NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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NOTICIARIO DE ANÁLISIS Y COMPRENSIÓN noticiasdeteziutlan@hotmail.com
VIERNES 31 ENERO 2020
Dicen
que la sonrisa es una carta de presentación, ¡y es cierto! Si quieres que la
tuya sea brillante y luminosa, el primer paso es cuidar al máximo tus dientes.
Y eso, además de las imprescindibles visitas periódicas al dentista para
prevenir problemas mayores o solucionar los que ya existen, implica desterrar
algunos malos hábitos de tu rutina diaria.
¿Sabes cuáles son los malos hábitos que estropean los dientes?
La
primera vez que Francisco visitó a su dentista, a éste le llevó un segundo
darse cuenta de los estragos que el cigarrillo había hecho no solamente en los
dientes sino en las encías de su paciente. Además de realizar los empastes que
Francisco necesitaba, tuvo que referirlo a un especialista (o
periodoncista) para tratar la
periodontitis (o piorrea) avanzada que estaba amenazando seriamente sus encías
y su dentadura. El fumar definitivamente es uno de los peores hábitos que
perjudica a todo el organismo, no sólo a la salud de tu boca. Pero hay muchos
más que debes evitar.
Los
malos hábitos que dañan los dientes
Aunque
hay pocas cosas más difíciles que cambiar de hábitos, debes proponerte
modificar estas malas costumbres que estropean tus dientes:
•
Fumar. La nicotina oscurece el esmalte y mancha los dientes. Puede provocar
además enfermedades en las encías, que a su vez aflojan los dientes. Y si no te
parece suficiente, también da mal aliento, afecta las papilas gustativas… y
puede causar cáncer en la boca, los labios y la lengua (cáncer oral). Si hay un
sólo hábito de esta lista que debes cambiar urgentemente, es éste. Tu boca y
todo tu cuerpo obtendrán beneficios inmediatos.
•
Usar los dientes como herramienta. Si acostumbras destapar las botellas de
refresco con los dientes, éstos pueden fracturarse y desgastarse. También se
dañan si los usas para abrir los frascos de las medicinas y los envases de
cartón o de papel.
•
Cortar el hilo con los dientes. Aunque te parezca más fácil, ¡no lo hagas! Ten
a mano las tijeras cuando te sientes a coser. Cortar el hilo con los dientes
los desgasta.
•
Rechinar los dientes o apretarlos en exceso (bruxismo). Desgasta la superficie
de los dientes y hasta puede aflojarlos. También afecta la articulación de la
mandíbula. Consulta con tu dentista. Es
posible que necesites incluso dormir con un protector especial (férula o guarda
oclusal) para que no lo hagas inconscientemente mientras duermes.
•
Morderse las uñas. Además de no ser higiénico y hacer que tus dedos, de hecho,
tus manos se vean feas, este hábito aumenta las posibilidades de que padezcas
de bruxismo.
•
Chupar pastillas para la tos. Aparte de su valor medicinal, es más o menos como
chupar caramelos, porque los dos están llenos de azúcar. En ambos casos,
cepíllate bien después de chuparlos.
•
Comer gomitas dulces. Además de tener el problema anterior, las gomitas se
pegan a los dientes, y el azúcar (y los ácidos que produce) permanecen en contacto con ellos por horas, causando
daños en el esmalte.
•
Tomar café. Su color y su acidez pueden manchar los dientes o ponerlos
amarillos. De nuevo, cepilla bien los
dientes a menudo para evitar que se manche y se deteriore el esmalte.
•
Beber vino. Tanto el vino tinto como el vino blanco contienen ácidos que
deterioran el esmalte de los dientes, haciéndolos más vulnerables a las
manchas. El vino tinto contiene además un pigmento que los mancha. Para reducir
el efecto dañino del vino, debes enjuagar la boca con agua después de beberlo o
cepillarte la dentadura con pasta blanqueadora.
•
Beber refrescos (gaseosas, sodas). No sólo los caramelos y los dulces están
llenos de azúcar. También los refrescos tienen una buena cantidad, sin contar
los ácidos que contienen, y que afectan el esmalte (estos ácidos, por cierto,
también están en los refrescos de dieta que no contienen azúcar, pero sí
endulcorantes o endulzantes artificiales).
•
Masticar hielo. Sí, se trata sólo de agua congelada, refrescante, sin azúcar…
¡pero es duro! Masticarlo puede fracturar los dientes o producirles rajaduras.
•
Comer papitas fritas de paquete. El almidón que contienen se convierte en
ácido, y este ácido puede atacar los dientes hasta por 20 minutos. Si las
comes, trata de lavarte los dientes y usar hilo dental lo antes posible.
•
Comer muchos bocadillos (snacks) entre comidas. Estos alimentos producen menos
saliva que una comida, y sus restos se quedan entre los dientes por horas.
Trata de reducir la frecuencia, y elige bocadillos bajos en azúcar y almidón,
como bastoncitos de zanahoria.
•
Morder los lápices. ¿Sueles morder los lápices cuando estás concentrado(a),
estudiando o trabajando? Deja de hacerlo. Es igual que masticar hielo: puede
fracturarte los dientes.
•
Cepillarte los dientes con mucha fuerza o con un cepillo de cerdas duras. Puede
producir retracción de las encías y exceso de sensibilidad en ellas.
•
Cepillarte los dientes con movimientos horizontales. Desgasta el esmalte. Lo
correcto es cepillarlos con movimientos circulares.
¿Cuántos
de estos malos hábitos practicas tú? Aunque no puedas eliminarlos todos de una
vez, empieza poco a poco, y de ser posible, empieza por dejar los más
peligrosos primero, como el cigarrillo. Además procura visitar al dentista
regularmente para tus chequeos y tus limpiezas, y para descubrir a tiempo
cualquier problema, y ponerle remedio. También es importante que mantengas una
buena higiene bucal, cepillándote los dientes y usando hilo dental. Después de
eso, ¡sonríe sin miedo! Seguro que causarás una buena impresión.
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