azúcar, como un helado o un pastelillo, tu nivel de glucosa
en la sangre puede subir un poco más rápido – pero no a niveles más altos, que
si hubieras comido el equivalente en gramos de un carbohidrato como arroz o una
papa.
¿Y
cómo puedes hacerlo? Pues la sustitución y la moderación serán tus mejores
aliadas en este caso.
Según
expertos de la Universidad de Johns Hopkins, lo que tiene el mayor efecto sobre
la rapidez con que sube el nivel de glucosa en la sangre es la cantidad de
alimentos que comes. Y aunque el tipo de alimento no deja de ser importante,
por su índice glicémico (o sea, la rapidez con la que un alimento hace subir tu
nivel de glucosas en sangre), si sustituyes otros alimentos como los
carbohidratos, gramo por gramo y caloría por caloría, puedes consumir alimentos
azucarados de manera relativamente segura. El problema es que la mayoría de las
personas con diabetes no sustituyen los alimentos azucarados para otros
carbohidratos (más saludables), sino que simplemente comen tanto unos como los
otros.
Una
prueba es lo más indicado
¿Por
qué no te decides a hacer la prueba? Para saber si tu pastel (torta) favorito
no va a trastornar tus niveles de glucosa, prueba primero con un postre más
bien pequeño, nada exagerado, como una galletita dulce o una bola de helado
después de tu cena. Después, toma tus
medicamentos para la glucosa (o inyéctate insulina) de la forma habitual. Dos
horas después, mide tu nivel de glucosa con tu glucómetro casero. Si está en el rango habitual, sabrás que
puedes darte uno que otro gustito de vez en cuando (y esto es importante).
Aprendiendo
a sustituir
Aunque
la prueba anterior resulte exitosa, hay algo más que debes aprender y es a
sustituir y reemplazar los alimentos que contengan carbohidratos por esas
pequeñas porciones de dulce. ¿Cuáles son
los alimentos que debes sustituir por el azúcar? Pues preferiblemente el pan,
las tortillas, el arroz, galletas y cereales, frutas con mucha azúcar, jugo
(zumo) azucarado, leche, yogur, papas (patatas), maíz (choclo, elote) y
guisantes (chícharos, arveja). El tamaño de las porciones también hace la
diferencia. Para incluir dulces en tus comidas, puedes reducir la cantidad de
los otros carbohidratos dentro de esa misma comida.
Por
ejemplo, ¿quieres comerte una galletita dulce después del almuerzo? Si éste
consiste en un emparedado de pavo con dos rebanadas de pan, tienes dos
opciones: eliminar una de las rebanadas o sustituir ese tipo de pan por otro
con menos calorías.
La
calidad de tu nutrición es lo primero
Pero
aunque compruebes que puedes disfrutar de tu postre, hay algo que debes tener
en cuenta, como indica la Asociación Americana de la Diabetes (American
Diabetes Association): la mayoría de los dulces y de los postres no aportan las
vitaminas y los minerales importantes que se encuentran en otros alimentos más
saludables. Es por ese motivo, que aunque te conviertas en un experto(a) en
sustituir los carbohidratos por el azúcar, debes seguir consumiendo los
alimentos nutritivos y más bajos en calorías para que ni se afecte ni tu peso,
ni la calidad de tus comidas.
Si de
todas maneras, la tentación por comer algo dulce es muy fuerte, la Asociación
Americana de la Diabetes sugiere lo siguiente:
Satisface
tu necesidad de comer algo dulce con fruta fresca.
Es
preferible que comas una porción pequeña de tu postre favorito, en lugar de una
porción mas grande de un postre cualquiera. Tu satisfacción también es
importante. Así también evitas la frustración de que algo que te gusta resulte
“prohibido”.
Si
sales a comer a un restaurante, comparte el postre con un amigo o con un
familiar (es mejor si son varios amigos o familiares). Te sentirás más contento
con una o dos cucharaditas y mucho menos culpable.
Prueba
recetas nuevas para preparar dulces con menor contenido calórico.
Si en
una fiesta de temporada te ofrecen un postre que no puedes rechazar, reduce las
calorías en la comida siguiente.
Utiliza
un edulcorante de bajas calorías en lugar de azúcar para el café o el té.
Como
ves, no tienes que renunciar al postre si tienes diabetes. Aprende a sustituir
carbohidratos y a usar la moderación al servirte para que puedas hacerlo sin
perjudicar tus niveles saludables de glucosa en sangre.
Actualización
de un artículo originalmente publicado en el 2012.
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